Dentro de aquellos mitos y leyendas de antaño que atravesaron y son parte del fútbol hay una que es tan llamativa como incomprobable, al casi ni haber registros de la época, y habla de un jugador que fue el mejor exponente argentino que se vio dentro de una cancha; aquel que era mejor que Alfredo Di Stefano y Diego Armando Maradona; ese que le escapó a los grandes equipos y a la Selección por su fastidio a los entrenamientos y la disciplina: la historia de Tomás El Trinche Carlovich.
Las andanzas del rosarino son de conocimiento público, contadas de manera ilimitadas en sobremesas futboleras y transmitidas de generación en generación. La fábula del número '5′ de Central Córdoba de Rosario llegó tan lejos que hasta llegó a tener su propio documental, producido por el prestigioso programa Informe Robinson, de la televisión española.
Con 74 años, el Trinche reapareció para brindar una extensa entrevista con el programa Super Deportivo de Radio Trinidad de Santa Fe, en la que rememoró anécdotas vinculadas al mundo de la pelota.
El encuentro con Maradona en Rosario y la frase de Diego:
“Yo nunca le doy pelota a nadie, no me gustar cargosear y unos muchachos dirigentes de Central Córdoba acá de Rosario, me insistieron tanto para ir a ver al Diego al hotel cuando vino a Rosario (NdR: cuando Gimnasia visitó a Rosario Central en febrero por la Superliga), que les dije bueno, vamos a ir. Entonces vamos al hotel, con un amigo. Yo estaba a 20 metros, de donde estaba Diego que estaba rodeado de 15 o 20 personas y pasa Fatu Broun y me dice ‘¿Qué haces acá?’, yo le contestó vengo a ver al Diego, al único que puedo venir a ver, pero me va a sacar rajando y no sé como se me aparece en frente y lo primero que se hizo fue acordarse de mi vieja. ‘Trinche, la concha de tu madre...’ entonces se vino, me abrazó.... me empezó a hablar al oído y no paraba. Hasta me firmó una camiseta y me puso 'Trinche, vos fuiste mejor que yo’. Lo único que le pude contestar es Diego, ahora puedo partir tranquilo, vos fuiste lo mas grande que vi en mi vida. Me pasan cosas insólitas”.
Si hubiese compartido cancha con Maradona:
“Lo único que se es que el se hubiera hecho un pic - nic y yo solamente me hubiera llevado la pelota a mi casa. Haber jugado con el Diego habría sido la gloria. Te digo más, hubiera dado la vida por compartir una cancha con Diego. Si en algún momento de mi carrera como futbolista me decían ‘Trinche vas a jugar con Diego 45 minutos, pero después partis arriba o abajo...’, yo aceptaba y se lo firmaba, ya. ¡Qué me importa! ¡Era la ambición de mi vida!”.
El día Julio Grondona se largó a llorar por su camiseta:
“A Grondona lo conoce todo el ambiente, pero yo personalmente no lo conocía. Hace unos años atrás, vamos a AFA con 2 dirigentes de Central Córdoba a AFA, le llevaron dos camisetas, algo raro había. Yo me siento en un sillón y lo veía a Grondona a 5 metros, se viene y le dice a los dos muchachos dirigentes que estaban conmigo ‘Ustedes se van, no los quiero ver acá’. Grondona se va a una reunión con los Presidentes de los clubes y al rato vuelve, para qué... cuando me ve el viejo me dice.. ‘Trinche, vení pasa a la oficina’. Ahí me empezó a contar que me iba a ver a jugar al fútbol con su señora y que se yo. Cuando le firme un par de camisetas el viejo se puso tristísimo y se largo a llorar. Estaba emocionado, no sabes como estaba, lloraba...”.
El llamado de Claudio Caniggia:
“Un día me llama un hombre de Monte Maíz (Córdoba) que me decía que era amigo del Diego y que se yo, que disculpará el atrevimiento, pero que mañana me iba a llamar el Pajaro y yo le digo ¿Que pájaro? El me contesta y me dice: Caniggia. Yo lo primero que le digo es no me jodas, porque yo lo conozco a él, pero es muy difícil que el me conozca a mí. Nada eso, al otro día me llamó, se presentó me dice que era Caniggia. ¡No lo podía creer! y me empezó a contar mi historia y que la conocía y que se yo. Resulta que el tipo quería un video para un amigo de él que era fanático mio y que estaba en Londres y que cumplía los años. Era una sorpresa que quería hacerle a este amigo y se lo mande a la semana. Después me llamó el tipo y me dijo que se estaba muriendo. De esas historias me pasaron 1000″.
El regalo que le envió Bielsa y la cena pendiente:
“Un día me llama el secretario privado de Bielsa diciéndome que Marcelo tenía algo para darme. Él estaba dirigiendo en Francia. Resulta que el tipo me regaló un libro de Francia, donde había 4 hojas mías, ese libro vale oro, es espectacular. Había fotos espectaculares que me habían pasado en esas páginas. Quedó pendiente una comida con Marcelo Bielsa, él es perfil bajo, muy humilde. De tal manera que la hermana le dice ‘Si vas a comer con el Trinche no te levantes y vayas a ver un video, porque el Trinche se va... eh’, ja”.
Cuando Pelé no lo quiso en el Cosmos de Estados Unidos:
“Yo estuve a punto de ir a Francia cuando estaba en Rosario, no se hizo. Después cuando estuve en Mendoza estuvo a punto de irme al “Cosmos”, en Estados Unidos, donde estaba el Negro Pelé y no sé que paso. Hay comentarios malos, a mi me bajó el dedo Pele, esos son los comentarios que siempre me han llegado. No me gusta hablar, pero me parece que paso eso...".
Seguí leyendo: