Las memorias del Mundial 90 de Ruggeri: el extraño lugar donde se infiltró y su frase que generó enojo en Brasil

El Cabezón recordó el sorprendente triunfo ante la Canarinha y confesó que aquel partido significó más que la victoria sobre Inglaterra en 1986

Guardar
Ruggeri hablando del partido con Brasil en el Mundial 90

Este miércoles se cumplen 30 años de, quizá, el mayor batacazo de la Selección argentina en la historia de los Mundiales. La victoria por 1-0 ante Brasil fue más que el pase del equipo dirigido por Carlos Bilardo a los cuartos de final de Italia 1990, sino que fue una verdadera hazaña por cómo se había dado el desarrollo del juego y por la importancia del rival de enfrente, un verdadero clásico.

Fue así que uno de los que decidió hablar en este día tan especial fue Oscar Ruggeri, uno de los zagueros titulares en aquel cotejo disputado en Turín y espectador de lujo del triunfo que quedó en la memoria de todos los hinchas albicelestes.

El contexto de aquel certamen era claramente favorable para la Canarinha, que había clasificada primera en su grupo, mientras que el elenco nacional a duras penas consiguió avanzar como uno de los mejores terceros en la primera fase. Fue así que el Cabezón explicó que tal era el favoritismo que había por el Scratch que hasta el propio plantel argentino temía lo peor. “Este partido fue de los más importante, sacando las finales. Para mí fue más importante que el de Italia porque era nuestro clásico, porque Brasil era el candidato de ese Mundial y por lo que significa para nosotros. Ese día, nos daban afuera los periodistas, decían que nos íbamos y hasta nosotros decíamos que nos tocó Brasil... por suerte no nos eliminaron en la primera ronda, decíamos”, reconoció en el programa 90 Minutos, de Fox Sports.

Para Ruggeri, aquel triunfo sobre Brasil en el Mundial de 1990 fue más simbólico que la victoria ante Inglaterra en 1986
(Reuters)
Para Ruggeri, aquel triunfo sobre Brasil en el Mundial de 1990 fue más simbólico que la victoria ante Inglaterra en 1986 (Reuters)

Tan inesperado y heroico fue esta gesta que para el ex defensor de 58 años la misma ocupa un lugar muy importante en su carrera: “El partido con Inglaterra, justo en ese Mundial que nos tocó ganar, no lo tengo tan presente. Por supuesto que si nos ponemos a hablar de Mundiales lo tengo como un partido importante, encima los dos goles de Diego que se recuerdan y se van a recordar toda la vida. Pero si vos me decís ‘vamos a hablar de un partido', el de Brasil aparece entre los mejores”.

Además, Ruggeri, alentado por el periodista Daniel Arcucci, decidió contar una confindencia: las cantidad de veces y las zonas donde se tuvo que infiltrar para poder jugar sin molestias por una pubalgia que lo tenía a mal traer. “Contra Brasil no iba a jugar, pero era Brasil y tenía que estar. Entonces, lo agarré al doctor y le pedí que me infiltrara, que me ponga por todos lados. Y me pusieron dos en el púbis, abajo de la panza; dos en la ingle; y una entre los huevitos y el culito (sic). No sabés, cuando me clavó ahí... -¡Ja! Nancy está gritando y se tapa la cara-. Me metí cinco infiltraciones, se me caían las lágrimas. Me caía de la camilla. Pero me durmió y ese partido aguanté bastante. Contra Brasil me puse dos, nomás, y contra Alemania me volví a infiltrar”, reconoció el Cabezón, que mientras contaba el relato fue interrumpido por un grito de su esposa.

Una vez que el árbitro dio por finalizado el partido, los integrantes de la Selección explotaron eufóricos y salieron disparados a celebrar con los fanáticos que estaban en las gradas. Y Ruggeri admitió que aquella imagen fue una de las mayores alegrías que tuvo en su carrera deportiva: “Que lindo momento. Les digo de verdad, ahí di la vuelta olímpica y ver llorando a los brasileños en la tribuna fue de las satisfacciones más grandes que tuve en mi vida”.

Seguí leyendo:

Guardar