“Sigo todo esto con un susto y un miedo terribles”.
Roberto Carlos Sosa, el Pampa, como lo apodó el planeta fútbol, contó en diálogo con Infobae cómo lo afectó en lo personal la crisis por el coronavirus. Si bien el ex delantero de Boca, Udinese y Napoli, entre otros, no contrajo el virus, sí sufrió a la distancia el drama de no poder estar con sus seres queridos o de verlos sufrir, como le ocurrió con sus amigos de Italia que han perdido familiares.
En medio de este flagelo por la pandemia que tiene en vilo al mundo entero, el Pampa vivió una verdadera odisea que, aunque terminó con final feliz, tuvo momentos de zozobra y preocupación. Es que cuando se decretó en Argentina el cierre de fronteras para tratar de impedir la propagación del COVID-19, él se encontraba en Bolivia dirigiendo al Ciclón de Tarija, de la segunda división.
A partir de ese entonces, comenzó el operativo para intentar regresar al país para afrontar la cuarentena junto a su familia. Pese a que estuvo dos días y medio en la ruta, con tres micros distintos y la angustia a cuestas por no saber qué le depararía el futuro, el Pampa pudo retornar a la Argentina.
“En primer lugar le quiero agradecer al cónsul argentino en Tarija, Carlos López Sanabria, que fue quien organizó este viaje, que cuando se termine en Retiro será de 36 horas”, remarcó desde la ruta. Habrá que sumarle las horas que le llevó el trayecto desde la terminal de C.A.B.A. hasta La Plata.
Fueron 22 los argentinos repatriados desde Bolivia gracias al “consulado y al Ministerio de Transporte”. El Pampa repite su agradecimiento porque, en las últimas horas, el presidente Alberto Fernández anunció que los repatriamientos por ahora están cancelados. “Uno la lamenta, pero pienso que es una medida pensada y estudiada”, agregó.
Con el bolso en mano y un sándwich que alcanzó a preparar antes de emprender el viaje, el Pampa Sosa inició una verdadera travesía. Se le sumaron “algunas masitas” que ofreció otro de los ocupantes, con quien se mantuvo la distancia e higiene recomendadas por las autoridades sanitarias. En el paso fronterizo de Aguas Blancas pasaron al segundo micro y luego volvieron a cambiar de bus en General Güemes (Salta), donde algunos integrantes descendieron del vehículo. En este último lapso pudieron cargar combustible por la madrugada en la única estación YPF que vieron abierta. “Bajamos de a uno y cargamos agua para el mate, que por supuesto no se comparte”, aclaró.
Pese a todo lo que vivió, el Pampa es un agradecido. “La verdad que fue un viaje largo, pero se pasó rápido porque las ganas por llegar son más importantes. Uno se lamenta a veces por el tránsito de la ciudad y yo hoy estoy feliz porque vuelvo a casa, a estar con mi mujer y en un momento complicado para el mundo. Hay que quedarse en casa, no hay otra manera de parar esto. Voy a cumplir con los 14 días de cuarentena y ojalá todo esto se pueda solucionar porque tengo muchos amigos y familiares en Italia y sé lo que están sufriendo. Ojalá no lleguemos a ese punto, lo mejor es quedarse en casa”, advirtió.
El tono del ex delantero de Udinese y Napoli, también con paso por el Ascoli y Messina de Italia, fue de preocupación. Y no es para menos, ya que cuenta con amigos en Europa quienes le fueron retratando minuto a minuto la gravedad de esta pandemia que golpeó y muy fuerte por aquellos lados por no haber sido tomado en serio en un principio.
“Sigo todo con un terrible susto, un terrible miedo. La familia de mi pareja es napolitana en la parte del sur de Italia y también están constantemente tomando todos los recaudos necesarios. Lamentablemente en España y en Italia las mediadas se tomaron un poco tarde y todavía no ha llegado a su pico máximo y entonces viven con miedo”. El día de hoy, en Italia se registraron 683 nuevos fallecidos por el coronavirus y ya son 7.503 los muertos, con un total de 74.386 infectados.
“Estoy en un grupo de Whatsapp con amigos con los que trabajaba en la TV de Italia. Uno de ellos comunicó hoy que perdió a su papá por coronavirus. Es terrible, indignante. No hay otra cosa que quedarse en su casa, tratar de hacer esta cuarentena al ciento por ciento y tratar de respetar las reglas. Yo felicito al Gobierno argentino desde mi pequeño punto de vista porque están tomando medidas que son un ejemplo para todos”.
El Pampa Sosa debutó en Gimnasia y Esgrima La Plata en la temporada 95/96. Jugó tres temporadas en el Lobo y otras tres en Udinese de Italia hasta que recaló en Boca en la temporada 2002/03. Luego tuvo otros dos pasos por Gimnasia, el Ascoli y Messina de Italia, pero alcanzó su pico de rendimiento en el Napoli durante 2004 hasta 2008, donde el equipo del Sur ascendió desde la Primera C al Calcio en tres años. Tuvo el privilegio de usar por última vez el dorsal 10, que luego el conjunto napolitano retiró en homenaje a Diego Maradona. Sanremese de Italia y FC Rapperswil-Jona de Suiza fueron sus últimos clubes hasta su retiro en 2012.
Dos años después debutó como entrenador en el Sorrento 1945 de Italia, dirigió Unione Sportiva Savoia entre 2015 y 2016 y CS Vultur Rionero al año siguiente. Dejó Italia en 2018 y volvió a la Argentina para comandar los destinos del Cañuelas Fútbol Club, que milita en la Primera C. Este año acordó con el Club Atlético Ciclón de Tarija, Bolivia, donde llevó como refuerzo a Patricio Toranzo.
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