La natación ha sido una rama históricamente difícil para los deportistas argentinos pero que logró hacer resurgir la pasión de los fanáticos durante los últimos años de la mano de nombres de la talla de José Meolanas y Gerogina Bardach.
Precisamente la mujer que logró el oro en los Panamericanos del 2003 y alzó la presea de bronce en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 siguió de cerca la gesta de su hermana menor Virgina en los Panamericanos de Lima de una manera muy especial.
En el video que se viralizó se la ve a Georgina siguiendo la final que protagonizó su hermana en los 200 metros mariposa desde el living de su casa : "¡Vamos pendeja!". Esa fue la única frase que le permitió esbozar la emoción durante los más de dos minutos que duró la competencia que coronó a Virgina con la presea dorada.
Atrás de toda esa sensible escena se esconde una historia de competencia entre ambas, que se llevan 7 años de diferencia en edad. "Es duro porque desde que nadamos juntas hacíamos las mismas especialidades. Entonces era duro. Me decía '¡Dale pendeja, ganame!' Me ganas en el entrenamiento… Como que perdeme el respeto, porque uno un poquito de respeto tiene", reconoció Virgina, de 27 años, a ESPN luego de colgarse la medalla en Lima.
"Mi hermana la campeona Panamericana", compartió en su cuenta de Instagram la mayor de las Bardach (35 años) tras el éxito de la menor con un tiempo de 2 minutos 10 segundos 87 centésimas.
Georgina conquistó la dorada en Santo Domingo 2003 en la categoría de 400 metros combinados y luego alzó la de bronce en los Juegos de Atenas 2004 también en los 400 metros medley.
Lo que hicieron tanto Virginia Bardach como Delfina Pignatiello en el primer día de competencia para la natación en los Panamericanos de Lima 2019 no es algo que pase inadvertido: Argentina sólo cosechaba 9 oros en este deporte a lo largo de la historia de los Panamericanos hasta este Juego y ellas en un día ya sumaron dos más.
Después de las conquistas de Héctor Domínguez (200 metros pecho), Ana María Schultz (200 metros y 400 metros libre) y Dorotea Turnbull (200 metros pecho) en los Panamericanos de Buenos Aires 1951 y la repetición de Domínguez (200 metros pecho) en México '55, Argentina no volvió a subir a lo más alto del podio panamericano en natación hasta 2003.
En Santo Domingo, la mencionada Goergina y José Meolans (100 metros libres) sumaron la presea dorada. Ese hecho se repitió solamente en Toronto 2015 con la actuación de Federico Grabich en los 100 metros libres.
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