El Jardín Secreto del hotel Four Seasons de Buenos Aires fue el lugar que eligió Oscar Ruggeri para cenar junto a sus amigos. Benjamín Vicuña, la China Suárez, el Pollo Vignolo y varios influencers fueron otras personalidades que rodearon la mesa cargada de asado y vino tinto en donde se trató un tema en común: la Copa América.
"Vos no te hagas el canchero que ganaron las últimas dos. Ni se les ocurra ganarla de nuevo", le gritó entre risas el Cabezón al artista chileno que fue acompañado de su pareja. El evento festivo que organizó Qatar Airways sirvió para que el ex capitán de la Selección hablara a solas con Infobae y brindara sus conceptos sobre el torneo continental que se avecina.
"Nunca pensé que iba a pasar tanto tiempo sin títulos. Argentina tuvo grandísimos jugadores con la camada de Verón y el Cholo (Simeone); junto con los de ahora, que son cracks. Es una locura increíble lo que pasó con las finales de Messi", deslizó el ex central, con la sonrisa torcida y sin entrar en el personaje que interpreta cada mediodía en el programa deportivo de Fox Sports.
El saco azul, la camisa blanca y los chupines a tono forman parte de la elegancia que adquirió con el tiempo. El ex defensor ya no es el cacique que imponía su autoridad a base del roce físico y su carácter fuerte. Ahora está más relajado. Disfruta de su rol mediático y se define como el hincha más fanático de la Selección. "Siempre voy a acompañar al equipo. El técnico sabe por qué armó este plantel. Los tuvo muy cerca en cada convocatoria. Para la mayoría siempre va a faltar alguien en la lista, pero en este caso creo que están todos", analizó el Cabezón y argumentó: "Con Messi y todos estos pibes que la rompen en Europa, cómo no vas a decir que Argentina es candidato. Brasil también, porque es local, los uruguayos se armaron bien y habrá que ver qué pasa con los chilenos, pero sería lindo ganar en el Maracaná. ¿Te imaginás levantar la Copa en el torneo que organizan los brasileños?"
Los días de Ruggeri al frente del combinado nacional son recordados bajo el manto de la nostalgia que dejó el último título internacional. "Teníamos muchas reuniones. Nos juntábamos para hablar en las habitaciones de lo que nos jugábamos al otro día, de la posibilidad de hacer feliz a la gente en Argentina y de lo que tenía que brindar cada uno. Los de afuera tenían que estar más atentos que los de adentro. Eran reuniones que sólo teníamos los jugadores, no entraba nadie del cuerpo técnico", recordó el ex capitán que representó al país en 97 compromisos oficiales.
Chile y Ecuador fueron los destinos de la felicidad para la Albiceleste. "En el 91 jugamos tan bien que le ganamos a todos de una manera muy fácil y simple. En el 93, en cambio, fue más complicado. Capaz no jugamos tan bien, pero veníamos con el empujón de la Copa anterior", aseguró sin esquivar la pregunta relacionada al reencuentro que tuvo con Branco luego del Mundial de Italia, donde el "bidón de Bilardo" fue un factor determinante para la clasificación a los cuartos de final: "Lo del 90 fue una hazaña increíble. Los eliminamos cuando Brasil tenía a un equipo que brillaba y nosotros estábamos que nos caíamos a pedazos".
Al año siguiente, en el cuadrangular decisivo que se disputó en Santiago, los protagonistas volvieron a verse las caras. En un duelo con más goles y mucha pierna fuerte, Argentina logró otra victoria histórica. "Ellos tenían unos jugadores bárbaros, pero no había ningún equipo que nos podía ganar en esa Copa América".
El 3 a 2 cargado de patadas, expulsiones y lesiones encaminó la gloria del combinado del Coco Basile. Dos tantos de Darío Franco y otro de Batistuta sirvieron para concretar la angustiosa victoria. "Ese día Branco nos metió un bombazo terrible. El ruido que hizo la pelota cuando se metió no me lo olvido más", recordó Ruggeri.
Sin embargo, lo llamativo fue la frase íntima que le dijo al brasileño dentro de la cancha cuando las acciones estaban detenidas. Con una mutación inmediata hacia el personaje que entretiene en la pantalla chica, donde las eses se hacen casi imperceptibles y la esencia de Corral de Bustos se percibe al instante, el Cabezón le dijo con la sonrisa torcida que lo caracteriza: "No se toma agua de los rivales, espero que lo hayas aprendido".
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