Eran tiempos oscuros para Diego Armando Maradona. Corría el año 1995 y el astro de Villa Fiorito se encontraba suspendido por la FIFA durante 15 meses para ejercer como jugador profesional después de haber dado positivo por efedrina en un test antidoping en el Mundial de Estados Unidos de 1994. Pelusa se encontraba dirigiendo técnicamente a Racing, cuando recibió la oferta de Pelé para jugar en el Santos. Los detalles de esta historia poco conocido por los amantes del fútbol.
Todos los datos de la transferencia que nunca se hizo y que protagonizaron dos de los mejores futbolistas de todos los tiempos fue difundida por el periódico Folha de Sao Paulo, quien hizo un seguimiento minucioso de todo lo ocurrido al rededor del pase frustrado del Diez al mítico club donde había brillado O Rey.
Según indica el archivo, el club paulista atravesaba una larga sequía de títulos, la última vuelta olímpica la había dado en 1984 cuando se adjudicó el campeonato regional, pero las competencias nacionales e internacionales les eran esquivas desde 1964, cuando Arantes do Nascimento aún era el amo y señor de la pelota.
Fue así que al propio Pelé se le ocurrió cómo devolverle prestigio y cómo volverlo a colocar en las primeras planas del mundo al club de sus amores: en septiembre de ese año a Maradona se le levantaba la sanción y su arribo al Peixe, con la camiseta ’10′ incluida, sería todo un boom para el planeta del fútbol.
El 30 de mayo de 1995, el artículo publicado por el medio antes mencionado comenzaba con estas líneas: “Se espera que el jugador argentino Diego Maradona, de 33 años, firme un contrato definitivo con Pelé Sports & Marketing la próxima semana. El director del proyecto de la compañía, Roberto Seabra, de 53 años, dijo ayer que Pelé y Maradona deberían reunirse para firmar el contrato en la ciudad de San Pablo”.
Los informativos de esa época detallaban que el plan del brasileño tres veces campeón del mundo era contratar a Pelusa desde su propia empresa, quien iba a hacerse cargo del pase y los sueldos del argentino durante su estadía en el fútbol de Brasil. La idea de Pelé es que tanto su firma, como Unicor -el entonces patrocinador del Santos- y una marca más que se escogería por licitación se hagan cargo de los 4 millones de dólares que le prometieron a Maradona por dos temporadas. Todo el dinero invertido se recuperaría con los derechos de televisación de los partidos y el marketing al rededor del argentino.
En ese entonces, Roberto Seabra, director de la empresa que llevaba el nombre de Pelé, reconoció que ya hubieron distintos encuentros y negociaciones entre Diego y O Rey, que el acuerdo estaba muy cerca de cerrarse y que el jugador argentino estaba muy emocionado por poder retomar su carrera. Sim embargo, el hecho nunca sucedió.
Desde Brasil afirman distintas cuestiones acerca de porqué no se concretó la llegada de Maradona. Algunas versiones hablan de que el campeón del mundo de 1986 exigió más dinero del acordado, otras mencionan que el interés de Boca Juniors por repatriar al astro se interpusieron en el medio. La realidad es que Pelé se bajó de las negociaciones en junio y Diego volvió a la actividad el 30 de septiembre con la camiseta del Xeneize.
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