Joaquín Coronel había hablado con su hermano el viernes para ir juntos a la cancha el domingo. Llegaba el clásico contra L.N. Alem y era una oportunidad única para vivir un partido emblemático y apoyar a su equipo en la lucha por el liderazgo de la Primera C.
Sin embargo, lo que debió haber sido una fiesta del fútbol se transformó en una tragedia para la familia Coronel. No se llegó a jugar ni media hora del partido, cuando el propio Joaquín apareció en circunstancias que aún resta determinar tirado a pocos metros de la entrada del estadio y con un herida de bala en el lado derecho de su abdomen.
La dramática imagen del chico de 18 años retorciéndose sobre el césped de las calles lujanenses, con un buzo y pantalón oscuros y con la camiseta de Luján asomando por debajo, se viralizó en las redes sociales.
El adolescente no pudo recuperarse de las graves y numerosas heridas internas que había sufrido con el proyectil que le ingresó en la zona subtoráxica y perdió la vida finalmente a primeras horas de hoy, lunes.
De acuerdo a las primeras investigaciones, Coronel fue asesinado a tiros a raíz de un ataque perpetrado por un grupo de hombres que llegaron al estadio con el partido empezado a bordo de siete autos y camionetas y que abrieron fuego sin explicación alguna. Esos individuos pertenecen a una facción de la barra brava de Alem, el clásico rival y el equipo que también disputaba el encuentro, quienes no podían acceder al estadio, ya que sólo estaba habilitada la parcialidad local.
La madre del joven de 18 años, Elizabeth, se mostró compungida y exigió a las autoridades provinciales que se haga Justicia y que detengan a los autores del crimen, que además hirieron de bala a otras 14 personas.
“Mi hijo fue a ver un partido de fútbol. Y en ese partido hubo disturbios. Por lo que pudimos saber, entraron barras de otros lugares, de Morón, de Almirante Brown, de Moreno, de Gral. Rodríguez. Vinieron en una camioneta”, relató Elizabeth al periodista Eduardo Feinmann en Radio Mitre.
“Estos tipos llegaron, se bajaron con armas, se pusieron remeras de Luján y entraron como si fueran hinchas de Luján y no lo eran (...) Esto no lo dice nadie, pero por lo que nos dijeron, el tiroteo empezó adentro de la cancha. Empezaron a los tiros adentro y los chicos empezaron a intentar escapar para todos los lados”, completó Elizabeth.
La fiscal que interviene en la causa, Laura Cordiviola de la UFI Nº 10 de Mercedes, se encuentra en pleno proceso de recopilación de pruebas y de material audiovisual para tratar de reconstruir lo ocurrido.
En principio, uno de los puntos clave es ver cuáles fueron los movimientos del propio Coronel, con el fin de determinar si fue herido dentro del estadio o ya fuera, cuando intentaba escapar de los disparos.
“Mi hijo cayó al lado de la cancha. Ahí apenas afuera de la puerta. Una señora me contó que salió corriendo y cayó ahí porque le pegaron un tiro en el estómago”, narró Elizabeth
La madre también contó que en las imágenes de su hijo esperando la asistencia médica, se ve a un amigo del colegio que intentó taparlo con su campera. “Me dijo que le trató de poner la campera en la herida porque estaba perdiendo mucha sangre”, afirmó la madre.
Joaquín Coronel era fanático del fútbol y de Luján. Solía ir a la cancha habitualmente junto a sus hermanos. También acudía a la Escuela Normal Florentino Ameghino, donde cursaba su último año de la escuela secundaria.
En las redes sociales, sus amigos y conocidos lo despidieron con orgullo y también reclamaron justicia. Desde Casa Hogar Virgen del Cerro, un centro de asistencia terapéutica y médica de Luján, escribieron en su perfil de Facebook: “Dios, qué dolor tan grande. Te nos fuiste, Joaco, cómo hago para no extrañarte. Cómo se sigue sin vos. Qué injusto, quisiera que esto fuese un sueño. Nos dejaron un dolor muy grande. Espero que se haga justicia”.
La madre, por su parte, comentó que en el traslado en ambulancia al Hospital de Luján, su hijo sufrió tres paros cardiorrespiratorios que los médicos pudieron solventar y estabilizar por el momento al adolescente. También afirmó que en la cirugía no pudieron llegar a extraerle el proyectil, mientras Coronel todavía estaba vivo.
“Quiero justicia porque mi hijo fue a ver un partido y mire cómo me lo entregaron. Salieron por el peaje y nadie los vio. Bajaron festejando por lo que hicieron adentro de la cancha. Salieron festejando porque estuvieron a los tiros adentro de la cancha. Mucha gente me dijo que no sabían para donde salir los chicos porque estaban tirando tiros ahí”, se lamentó Elizabeth.
Por el momento, la Policía de la Provincia de Buenos Aires no detuvo a ninguno de los sospechosos de haber cometido los disparos. El principal foco está puesto en la cúpula oficial de la barra de L.N. Alem, quienes en los últimos meses habían mantenido una feroz interna con otra facción por el mando de la tribuna del “Lechero”.
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