Gustavo Alfaro reivindicó su discutido planteo en el Monumental, en lo que fue el primer cruce entre Boca y River tras la histórica final en Madrid por la Copa Libertadores 2018. Ese Superclásico, disputado el 1 de septiembre de 2019, finalizó 0 a 0 y todas las críticas cayeron sobre el DT xeneize por la forma en que decidió disputar el encuentro.
“Yo analizaba el rendimiento de River y lo comparaba con el de Boca y tenía claro la virtud de River. Era un equipo que presionaba muy bien, con extremos, con delanteros que achicaban líneas y que sabía por dónde jugar. Pero yo sabía que esa presión duraba 30 minutos el primer tiempo y quince del segundo tiempo e imaginaba un escenario, en medio de un clima de globitos negros, difícil. Yo no iba a ir a la cancha de River a que me rompieran la boca, yo tenía que jugar un partido inteligente para llevarlo al terreno donde yo sabía que podía ganarle, con los problemas que tenía por las bajas de Wanchope (Ábila), Mauro (Zárate) y Salvio. Tenía que apostar a un tiempo para ganarle y eso era los últimos 20 minutos de partido”, explicó Alfaro sobre ese empate que, seis meses después, terminó sirviendo para lograr el campeonato.
“River no tenía nada para perder”, continuó el ex DT, en los estudios de Radio La Red. “Yo eso se lo expliqué a Carlos (Tevez). Con Bebelo (Reynoso), Villa y Tevez, nosotros le ganamos el partido. Era aguantarlo en un momento y para mí lo tuvimos para ganarlo en los últimos 20 minutos de partido”, agregó.
La postura del Apache, quien entró al Monumental con gestos de fastidio, fue otro de los puntos difíciles con los que tuvo que lidiar Alfaro en esos días. “Él lo sabía antes del partido porque yo nunca llego a un vestuario un domingo sin confirmar la formación. Yo el sábado ya había definido el equipo que iba a arrancar. Después me dice: ‘míster, me lo hubiese dicho y yo de última no me fastidiaba’. ‘Pero Carlos, le respondo, yo no puedo andar explicando estratégicamente qué hacer en cada situación o por qué hago esto o lo otro’. No tenía problema en darle la explicación y lo que yo buscaba era una cuestión de estrategia, de lo que veo en función de cómo plantea, juega y presiona River. ‘Te voy a necesitar en este lapso de partido’. Y tuvimos las chances más claras nosotros, con foules sobre Villa en el borde del área, el tiro libre de Tevez...”.
“Ese punto sirvió en todo aspecto, no solo por el campeonato obtenido. Siempre le decía a los jugadores, los puntos que se pierden al principio del campeonato se lamentan al final, porque cuando al final cuando llegás pensás en ese punto que faltó”, siguió el ex DT, quien dijo que le dolió mucho el partido que perdieron con Racing. “Tuve que poner un equipo alternativo y ahí perdimos el invicto, pero la prioridad era pasar con River, en semifinales. Por eso era importante perder puntos en la quinta fecha (duelo ante River). Yo le di la misma importancia que la Libertadores, no quería dejar de lado el campeonato aunque todos queríamos la Copa. Porque y le dije a los jugadores que contra Gimnasia (en la última fecha) aunque yo no esté, se iban a colgar la medalla. Y que cuando miraran hacia atrás lo iban a valorar”.
Gustavo Alfaro dijo que sintió “un alivio enorme” con el campeonato que Boca obtuvo y que siente que su contrato “con Boca terminó el sábado”. Y confesó el “sacrificio” que hizo por el equipo xeneize: “Agradezco a los equipos, como Colo Colo, que me buscaron en este tiempo. Recibí una oferta muy linda, pero sentía que más allá del hecho de haber terminado mi proceso en Boca en diciembre, el mismo continuaba. Yo sentía que la realidad de Boca me llevaba de la mano para bien o para mal y cualquier cosa que yo pudiera decir podría abrir un foco de conflicto, y no quería. Boca necesitaba paz y no podía responder lo que se decía. No era un momento para salir a hablar ni para asumir en un equipo porque si trabajaba en cualquier parte era inevitable tener que responder de Boca, porque me lo iban a preguntar. Mi contrato y mi relación en Boca terminó el sábado. Mi proceso terminó ahora, ahora sí yo estoy liberado”.
Y cerró: “El final del torneo lo viví con mucha tensión. Lo seguí por teléfono desde New York por el cumpleaños de mi hija. Lo de Russo y lo de los jugadores fue muy bueno. Por Miguel tengo un aprecio particular. Sin embargo, no creo tener que estar en la fiesta del campeón”.
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