Alejada de la Villa Panamericana, la selección femenina de fútbol (junto con la masculina) se concentra a las afueras de Lima. La acertada decisión de la AFA se basó para evitar el desgaste y malestar que provoca el caótico tránsito de la ciudad incaica.
Sin la convivencia con el resto de los deportistas que participan de la cita internacional, las jugadoras se amparan en las series para distraerse en su tiempo libre. Muchas de ellas se apartan con sus propios celulares, pero algunas comparten su tablet y sus auriculares para disfrutar de las tiras de ficción en compañía.
"Con La Casa de Papel vivimos una compenetración extra, pero lo más raro pasó con El Marginal, porque me tuve que ir de la habitación para que no me hicieran ningún spoiler", le confesó a Infobae Aldana Cometti, una de las figuras del equipo. "Las chicas no paraban de ver la serie y yo ni siquiera la había empezado", explicó la defensora.
Luego del conflicto interno que se vivió en París, donde se organizó un cónclave para exigir el cambio de cuerpo técnico, Cometti reconoció que "el grupo está bien". "Nos mentalizamos en el Panamericano para dejar a la Argentina lo más arriba posible", argumentó la ex jugadora de Boca sin eludir el episodio que se vivió en la capital europea: "La reunión existió. Estábamos todas las que viajamos a Francia y ahí se habló lo que se tenía que hablar. Hoy estamos bien y sólo queremos pensar en los partidos que se nos vienen".
Tras superar a Perú y Panamá, Argentina cerrará el Grupo B ante Costa Rica con la garantía de haber adquirido su pasaje a las semifinales. "Nuestro objetivo es conseguir una medalla. Tuvimos una zona complicada, porque hoy en día no existen los rivales fáciles. Pero demostramos que dando pelea, con sacrificio y buen fútbol, logramos pasar la primera ronda. Ahora queremos subirnos a un podio por primera vez en un Panamericano", analizó Cometti.
Además, las ausencias de Estados Unidos, Brasil y Chile potencian las chances del combinado albiceleste. "Que no estén esos equipos nos dan más posibilidades de lograr el objetivo, porque son rivales que están un escalón por encima nuestro. Creo que este torneo nos servirá para saber dónde estamos paradas y continuar creciendo para que el día de mañana nos transformemos en una potencia como ellas", continuó la defensora.
Los esquemas conservadores que se observaron en la Copa del Mundo son parte de un pasado, dado que en Lima la propuesta de Jorge Borrello es más arriesgada. "Hay una realidad: no se le puede jugar de igual a igual a Japón o Inglaterra, porque somos conscientes de las diferencias que hay en los proyectos y los años trabajados. Es obvio que nosotras queremos salir a jugar un buen fútbol, generando muchas ocasiones de gol, pero siempre depende del rival que nos toque", argumentó Cometti.
La carta de Estefanía Banini, el descargo de Florencia Bonsegundo, las palabras de Belén Potassa y los posteos de Chule Bravo expusieron la grieta que se formó en un combinado que recibió el reconocimiento de su público, a pesar de la falta de resultados. "Yo hablé con alguna de las chicas, pero no hay que perder el foco. Ellas son parte de este grupo, del mismo modo que las jugadoras que fueron parte del proceso en la Copa América y hoy no fueron convocadas. Acá no somos 11, ni 23. Somos todas las que jugamos al fútbol y quieren lo mejor para el país. Esa es la esencia de nuestro equipo", reflexionó la figura del Sevilla.
La nueva etapa con el recambio que generó el entrenador se vive en armonía. A pesar de encontrarse en otro contexto, la porteña aún no logra desprenderse del apodo "Cindy" (sobrenombre que adquirió en el Mundial cuando perdió un diente en un partido). "Alguna que otra todavía me jode. El médico también me carga, pero fue un apodo esporádico. Prefiero que me digan Chueca, como me venían diciendo", confesó entre risas.
Inmersa en una realidad ajena a la de sus días en la mercería, donde trabajaba por la mañana y entrenaba por la tarde, la Chueca se radicó en España para sumarse al combinado más grande de Andalucía. "La alegría de ese pueblo me contagia mucho. Siempre están de buen humor y está buenísimo. Además se come muy bien. Más allá del cuidado que hay que tener, algún lujito con el jamón cada tanto me doy", deslizó.
"Nunca me imaginé vivir algo así. Creo que muchas de nosotras todavía no somos conscientes del significado que tiene representar a la Argentina en un Mundial o un Panamericano", continuó en su análisis la defensora que, entre otras tantas experiencias, todavía recuerda el encuentro con Lionel Messi. "Nos dio un apoyo muy grande. Es agradable que se sientan parte de nuestros objetivos y que generen una AFA de todos", rememoró Cometti.
El primer paso hacia la gloria ya fue dado. Los triunfos frente a Perú y Panamá encendieron la llama de la ilusión. "Estamos muy motivadas porque después de lo que pasó en París logramos abrir la mente y demostramos que podemos hacer un buen papel. Conformamos un grupo muy unido que nos hace más fuertes", aseguró la defensora.
El próximo sábado Argentina cerrará la primera fase contra Costa Rica en el Estadio de la Universidad Nacional de San Marcos. A pesar de contar con la clasificación a la semifinal, los 3 partidos en una semana atentarán contra la recuperación y el desgaste físico. "No le damos lugar al cansancio porque queremos darle algo al país", concluyó Cometti. El sueño del podio es cada vez más perceptible.
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