La justicia federal de Campana comenzó a investigar si los jugadores del club de fútbol Villa Dálmine cobraron dádivas para dejarse ganar por Barracas Central, el club del presidente de la AFA, Claudio Chiqui Tapia, lo que le permitió acceder a la final contra Tigre por el ascenso a la primera división, que finalmente perdió.
Fuentes judiciales informaron a Infobae que el fiscal federal Sebastián Bringas abrió formalmente una causa penal ante la denuncia de un abogado y le pidió al juez Adrián González Charvay una serie de medidas de prueba. Entre ellas que declaren como testigos el director técnico de Villa Dálmine, Marcelo Franchini, y el ex jugador de fútbol José “Pepe” Basualdo, quienes públicamente hablaron de los hechos.
“Me enteré que hubo una votación entre jugadores para determinar quién iba para adelante y quién para atrás. Insólito. Muy grave todo lo que me llegó. Muy grave la situación. Algo se olfateaba en el ambiente, si es realmente todo como se dice y como salió, la verdad es que es muy lamentable que mi equipo esté involucrado en esta situación. Creo que ganó un punto la votación para ir para adelante. Fue en vano igual porque teóricamente regalaron el partido”, dijo Basualdo, ex jugador de Dálmine, en declaraciones radiales.
Barracas Central le ganó la semana pasada como visitante 3 a 1 a Dálmine -que en los últimos ocho partidos no había perdido- y así quedó primero en la Zona B de la Primera B Nacional y accedió a jugar la final por el ascenso a primera división contra Tigre que la perdió 1 a 0. Tras el partido varios medios de comunicación publicaron que los jugadores del “violeta” (como se conoce a Dálmine) habrían cobrado dádivas para dejarse perder en favor de Barracas, club que preside Matías Tapia, hijo del titular de la AFA, y que antes del partido hubo una votación en el plantel para decidir qué hacer.
Con esas publicaciones, el abogado Javier Ferreira presentó una denuncia para que se investigue a los jugadores de Dálmine por el presunto recibimiento de una dádiva en violación a la ley nacional del deporte y a funcionarios del Ministerio de Turismo y Deporte de la Nación, que encabeza Matías Lammens, por posible incumplimiento de los deberes de funcionario público por no velar por el cumplimiento de la ley ante la revelación de los hechos. El fiscal Bringas abrió una investigación.
El denunciante sostuvo que en distintos medios se informó que en el entrenamiento del jueves de la semana pasada hubo una charla entre el plantel de Dálmine en la que jugadores le reprocharon a cuatro compañeros que “fueron para atrás” contra Barracas Central por lo que el técnico Franchini dio por terminada la práctica. No se dieron nombres pero se hizo referencia a un delantero y a un defensor.
“Hoy era el último día de entrenamiento, había un malestar dentro del grupo y por eso di por finalizado el ciclo 2021. Se habla y se habló mucho sobre esas situaciones. Fue una semana muy complicada. La verdad, lastima mucho. Sobre todo cuando desde mi lado y del cuerpo técnico hay mucha seriedad y profesionalismo″, le dijo el técnico la semana pasada a Infobae, en una de las notas citadas en el expediente judicial.
El fiscal también recogió en su dictamen las declaraciones Basualdo. Con esto eso abrió una causa para determinar si los jugadores de Dálmine fueron sobornados para dejarse perder. Bringas pidió una serie de medias de pruebas para avanzar en la causa: que Franchini y Basualdo declaren como testigos para que cuenten todo lo que saben del hecho y sobre sus declaraciones públicas. También que la AFA envíe a la justicia el informe que hizo el partido el árbitro Pablo Dovalo, el acta sobre cómo fue su designación para eso partido el 9 de noviembre y el listado de jugadores de Dálmine que fueron inscriptos para jugar este año el torneo.
Los jugadores de Dálmine salieron públicamente a defenderse. “Hoy estamos acá para salir a desmentir todos los dichos que han salido durante esta semana. Nosotros como equipo hemos salido a ganar este partido como lo hicimos durante todo el torneo”, dijo el arquero del club, Emanuel Bilbao, en un video que grabó todo el plantel en el que señalaron que hubo jugadores que recibieron amenazas de muerte. Y el club sacó un comunicado en el que señaló que las versiones publicadas “han resultado injuriosas y falaces y de ninguna manera se corresponde con la historia y trayectoria de Villa Dálmine, un club hecho con dedicación y esfuerzo de todos sus asociados”, mencionó el mismo en uno de sus párrafos”.
Además de la investigación penal, en la causa judicial se discute donde se va a investigar. El fiscal Bringas entendió que no debía ser la justicia federal de Campana -de donde es Dálmine- la que intervenga, sino la justicia provincial por la presunta dádiva a los jugadores y la justicia federal de la ciudad de Buenos Aires por los hechos del Ministerio de Turismo y Deporte. El juez González Charvay rechazó el planteo y dispuso que el caso quede en la justicia federal de Campana. El fiscal apeló y ahora intervendrá la Cámara Federal de San Martín.
Seguí leyendo: