La excursión de Daniele De Rossi por el fútbol argentino fue corta. El mítico volante italiano apenas defendió la camiseta de Boca durante seis meses, pero aquel período alcanzó para que al romano de 36 años le quede guardado en su cabeza su experiencia en el país.
En medio de la crisis mundial debido a la pandemia del coronavirus, Lelé, recluído en Italia, uno d elos países más afectados, le brindó una entrevista a la cadena Sky Sports en la que habló sobre su paso por la Superliga y qué sintió al vestir los colores del Xeneize.
“Necesitaríamos una cuarentena completa para contar cómo se sintieron esos seis meses. Argentina es similar a Italia, vive de pasiones por todo, desde la comida hasta la música y luego fluye al fútbol. Es un campeonato que podríamos discutir tácticamente, pero los jugadores nunca retiran las piernas, incluso en el entrenamiento. Nunca he visto a un jugador no dar el 200% de lo que tenían en sus cuerpos”, fue la curiosa declaración que hizo Daniele acerca de la liga argentina, remarcando la pasión tanto del público como la de sus jugadores.
De Rossi no dudó en explicar cómo fue cumplir su sueño de jugar en la Bombonera. “Lo más hermoso es lo que ves en las gradas. Es un calor que ya no tenemos en Italia, es pura y desinteresada pasión. La Bombonera es la más sensacional en el mundo. Les deseo a los más fanáticos que lo visiten al menos una vez durante un partido de Boca. Me siento privilegiado de haber jugado ahí, incluso si no duró mucho”, detalló.
Tras 18 temporadas como jugador y emblema de la Roma, el Tano decidió romper el mercado y desembarcar en el elenco de la Ribera para terminar su carrera en Sudamérica. Allí, disputó siete encuentros, entre julio y diciembre de 2019, y llegó a anotar un gol, hasta que el 6 de enero anunció que se iba de Boca y ponía fin a su carrera como futbolista.
Lelé recordó un detalle de lo que fue su último encuentro ante Rosario Central. “Perdimos, tuvimos problemas, pero era el escenario correcto para terminar mi carrera. Cuando haces el calentamiento en cinco metros cuadrados, puedes ser exigente y decir: ‘no estoy jugando aquí’. O dejarte llevar por la pasión de los argentinos para este juego. Fue maravilloso conocer y cerrar página en Argentina”, concluyó.
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