En su regreso al fútbol de alto nivel como asesor técnico de Venezuela, Francisco Maturana se reencontrará con Argentina en la Copa América que se disputa en Brasil, con el eco, lejano pero estruendoso, de una de las noches más oscuras de la Albiceleste.
Imposible de borrar, la fecha está tatuada en la memoria de colombianos y argentinos: 5 de septiembre de 1993. Aquel día, en la última y decisiva jornada de las eliminatorias del Mundial de Estados Unidos, el conjunto cafetero del legendario Pacho aplastó 5 a 0 a la Argentina del Coco Basile en el estadio Monumental. El resultado, impensable, condenó a los bicampeones mundiales a jugar el repechaje contra Australia.
Maturana había construido un elenco magnífico que mareaba a sus rivales gracias a la posesión, aprovechando una generación repleta de figuras como Carlos Valderrama, Faustino Asprilla, Adolfo Valencia, Freddy Rincón o Leonel Álvarez. Ya había paralizado al planeta en la edición anterior de la Copa del Mundo (Italia 1990).
Argentina contaba, entre otras estrellas, con Gabriel Batistuta, Diego Simeone, Fernando Redondo y un Oscar Ruggeri que estaba luchando sus últimas batallas con la medalla de campeón en México 1986 colgada en el uniforme.
Los goles de Rincón (2), Asprilla (2) y el Tren Valencia sentenciaron el triunfo ante 53.000 espectadores en Núñez, con un fútbol avasallante conducido por un imperial Pibe Valderrama con su enorme afro oxigenado.
El próximo viernes, en los cuartos de final de la Copa América, la Venezuela de Rafael Dudamel, con Pacho Maturana como consejero, se cruzará en el Maracaná en el camino de la Argentina de Scaloni y el cinco veces ganador del Balón de Oro Lionel Messi.
Son precisamente por noches como aquella que Dudamel decidió contar con Maturana a sus 70 años, aunque tuviese un buen tiempo alejado del fútbol de élite. "Posee mucho conocimiento tanto dentro como fuera de las canchas y una experiencia fundamental para reforzar el camino" al Mundial de Qatar 2022, indicó el comunicado con el cual la oficina de prensa de la Vinotinto anunciaba su incorporación a principios de mes.
Maturana, como seleccionador de Colombia, marcó un antes y un después, dirigiendo a los cafeteros en los mundiales de 1990 y 1994 y ganando la Copa América del 2001.
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