Argentina perdió 2-0 ante Colombia en su debut en la Copa América de Brasil, mostrando un nivel preocupante: sólo en el inicio del segundo tiempo, con el ingreso de Rodrigo De Paul, construyó un pequeño oasis en el que generó algunas sociedades interesantes y provocó dos jugadas de gol. Antes y después, nunca logró exhibir una fisonomía de equipo.
Franco Armani (4): descolgó un par de centros bien ejecutados, aunque se complicó con un pase innecesario a Otamendi que generó peligro en el área argentina. En los goles, nada que hacer.
Renzo Saravia (3): le costó la salida, sobre todo en la medida que avanzó el primer tiempo y Colombia fue presionando más arriba. Prácticamente no se proyectó. Le hicieron seguido el 2-1: por una patada a Wilmar Barrios, fue amonestado. Y perdió ante la gambeta de Roger Martínez en el inicio de la segunda parte.
Germán Pezzella (4): también incómodo en la salida, le costó el juego físico de Falcao y luego el de Zapata. Perdió, junto a Otamendi, al ex Estudiantes en el 2-0; una distracción imperdonable.
Nicolás Otamendi (4): se complicó con un pase de Armani; ganó y perdió con Falcao. Un cabezazo de sobrepique hizo esforzar a Ospina, en una de las dos jugadas claras de gol que generó a Argentina. Pero se quedó mirando la pelota en la acción del 2-0 y Zapata definió en soledad.
Nicolás Tagliafico (4): similar concepto al de Saravia; casi no consiguió pasar al ataque por las exigencias que propusieron Roger Martínez y Juan Guillermo Cuadrado. Mejoró algo en la segunda parte y participó de una de las aproximaciones sobre el final.
Leandro Paredes (5): flojo primer tiempo, impreciso, sin ubicación clara, se dejó deglutir por el mediocampo de Colombia. Mejoró en la etapa final, cuando se adelantó 10 metros y se juntó con Messi y De Paul. Dos remates suyos generaron zozobra en el arco de Colombia.
Guido Rodríguez (4): se lo vio un tanto solo en la contención; mejor en los primeros 10 minutos, luego, con el crecimiento de Colombia, padeció la inferioridad numérica. Fue reemplazado por Guido Pizarro.
Giovani Lo Celso (4): buenas intenciones y pegada en el inicio; con él, el elenco nacional construyó sus mejores minutos en la primera etapa. Después, se diluyó volcado sobre la derecha, con mayores responsabilidades defensivas. En el segundo tiempo se soltó Paredes y tuvo un rol más de reparto.
Lionel Messi (5): inconexo. En el primer tiempo, por indicación táctica o falta de rebeldía, no bajó mucho a buscar el balón, que no le llegó (o en su defecto, sólo lo buscaron en largo). Padeció la superpoblación de mediocampistas de Colombia y el celo de Wilmar Barrios. Mejoró en el segundo tiempo, con De Paul acercándose. Un caño, un tiro libre que contuvo Ospina y un rebote que no logró transformar en gol, sus participaciones más influyentes. Intenciones.
Sergio Agüero (4): por la falta de volumen de juego, lo buscaron mucho de arriba, para provocar la segunda jugada, y por porte físico perdió con los cuatro centrales colombianos. Con Argentina en desventaja, fue reemplazado por Scaloni (entró Matías Suárez).
Ángel Di María (3): casi sin participación; con Argentina saltando líneas en el primer tiempo, no lo buscaron. Encerrado contra la raya, se desdibujó. Le dejó su lugar a De Paul.
Rodrigo De Paul (6): sin la mochila de muchos de sus compañeros, entró sin miedos. Gambeteó y se asoció con Messi, enganchando desde la izquierda hacia el centro. Se perfila como titular frente a Paraguay.
Guido Pizarro (4): entró por Guido Rodríguez y, si bien manejó un poco más la pelota, tampoco influyó. Le tocó la etapa del partido en la que Colombia apeló más a transiciones rápidas.
Matías Suárez: entró en los últimos diez minutos para sumar pies sensibles en pos de generar juego, pero tomó poco contacto con el balón.
Lionel Scaloni (2): perdió el duelo táctico con Carlos Queiroz; no logró desentrañar el 4-1-4-1 que le planteó Colombia en defensa; a su equipo le costó la salida y apeló a saltar líneas con un 9 de porte físico pequeño. Luego acertó con De Paul, pero falló definitivamente al cambiar delantero por delantero en el momento en el que Argentina buscaba el empate. Hizo recordar a la movida del "falso 9" de Scaloni.
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