En una sala especialmente acondicionada para la ocasión en la Fiscalía de San Isidro, algunos minutos después de las 12 del mediodía, comenzó la ronda de indagatorias en el expediente que investiga la muerte de Diego Armando Maradona. El primero en hablar frente a los fiscales fue Ricardo Omar Almirón, el enfermero que estuvo en la casa del Diez ese fatídico 25 de noviembre hasta las 7 de la mañana cuando entregó el turno. Y sus palabras generaron una fuerte conmoción.
Explicó que vio a Diego por última vez a las 6.30 “desde la puerta”. Además detalló todos los elementos que solicitó y no le proporcionaron. También se refirió a una posible nueva falsificación de la firma del Diez. Los testimonios de los acusados continuarán durante toda esta semana y la que viene con la modalidad de una indagatoria por día hasta el lunes 28 de junio cuando sea el turno Leopoldo Luque, el último en hablar. Todos están acusados de homicidio simple con dolo eventual.
La indagatoria, en la que los acusados pueden mentir sin que esto le traiga ningún problema según lo establecido por el código penal, empezó con el protocolo habitual de la lectura de la imputación, los hechos y las pruebas en su contra. Estaban presentes, además de Almirón, su abogado Franco Chiarelli, el fiscal general John Broyad y los tres investigadores que firman en el expediente: Laura Capra, Cosme Iribarren y Patricio Ferrari.
El enfermero, que dio su relato y además contestó preguntas, explicó que la internación domiciliaria era, a su manera de ver, sumamente deficiente e, incluso, la comparó con una anterior en la que había trabajado días atrás. Según su versión, solo le dijeron que Diego es un paciente “psiquiátrico” y nadie le acercó ningún tipo de historia clínica a pesar de que la pidió.
Además contó que solicitó que se le suministrara una serie de elementos e instrumentos que nunca le dieron: “pedí un monitor cardiaco, un tubo de oxígeno, un desfibrilador, prolongadores y sueros pero nunca me los dieron. También pedí un saturómetro y un tensiómetro que me llegó recién 3 días después de mi llegada a la casa”.
Con respecto a las horas previas a la muerte del Diez, explicó que la noche anterior fue a la habitación de Diego cerca de las 22 y le tomó los signos vitales y le dio la medicación. Esa fue la última vez que lo vio con vida. Relato que recien al día siguiente a las 6.30, antes de irse, vio a Maradona “de lejos desde la puerta”.
Además señaló que lo vio “taquicárdico” y que eso era normal en la vida cotidiana del ex capitán de la Selección. Dijo que todo lo que él veía lo informaba en un grupo de Whastapp donde estaban su jefe Mariano Perroni, la nexo con la obra social Nancy Forlini y la psiquiatra Agustina Cosachov. A pesar de que ellos tres ya están imputados, este punto fue clave porque los complicó aún más: estaban enterados de todas estas situaciones.
El otro punto desconocido hasta el momento tuvo que ver con una plantilla y una presunta firma de Maradona. Es que Almirón explicó que, ya con Maradona muerto entregó a su superior Perroni una plantilla con el detalle de lo realizado día por día sin la firma del Diez. Sin embargo, consta en el expediente que ese documento apareció luego con una firma transversal que ocupaba todos los casilleros supuestamente de Diego. Ahora se investigará si fue falsificada.
Almirón es uno de los que ya había declarado en el expediente, pero de manera testimonial algunas horas después de la muerte de Maradona. En aquella oportunidad había dado especificaciones en cuanto al trabajo que realizó en la casa de Tigre: “Cuando me contaron respecto del trabajo que iba a tener no me dijeron que tipo de paciente iba a cuidar, solamente que debía hacer control de signos vitales, suministrar medicamentos, cuestiones de enfermería domiciliaria y evolución de la cicatriz post operatorio pero en ningún momento me comentaron ni me entregaron una epicrisis de Diego (documento que confecciona el medico al momento del alta)”.
La rueda de indagatorias continuará el miércoles justamente con el testimonio de la enfermera Madrid que fue la que estuvo en el momento en que Cosachov y el psicólogo Diaz entraron a la habitación y encontraron sin vida a Diego. En un escrito presentado días anteriores su abogado, Rodolfo Baque, anticipó que su clienta va a hablar y a responder preguntas de los fiscales. El viernes será el turno del jefe de los enfermeros Mariano Perroni y el lunes que viene el de Nancy Forlini que oficiaba de nexo entre el staff medico de Diego y la empresa de medicina prepaga.
Al momento de diseñar las fechas de las declaraciones, los investigadores dejaron a los tres médicos personales de Maradona para el final a modo de estrategia, ya que son los más complicados en el expediente. El psicólogo Diaz hablará el miércoles 23 de junio, Agustina Cosachov el viernes 25 y finalmente el medico neurocirujano Leopoldo Luque tendrá la posibilidad de defenderse el lunes 28.
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