Surgido de Newell’s, con buenos pasos por Boca e Independiente, Bruno Marioni cimentó gran parte de su carrera en México, donde además ya se desempeñó como entrenador en Venados y Pumas de la UNAM. Potente, con capacidad para moverse por todo el frente de ataque, también llevó sus goles a España, donde jugó en Villarreal y Tenerife.
Fue en esta última institución, a la que defendió entre 2000 y 2003, donde vivió un momento incómodo dentro del campo de juego, que terminó en una anécdota escatológica, que compartió en una entrevista por Instagram con el periodista César Merlo.
“Jugaba Copa del Rey con Tenerife, y tocó jugar contra Lanzarote, en una isla cercana. Arrancamos el partido a las 7 de la tarde y hacían 33, 34 grados, estaba pesadísimo, húmedo. Y vino este cambio de clima tropical. Y el segundo tiempo lo empezamos a jugar con 20. Estaba todo transpirado y empezaron a agarrarme retorcijones. Y llegó un momento en el que los retorcijones empezaron a pasar a otro nivel. Lo llamé al entrenador y le dije: ‘Cambiame’. Y me dijo: ‘No tengo más cambios’. Y le respondí: ‘Tengo que ir al baño’. ‘No tengo más cambios’, insistió”, prologó la historia, que llegó a su momento cúlmine.
“En eso nos hacen el tercer o cuarto gol y yo no aguantaba más. Estaba vestido todo de blanco. Vi que los de Lanzarote estaban festejando, todo el mundo mirando para ahí... Me puse en cuclillas en la mitad de cancha y dije: ‘Bueno, que sea lo que Dios quiera’. La gente que se imagine qué hice”, remató. Pero la anécdota no quedó ahí.
“Lo malo de todo eso es que a los 5 minutos hicieron otro gol y me agarró lo mismo. Salí corriendo, le dije al técnico: ‘Voy al baño’, abrí la puerta del vestidor y estaba cerrado. No aguanté más y dejé que fluyera de vuelta. Vino el utilero, me cambié de ropa, jugué los últimos 10 minutos. Perdimos 5 a 0 ese partido”, completó la aventura escatológica.
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