Ángel Cappa es una persona que no se calla nunca. Siempre dice lo que piensa. Hace años que vive en Madrid junto a su mujer y su hijo Jorge. Pero no está ajeno a lo que sucede en la Argentina, su país de origen. Y hacia donde viaja seguido para visitar familiares y amigos.
En dialogó con Infobae, brindo detalles sobre el cuadro de situación que atraviesa la ciudad de donde reside hoy en día: “Estamos encerrados en casa y sólo salimos de a uno a comprar. Lo único que abren son las farmacias y los supermercados. También los estancos para los fumadores, sino se vuelven locos”.
“Los bares, restaurantes y colegios están todos cerrados por dos semanas, en estado de alarma. Hace cinco días que no salgo de mi casa, para cuidarme. La gente sale sin barbijos. No hay actividades deportivas “, remarcó desde su casa en la capital española.
“Estamos criados en el individualismo. Hay mucha gente histérica que compra infinidad de cosas como si se terminará el mundo mañana. Ayer en una hora se llevaron toneladas de papel higiénico. Es algo demencial. Hoy, ya hay 1000 infectados más en España. Se vive con mucha paranoia. Y mucho miedo”, recalcó con voz de preocupación.
Durante su periodo de cuarentena, el oriundo de Bahía Blanca cuenta cómo pasa su tiempo: “Hay un hábito que hay que aprender a adquirir y lamentablemente no se contagia, que es la lectura. Aprovecho para leer y escribir mucho en estos momentos. Escucho música y veo películas. No me aburro. No tengo tiempo de aburrirme”. Y se sinceró: “Compramos en el supermercado. Yo no cocino. Lo hace mi mujer. Yo colaboro lavando los platos”.
Además, el ex DT de Gimnasia, Racing y River contó la situación desesperante que padecen los hospitales madrileños por falta de insumos: “En Madrid se están muriendo en los hospitales porque hay pocos respiradores y, como afecta a los pulmones, se necesitan más. Entonces, como no dan abasto, los médicos con los materiales y hay mucha gente afectada a punto de morir, tienen que elegir entre a quienes dejan morir y a quienes le salvan la vida. Se producen situaciones tremendas. Por ejemplo, el otro día tuvieron que elegir entre un muchacho de 40 años con tres hijos y un anciano de 80. Al viejo lo saludaron y le pusieron el respirador al joven”.
Mas allá que hace un largo tiempo se fue a vivir a España, no deja de lado lo que pasa en nuestro país. El técnico se refirió a la situación que padece Argentina con el COVID-19: “No entiendo cómo no toman las medidas drásticas ahora, antes de que se propague más, ya que estamos a tiempo. Me deja perplejo”, contó en modo de sorpresa.
Como ex entrenador del Millonario durante el 2010, se refirió a la decisión del conjunto de Nuñez de no presentarse a jugar el último fin de semana ante Atlético Tucumán y avaló esa postura: “Quiero felicitar a la gente de River. Me parece un gesto solidario e imprescindible. Si las autoridades no tuvieron la sabiduría ni el valor de hacerlo, me parece bien que el club haya dicho ´no jugamos porque acá está en juego la vida de la gente´. Fue insólito que no lo hayan acompañado los demás clubes”, subrayó, enojado.
“No cabe en mi cabeza. No lo entiendo. Si los jugadores se contagian, se lo transmiten a sus familiares. Eso de jugar sin gente es una idiotez. ¿El valor de los jugadores y utileros no tiene importancia? ¿Y el de los médicos y los empleados que trabajan en los estadios? Me parece tremendo”, reiteró. “Hay mucha ignorancia e idiotez en todo esto. Es una locura que se siga jugando. Es un riesgo que no tiene nombre. ¿Los futbolistas y árbitros son superhombres que no se van a contagiar? ¿Los utileros, no importan? Es una irresponsabilidad tan grande que me supera”, insistió. Su postura, y la de los protagonistas del fútbol argentino, tuvo eco: la AFA decidió suspender la actividad en todas sus categorías hasta el 31 de marzo.
En otro orden, el DT recordó que durante el 2009 hubo una enfermedad muy parecida que estuvo a punto de suspender el fútbol, pero que finalmente permitió la disputa del final del torneo Clausura entre Vélez y Huracán en Liniers, con el arbitraje de Gabriel Brazenas. El campeón fue el conjunto de Ricardo Gareca sobre su equipo, en un partido controversial.
No obstante, previo a ese partido, se estuvo discutiendo toda la semana sobre la posible postergación del encuentro, ya que Argentina padecía muchos infectados por la gripe A, que dejó un saldo de 625 muertos y más de 10 mil casos de influenza por la cepa A H1 N1.
A raíz de que no se paralizó el fútbol, ese partido se desarrolló el 5 de julio en el José Amalfitni a puertas abiertas, con ambas parcialidades, y con muchos hinchas en las tribunas con barbijos y alcohol en gel en sus manos.
Al recordar esa situación, el ex director técnico del Globo, mentor de aquel equipo que deslumbró por su estilo de juego, sostuvo: “Me acuerdo de la gripe A en el 2009. No hay comparación. No se llegó nunca a algo concreto. Nadie tomó precaución en ninguna parte del mundo con esa enfermedad. Eso fue una cosa que pasó y no tenía las mismas consecuencias de ahora”, aclaró.
“No soy de callarme la boca, nunca. Si hubiera sido consciente del peligro que generaba por supuesto que hubiera pedido que no se jugara. Esto es distinto a la gripe A. Tiene una gravedad especial el coronavirus. Es más grave que todas las gripes que padecimos hasta ahora”, fue su última reflexión.
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