Es fácil quedarse en las mieles del éxito que uno cosechó en su etapa como jugador, reposar en ese pedestal de ídolo intachable que uno se ganó adentro de un campo de juego. Sin embargo, Martín Palermo, en su afán por continuar ligado al fútbol, optó por el desafío de ser entrenador luego de colgar los botines en 2011, pero se topó con un mundo nuevo repleto de insatisfacciones.
Tras su último trabajo como DT en el Pachuca de México y estar actualmente sin club, el Titán confesó que no le fue fácil la transición hacia el otro lado de la línea de cal y reveló cómo tuvo que trabajar su frustración para seguir vinculado al deporte que lo apasiona. "Busco ser feliz como entrenador, pero no puedo comparar lo que gané como futbolista”, declaró el ex goleador en diálogo con el programa radial Tanto por Decir.
Fue así que el Loco, de 46 años, relató sus primeras experiencias con el buzo de entrenador y cómo se adaptó. “En este último tiempo trabaje mucho la insatisfacción que me causaba ser entrenador y competir con lo que fui como jugador. A veces me sentía frustrado. Me decía a mí mismo: ‘Yo elegí esto y no le estoy encontrando la vuelta’. Empecé a competir con el jugador que fui y el dolor era tan grande cuando perdía que me empecé a echar la culpa. Culpa, culpa y culpa. No quería ser técnico de esta manera y tuve que hacer una terapia. Pensaba: ‘Si esto no lo voy a disfrutar, me dedico a otra cosa’”, se sinceró.
De esta manera, Palermo tuvo que aprender a convivir con su glorioso pasado como delantero, tiempo en el que conquistó 14 títulos con Boca (entre ellos dos Copas Libertadores y una Intercontinental) y convirtió 297 goles. “Es lindo ser el 9 goleador, hablar de esos momentos, recordarlos... me emociona. Pero hoy soy entrenador y debo diferenciar las cosas. Lo que hice como jugador, ya lo hice. Conseguí todo lo que conseguí pero ya está. Tal vez cuando deje de ser entrenador no haya conseguido ningún título, pero al menos quiero haberlo disfrutado”, expresó.
Otro de los temas abordados por el ex Estudiantes de La Plata y Villarreal de España fue el del último título conseguido por el Xeneize en la Superliga. “Es un cambio importante desde lo mental, para el hincha y para el propio jugador. Haber conseguido ese campeonato, de la manera que se dio, es el cambio que se necesitaba. Habrá que ver que con todo esto no se pierda el envión anímico. Fue sacarse esa mochila que venían trayendo mucho los jugadores. Ahora es distinto, se descomprimió y se lo ve diferente al jugador de Boca”, reconoció.
Palermo debutó como DT en 2012 al frente de Godoy Cruz, club en el que dirigió 44 partidos y consiguió el 45% de los puntos; después en 2014 estuvo en Arsenal, donde sacó el 40% de las unidades en juego de 36 cotejos. De 2016 a 2018 tuvo su primera experiencia internacional en Unión Española de Chile (52% en 92 PJ); mientras que en su último equipo estuvo un año en el que consiguió el 48% de efectividad en 39 compromisos.
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