Muchas de las actividades que están paradas por la cuarentena a causa del coronavirus viven un momento delicado. El deporte entre ellos. Y el automovilismo al ser la disciplina más cara es la más necesitada por volver a pista. A nivel nacional los equipos y pilotos cruzan los dedos para que los motores se enciendan otra vez. Por ahora la punta de lanza la tomó la Asociación Corredores Turismo Carretera (ACTC) que aspira a un retorno en junio o julio a más tardar. Pero en esa movida aún no tienen el apoyo de otras categorías importantes. Infobae habló con fuentes de la dirigencia, escuderías y algunos corredores para saber cuál es el panorama y cómo se podría retomar la actividad.
Hay algunas versiones que afirman que la ACTC quiere una reunión con el propio presidente Alberto Fernández. Pero este medio pudo confirmar que se está gestionando un encuentro con Matías Lammens, Ministro de Turismo y Deporte, aunque todavía no tuvieron una respuesta. El TC, sus divisiones menores (TC Pista, TC Pick Up, TC Mouras y TC Pista Mouras) y el Turismo Nacional (TN), que están alineadas y salen por la pantalla de la TV Pública, en principio plantearon volver a fines de mayo o en junio, el mes donde se espera el pico de contagios en nuestro país. Por eso luego asomó julio como la variante más extrema.
Se esgrime que los pilotos no tienen contacto físico y que los mecánicos podrían trabajar con mascarillas. También hay que recordar el ejemplo de Alberto Canapino quien en las últimas fechas del TC en 2019 estuvo suspendido y vía Skipe brindó la asistencia del chasis para el auto de su hijo, Agustín Canapino, quien terminó logrando su cuarto título. No es lo ideal, pero sí una alternativa.
Otra propuesta de la ACTC es volver sin público y que los ingresos se generen por las transmisiones televisivas. Sin gente en los circuitos se aumentaría el rating. Así las empresas que son sponsors de los pilotos tendrían una mayor exposición. También trabajar con el personal mínimo e indispensable en los boxes. Sirve de ejemplo la única fecha corrida por el Top Race este año en Concepción del Uruguay, Entre Ríos y el segundo evento que tuvo el TN, que fue en Villa Mercedes, San Luis. Ambas carreras fueron sin público, el pasado 13 de marzo.
Si la actividad vuelve también hay un plan para reducir los costos. Se basa en que los autos puedan ser trasladados en los camiones “mosquitos” (habría una empresa que estaría disponible). También que los pilotos y mecánicos duerman en hoteles, si es que éstos se habilitan. Caso contrario, se recurrirán a los motorhomes, algo no ideal por comodidades y presupuestos. Se suma el no correr a más de 500/600 km de Buenos Aires. Salvo que alguna Gobernación también se haga cargo de la logística con el traslado de los autos y equipos, algo poco probable por la coyuntura actual. Los circuitos ubicados en Buenos Aires, Santa Fe y Entre Ríos apuntarían a ser las sedes. Puede sumarse el cordobés de Alta Gracia ya que cuatro de los cinco equipos oficiales de STC 2000 tienen sede en esa provincia.
Al correr sin gente es la gran posibilidad para que el Autódromo de la Ciudad de Buenos Aires Oscar y Juan Gálvez, tenga otra vez presencia de todas las categorías nacionales de importancia. Cabe recordar que ante las exigencias de la Agencia Gubernamental de Control (AGC) que toma muchos recaudos para habilitar las tribunas y el resto de las instalaciones del Coliseo porteño, es muy alto costo para poder disponer de todo el predio. “El Autódromo está a disposición de todos, más en este contexto. Es difícil tener certezas, es un día a día. Seguimos con mucho trabajo virtual, incluso colaborando por ejemplo con otras áreas del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires”, dijo una fuente importante del circuito capitalino.
Otra base para la vuelta y seguir buscando que los gastos se reduzcan al máximo es que las categorías compartan los autódromos. Si se permite la presencia del público hacia fin de año no es descabellado extender los calendarios en el verano y luego ver cómo se encara la temporada 2021.
¿Cómo se podrían organizar los equipos los fines de semana? “La atención se reducirá al mínimo. Dos o tres mecánicos por auto, un ingeniero, el piloto y el responsable del equipo”, afirma un importante dueño de una escuadra del mundo del TC. “Pienso que todo se va a ir complicando más, lamentablemente”, agrega. “También vamos a necesitar de un sinceramiento de los que cobran locuras a la hora de brindar la atención en un auto. Será un momento en el que los vivos perderán un poco de plata. Todos los presupuestos se tendrán que reacomodar”, destaca.
Por otro lado se ubica el Súper TC 2000 que es fiscalizado por el Automóvil Club Argentino (ACA). Ahí afirman que “no hablaron con la ACTC ni tampoco tienen pensada una reunión, que sí están en plenas charlas con el ACA, pero que esperarán a la novedades que disponga el Estado sobre la reapertura de las actividades”. Tampoco analizan un encuentro con el Presidente o alguna otra autoridad nacional. A propósito de la categoría, su máximo referente deportivo y técnico Edgardo Fernández ya no está cargo y su lugar por ahora lo tomó un grupo de personas que trabaja para Auto Sports S.A., la empresa que dirige a la especialidad y que a su vez pertenece al Grupo Clarín.
Víctor Rosso, responsable del equipo Honda del Súper TC 2000, sostiene que “es muy prematuro. Aún no hablamos del tema. Tal vez se podría volver en julio y con una sola carrera durante el fin de semana. Es probable que la actividad se reduzca a solo un día. Todos estamos esperando qué va a pasar cuando en algún momento levanten la cuarentena. También habrá que ver si van a dejar ingresar mucha gente en los autódromos. Al menos en los boxes porque las tribunas es posible que estén vacías”.
“Estamos en permanente contacto con los otros equipos. Aún no hablamos de la vuelta. Nosotros seguimos trabajando haciendo investigación y desarrollo. Trabajando desde casa, pero con mucha interconexión. Está viva la expectativa para que esto se destrabe. Si se da la chance veremos qué protocolo se puede dar y con qué cantidad de gente en los boxes. Tenemos que dar el ensayo virtual para estar listo. Va a depender de dos cuestiones: cuándo la actividad va a estar habilitada y en qué condiciones”, explica Darío Ramonda, team-manager de Toyota Gazoo Racing Argentina, escudería que está en el STC 2000 y Top Race.
Ramonda advierte que “todos tendremos una dificultad severa si las carreras no vuelven. Nosotros tenemos un respaldo extraordinario de Toyota Argentina, pero el panorama general no nos saca la tranquilidad. Ojalá fuera el mes de julio cuando se retome la actividad”. Si llega a ser en ese mes resulta complicado, ya que General Motors anunció un cese de actividad hasta el 31 de julio. Entonces, si el STC 2000 vuelve antes de esa fecha, no tendrá la presencia del equipo oficial de Chevrolet.
Mientras que Luciano Monti montó su equipo privado en el Súper TC 2000 y es un buen ejemplo del profesional independiente dentro del automovilismo y que se ve muy afectado. Sostiene que “sin carreras no podemos juntar plata para abrir un taller. Formamos nuestro equipo siendo cuatro ingenieros que somos monotributistas. No tengo empleados porque lo contraté al equipo Río de la Plata que no iba a poder arrancar en el TC 2000 para que se haga cargo de nuestra escuadra en el Súper TC 2000. Hicimos una gran inversión y lamentablemente nos pasó esto. Estaba hablando con algunos patrocinantes y estuve a punto de cerrarlos antes del inicio de la temporada. El viernes 20 de marzo uno me iba a confirmar y el jueves 19 anunciaron la cuarentena…” Y el técnico planteó un interrogante: “Una vez que pase esto y en el caso de que se permita la presencia de público ¿la gente volverá rápido a concurrir a eventos masivos?”
En tanto que la situación para muchos de los protagonistas que viven de la actividad es dramática. Si no hay carreras no hay ingresos de patrocinantes para los pilotos. A su vez éstos no pueden pagarles a los equipos, quienes también se ven complicados para abonar los sueldos. Cada escudería es una PyME. Se trata de no menos de 16 personas contando mecánicos y el resto de los integrantes. Otro propietario de equipo del ámbito del TC asevera que “se pagó el sueldo de marzo con las pocas carreras que hubo. Se hizo con fondos genuinos, es decir, con plata que no recaudamos. Entonces marzo se pagó con esfuerzo, los sueldos de abril no sé cómo vamos a hacer y sería catastrófico que esto siga parado en mayo. Es decir, será muy difícil tener que cubrir sueldos sin ingresos por carreras en abril, mayo y junio. Sabemos que ya hubo muchos cheques rechazados. Ojalá que en julio a más tardar se puede volver la actividad”.
Los acuerdos con los sponsors en general son de palabras. En abril la facturación de los equipos será de cero. La situación es muy grave y la sensación es que mientras más se extienda, más problemas van a haber. Más allá de la hipotética vuelta, será duro arrancar porque habrá que ver cuál es la situación de cada una de las empresas que son patrocinantes de los pilotos. Incluso las que sigan funcionando una vez que se levante la cuarentena es posible que lo primero que recorten sea la publicidad…
Las categorías también viven un momento delicado porque tienen mucha gente a cargo. Tienen sus propios sponsors por eso apelan a las carreras de simuladores para poder mostrar a esas empresas. También es complicado el tema para los proveedores exclusivos del automovilismo como las gomas y otros elementos. Estos son los principales interesados en que la actividad se reanude cuanto antes.
El panorama indica que la vuelta de las carreras será muy dura desde donde se la mire. Es posible que muchos queden en el camino. También se hará muy difícil recaudar para poder correr. Consistirá en un barajar y dar de nuevo. Una solución puede llegar a ser reducir la cantidad de autos. En algún momento este deporte en nuestro país generó mucha plata. Era un gran negocio, pero desde hace un tiempo eso no pasa con la mayoría de las categorías nacionales.
Se suele afirmar que las crisis son momentos de oportunidades. Desde hace años el automovilismo argentino atraviesa una grieta con dos fiscalizadoras (ACTC y ACA) y sin diálogo entre los responsables de las categorías más importantes, el TC y el Súper TC 2000. Llegó la hora de hablar y juntar esfuerzos. Si los dirigentes que son referentes no se unen para plantear una vuelta de forma conjunta, será muy difícil que el Estado los escuche y vea su interés para retomar la actividad.
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