Roberto Mouzo, el hombre que más veces vistió la camiseta de Boca brindó detalles y hasta se quebró al hablar del día que se quiso suicidar, hace 11 años, y uno de sus perros le salvó la vida. “No sabía que estaba haciendo, tenía un cuchillo en la mano y escuché que el perro se largó a llorar y me hizo reaccionar”, contó sobre el mal momento que pasó por la muerte de su esposa.
En una desgarradora charla en Súper Deportivo Radio por Radio Villa Trinidad, el ídolo xeneize también recordó su gran paso por el club, donde con 426 partidos se convirtió en el futbolista que más veces vistió la camiseta de Boca en la historia (396 por torneos locales y 30 en certámenes internacionales).
En este sentido, quien fuera partícipe del bicampeonato en la Copa Libertadores (1977-1978) y la obtención de la Copa Intercontinental ante el Borussia Monchengladbach, reclamó por su estatua. “Angelici me dijo que me la iba a hacer, ahora no sé qué va a pasar. Espero que me la hagan, cuando veo la de Bianchi, Rojitas, Guillermo, Riquelme, Suñé me duele no ver la mía porque yo poseo la racha de mayor cantidad de partidos con esta camiseta y no la tengo”.
En relación a la vuelta de Diego Maradona a la Bombonera y el homenaje que le prepara el club al DT de Gimnasia y Esgrima La Plata, reconoció: “Me gustaría darle una plaqueta como le dí la capitanía en el 81”. El Chacha, quien además conquistó tres torneos locales con el equipo de la Ribera, recordó el que tuvo con Pelusa en el Metropolitano 1981. “Le agradezco a Boca, porque todavía nos están dando un subsidio y eso me ayuda mucho porque no me da para tirar manteca al techo. Perdí horarios, me fui aflojando”, contó un hombre que está en la lucha diaria.
Ese récord que ostenta y los logros conseguidos no pudieron detener un estado depresivo que casi lo lleva al suicidio. El histórico defensor, se animó a contar, en primera persona, esa situación que ocurrió 11 años atrás, luego de que perdiera a su primera esposa. “La muerte de mi mujer me afectó mucho, de repente me quedé sin nada y solo, y me llegué a sentir un jubilado joven. Tuve una depresión terrible, que casi me lleva a la muerte. Estuve a punto de suicidarme y me salvó un perro ovejero que yo tenía, más que un perro fue un compañero. Mis dos compañías, en esos momentos, eran mis perros. A mi mujer la conocí cuando tenía 14 años, fue toda una vida y se me fue muy joven con 51 años. Fue una lucha grande. Después que me salvarán la vida, mis perros, los tuve que sacrificar uno por viejo y otro por un problema en la cadera...”, comenzó Mouzo, quien no pudo contener las lágrimas.
Y retomó la charla con profunda emoción: “Es algo que quería contar, lo tenía guardado, porque en su momento me costó mucho aceptarlo. Fue un depresión terrible ¡Mamita! tuve 8 sesiones con la psicóloga. Recuerdo que fue un sábado a la noche, estaba solo mirando la televisión. Miraba una silla, miraba la otra y no encontraba a mi mujer (ya había fallecido). Mi señora se fue en mi mejor momento, donde estábamos disfrutando la vida y nuestros hijos. Me acuerdo que me empecé a dar manija, terminé de cenar con los perros, manoteé una cuchilla y estaba decidido a suicidarme, y uno de ellos me hizo un click en el momento justo, empezó a llorar y me sacó y me hizo reaccionar. Fue bravo, después los tuve que sacrificar”.
“Yo no entendía nada, no sabía dónde estaba, lo escuché llorar y es como que volví a reaccionar. No sabía qué estaba haciendo. Me acuerdo que alcancé a besarlo todo al perro ovejero alemán. Ellos palpan y asimilan el estado de ánimo de uno. Un perro no conoce de envidia y el rencor”, agregó.
En otro fragmento de la entrevista y aún conmocionado por lo que había contado respecto al intento de suicidio, Mouzo dejó en claro que le gustaría tener su propia estatua en la Bombonera y al lado de un protagonista muy especial para la historia de Boca. “Angelici me ofreció hacerme una estatua, ahora ya no está y no sé qué va a pasar. Cuando le hicieron el homenaje al Chapa (Suñé) me dijeron que me iban hacer la estatua. Ahora estoy esperando a ver si se hace realidad. Yo le pedí una cosa: que sea al lado del Chapa Suñé, que hay un lugarcito libre. Espero que me la hagan, porque esto es así, porque los salientes me la ofrecieron antes de las elecciones y usted vio como es esto. Yo jamás hice política, entonces me han pasado algunas cosas en Boca de dolor y no me parece que no estoy equivocado en pensar en tener la estatua. Yo entro por el hall de la Bombonera y miró: Esta la estatua de Bianchi, Lorenzo, Suñé, Guillermo, Ratín, Ángel Clemente Rojas y digo: duele, cuento la mayor cantidad de partidos con esta camiseta y no la tengo. El otro que tiene que tener una estatua es Battaglia por la cantidad de títulos que consiguió. Si me confirman que me van hacer una estatua sería como volver a ganar un campeonato”.
Por último, se refirió a la vuelta de Diego Armando Maradona el próximo sábado a la Bombonera. Mouzo, quien fuera compañero de Pelusa en el campeonato Metropolitano que ganaron en el 81, no dudó: “Estaría bueno que los compañeros que tuvo Diego en el 81 lo recibamos en la Bombonera, pero yo no tuve ningún llamado. Escuché que está invitado Caniggia y Brindisi. Me gustaría verlo a Diego en ese momento, hace mucho que no lo veo. Estar ahí en ese momento sería muy bueno, pero yo mucho no puedo hacer, si no me invitan no me queda otra. Sería distinto que él dijera ‘quiero ver a la Chancha’, así me decía él. Darle una plaqueta a Diego como cuando le di la capitanía en el 81 sería hermoso, pero a mi no me llegó nada y tampoco puedo presentarme así porque sí. Me dolería mucho no poder ver a Diego el sábado”.
Otras frases de Roberto Mouzo:
"Le tengo fe a Atlético Tucumán, recordemos una cosa: el técnico fue el mismo de Belgrano que lo mandó a la B (a River). Está con la sangre en el ojo. Atlético lo está esperando con el cuchilo y el tenedor. Lo puede complicar, para colmo quedó el recuerdo de Belgrano. Él (Zielinski) es el referente de aquel partido".
"Yo no cambio mi infancia y el fútbol que me tocó jugar, vivirlo y sentirlo por la plata de ahora, y me tratan de loco. Lo digo porque es una manera tranquila de poder decirlo".
“Hace tres meses me llamó un muchacho de Mendoza que compra camisetas y me ofrecía 500 mil pesos por la camiseta que usé cuando le ganamos a River la final en cancha de Racing 1-0 con gol de Suñé. Le dije ni loco. La camiseta del primer tiempo la puse en el cajón con mi mujer y esta no la pienso entregar, únicamente que necesite la plata, en una causa extrema y urgente. El tipo me volvió a insistir y me dijo: ‘¿Quéres más?’ y le dije ‘no quiero nada’. Jamás se la daría”.
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