El Comité Olímpico Argentino (COA) emitió este miércoles un fuerte repudio a la secretaria de Deportes, Inés Arrondo, por haber agraviado y presionado a tres glorias deportivas de la Argentina, en medio del escándalo por la contratación de un vuelo privado para trasladar a 60 personas a Guayaquil, Ecuador, para participar del campeonato sudamericano de atletismo.
Como reveló en exclusiva Infobae, los agredidos por la funcionaria pública fueron los medallistas olímpicos Juan Curuchet y Walter Pérez, que obtuvieron el oro en los Juegos de Beijing de 2008, y Federico Molinari, un gimnasta especialista en anillas, y que compitió con éxito en los principales torneos internacionales de su especialidad.
En una inédita declaración pública y con la firma de sus máximas autoridades, el COA expresó que “lamenta y repudia los dichos y procederes” de Arrondo, ya que “agravian a nuestra institución y además pretenden descalificar, silenciar y amedrentar a varios referentes gloriosos e intachables de nuestra reciente historia deportiva”. Además, expresa el “respaldo” del Comité y su total solidaridad con los afectados.
El Comité mencionó en el comunicado a Juan Curuchet, campeón olímpico; Walter Pérez, también campeón olímpico y presidente de la Comisión de Atletas del COA; y Federico Molinari, campeón panamericano y finalista olímpico.
Curuchet, Pérez y Molinari revelaron en diálogo con este medio que fueron víctimas de agresiones, mensajes recriminatorios y presiones abiertas por haber rechazado que, desde su cargo, Arrondo presionara para que el Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (ENARD) pague, con su presupuesto, el viaje en un avión privado para 60 enviados por la Confederación Argentina de Atletismo (CADA). El escándalo se originó porque la funcionaria, en sintonía con su segundo, Daniel Carlos Díaz, exigieron que se privilegie a esos atletas por sobre el resto de las disciplinas.
“Mentiroso” y “nefasto” fueron algunas de las descalificaciones que recibieron los dos medallistas olímpicos, simplemente porque expresaron que no estaban de acuerdo con las presiones que surgieron desde la Secretaría de Deportes para forzar la violación de los reglamentos del ENARD y priorizar a la CADA, al enviar a Guayaquil a esa numerosa comitiva. El gimnasta Federico Molinari, que representó a la Argentina en anillas en torneos mundiales, regionales y olímpicos, también tuvo un tenso intercambio de opiniones luego de que le filtraran a Arrondo la opinión que había compartido en un grupo privado de WhatsApp. “Me defendí de lo que ella decía”, reveló a este medio.
El modus operandi de Arrondo para acallar las críticas se concretó mediante mensajes a los teléfonos personales de los deportistas e, incluso, descalificaciones en redes sociales. La secretaria de Deportes y Díaz -un profesor marplatense de dilatada, probada y estrecha vinculación con la Confederación de Atletismo- pretendían que el ENARD con su presupuesto afrontara el pago de más de 100 mil dólares para enviar por avión privado a 60 deportistas para competir en Ecuador en el campeonato sudamericano. El tercer protagonista del escándalo es Juan Scarpín, que es quien maneja en los hechos la CADA.
El escándalo que se conoció la semana pasada y subió de tono en los últimos días tiene origen en que Arrondo, Díaz y Scarpín pretendían violentar los reglamentos y el funcionamiento del ENARD. Es que nunca los deportistas viajaron a ninguna competencia internacional con avión privado, menos aún cuando ahora los recursos provienen del Estado y son fondos públicos. Por otra parte, no hay antecedentes del envío de una delegación tan numerosa al exterior para un certamen regional, ya que desde 2013 al 2019, en Colombia, Lima y Asunción la representación argentina nunca superó los 35 atletas. Aunque el campeonato sudamericano suma puntos para la clasificación a los Juegos Olímpicos de Tokio, no son más de 10 los que efectivamente tienen chances de llegar a esa instancia. El ENARD había propuesto enviar 19 representantes.
Tanto Curuchet y Pérez como Molinari aclararon que los deportistas afectados no son los responsables del escándalo y apuntaron a la CADA, porque prometió que irían los 60 que habían estado entrenando para participar del campeonato sudamericano. Es que el certamen iba a realizarse en Buenos Aires pero, por falta de fondos de la propia Secretaría de Deportes y, luego, el agravamiento de la pandemia, se declinó ser la sede y se pasó a Guayaquil, Ecuador. Cuando un país organiza una competencia, en general, los participantes son más numerosos debido a que no hay que afrontar gastos de traslado, viáticos y seguros, pero por las limitaciones presupuestarias cuando se debe viajar al exterior, las comitivas se reducen a quienes tienen más chances de destacarse.
Ante la negativa del Comité y el ENARD a privilegiar a la Confederación de Atletismo por sobre el resto de los 1.500 atletas a los que asisten los organismos, se desplegó una fuerte presión que lideró de manera personal Arrondo: “La postura nuestra es que tiene que viajar la delegación que se está preparando para la instancia sudamericana y tiene la calificación para competir en esa instancia. Esa es nuestra posición, la posición de la línea del Estado, de la Secretaría de Deportes”, manifestó en una entrevista periodística.
Ante esas manifestaciones de la secretaria de Deportes que pretendía que se pagara el avión privado con dinero que no es el asignado por el Tesoro Nacional a su Secretaría sino al ENARD y las críticas al Comité Olímpico Argentino es que reaccionaron Curuchet, Pérez y Molinari. Con el agravante de que el gimnasta había expresado su opinión personal en un grupo de WhatsApp privado y sus dichos terminaron llegando de manera inexplicable a los oídos de la funcionaria, quien luego le envió desagradables mensajes recriminatorios.
“El Comité Olímpico Argentino lamenta y repudia los dichos y procederes de la Secretaria de Deportes de la Nación, Inés Arrondo, que agravian a nuestra institución y que además pretenden descalificar, silenciar y amedrentar a varios referentes gloriosos e intachables de nuestra reciente historia deportiva”, fue la declaración pública que firmaron el presidente del COA, Gerardo Werthein; la vicepresidenta Alicia Masoni de Morea; y el secretario general de la entidad, Mario Moccia.
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