El fútbol argentino vuelve a vivir tiempos de cambio. La reunión (y la foto) de un nutrido grupo de dirigentes de Primera con Claudio Tapia, presidente de la AFA, resultó todo un símbolo del volantazo en ciernes, del final de la Superliga y el regreso de la élite a la sede de la calle Viamonte. Representantes de 12 clubes, con Jorge Amor Ameal (Boca), Marcelo Tinelli (San Lorenzo), Víctor Blanco (Racing) y Hugo Moyano (Independiente) a la cabeza (más dos invitados, Eduardo Spinosa -ex titular de Banfield- y Marcelo Achile -Defensores de Belgrano-) le brindaron su apoyo a la movida, mientras muchos otros enviaron sus adhesiones.
Tal como anticipó Infobae en una nota firmada por Ernesto Cherquis Bialo hace un mes y medio, tras tres años de desarrollo, la Superliga comienza a apagarse para alumbrar un nuevo acuerdo, que le dará comienzo a la Liga Profesional del fútbol argentino (por dentro de la AFA y no con la autonomía de la figura actual), poniéndole punto final al proyecto que contó con el impulso del gobierno de Mauricio Macri; además de propiciar el adelantamiento de las elecciones y una composición diferente del próximo Comité Ejecutivo, que propone por consenso a Claudio Tapia como presidente para el período 2020-2025. Para ello, el próximo 10 de marzo está previsto que se desarrolle un cónclave del cuerpo dirigencial para que convoque a Asamblea Extraordinaria, que se llevaría a cabo a fines de abril, donde se modificaría el Estatuto, en pos de ampliar la representatividad de los clubes (y así incluir más nombres a la mesa). Y allí llegaría el llamado a elecciones para junio.
“Estuvimos reunidos en mi casa. La verdad es que no es la primera vez que nos reunimos con un grupo importante de dirigentes de la Superliga. Nos juntamos para ver cómo ellos ven a la Superliga y analizar sus necesidades. Escuchamos lo que sienten los dirigentes de sus instituciones. No fue una reunión política, fue de amigos. La Superliga fue creada para enriquecer el producto, hacer crecer los recursos que generan en el ingreso de TV, pero todo eso no se ve reflejado en el tiempo. En su momento fue importantísimo, pero hoy, ante la realidad que se vive, luego de 3 años de ver que no se cumplen los objetivos trazados, ellos (por los dirigentes) ven la necesidad de volver con sus instituciones a la casa madre del fútbol argentino”, avisó Chiqui Tapia, quien en el cónclave estuvo acompañado por Pablo Toviggino (secretario ejecutivo de AFA), en diálogo con TyC Sports.
La nueva mudanza otra vez al viente de la AFA traería aparejados ocho cambios, que apuntarían a cerrar varias demandas de los clubes de élite y modificaciones en el comando de las instituciones. Aquí, el detalle.
1-LA FOTO QUE ANTICIPA EL FUTURO
En la imagen difundida desde la cuenta de Twitter del citado Toviggino (“clubes de Primera División en una reunión trascendental, discutiendo el futuro del Fútbol Argentino”, fue el texto que acompañó la publicación), la distribución de los lugares, de alguna manera, habló de cómo se repartirían los cargos en esta “AFA unificada”. Tapia, en la cabecera, presidente. Jorge Amor Ameal y Marcelo Tinelli, a su lado, los vicepresidentes 1° y 2°. Víctor Blanco y Hugo Moyano, junto a Ameal, secretario y tesorero, respectivamente. Y Marcelo Achile, titular de Defensores de Belgrano, surge en primer plano. Es el candidato de Chiqui a la vicepresidencia tercera en representación del Ascenso.
Tapia, a su vez, se reunió ayer con Rodolfo D’Onofrio: por unanimidad, los directivos que se reunieron pidieron por el regreso de River a la AFA, hoy sin representación en el Comité (igual que San Lorenzo, que de un tiempo a esta parte se acercó con Tinelli). Con las vicepresidencias cubiertas, la AFA le ofertó ser parte de la estructura, pero en Núñez entienden que el club merece un espacio encumbrado. Si bien hubo coincidencias de fondo, las negociaciones continuarán.
2-LA LIGA PROFESIONAL, CON CANDIDATO A PRESIDIRLA
El nuevo espacio para la élite tiene varios aspirantes, entre ellos, Víctor Blanco y Cristian Malaspina, presidente de Argentinos Juniors. Sin embargo, el principal candidato a encabezarla es Marcelo Tinelli. “Puede ser”, advirtieron desde la Casa Madre del fútbol argentino. El nombre saldrá por consenso. Y parte de la estructura de la Superliga podría ser absorbida por AFA.
3-EL DEBATE POR LA CANTIDAD DE EQUIPOS Y DESCENSOS
En la mesa hubo diferentes posturas. Incluso, hubo quienes incluso plantearon la posibilidad de quitar un descenso de los tres pautados para la presente temporada (en este momento pierden la categoría Gimnasia La Plata, Patronato y Colón). También hubo miradas diferentes en cuanto a la cantidad de participantes de la 2020/2021 (22 o 24 equipos). Nicolás Russo, titular de Lanús, fue uno de los que se expresó en contra de las modificaciones. “La idea es volver a 22 equipos. No estamos pensando en reducir un descenso en este torneo”, fue tajante.
4-ADIÓS AL DOBLE COMANDO
Es uno de los puntos que más subrayan los promotores de la movida: entienden que, sobre todo en el último tiempo cuando el diálogo entre Viamonte y Puerto Madero fue menos fluido, las decisiones de una parte y la otra eran contradictorias. Ponen como ejemplo el calendario de la Superliga que no tuvo en cuenta la cesión de futbolistas a la Selección Sub 23 que ganó el Preolímpico de Colombia. “Con comando unificado, bajo el mismo paraguas, evitamos discrepancias en los manejos”, aseguran.
5-CALENDARIOS CONSENSUADOS
Si bien en la Superliga conversaban con los clubes para armar los calendarios, en el último tiempo aparecieron nuevas críticas por el armado de los fixtures de las fechas. “Parece que lo hacen a propósito. Como jugamos el miércoles 26 en la altura de Ecuador, pedimos recibir el lunes a Estudiantes de La Plata para tener un día más de descanso y Superliga nos programa el partido para el domingo. ¿Así priorizan a los equipos que jugamos Copa? Es una vergüenza”, se quejó en Twitter el citado Nicolás Russo. Desde el ente indicaron que tuvieron en cuenta que el Pincha juega por Copa Argentina el próximo miércoles 4 ante Laferrere. Es un ejemplo de las diferencias que impulsaron el cisma.
6-RENEGOCIACIÓN DE LOS CONTRATOS CON LA TV
El acuerdo con las empresas Fox y Turner por la transmisión de la Superliga se firmó en 2017, con la creación de la Superliga. Entonces, el contrato representaba un ingreso a repartir de 3.200 millones de pesos por año. Si bien hubo actualizaciones (por caso, a partir de la creación de la Copa de la Superliga), los clubes entienden que, con la devaluación del dólar y el consiguiente encarecimiento de los presupuestos de fútbol profesional, el vínculo está atrasado y entienden imperioso una renegociación urgente. Para ello, la Primera División irá con el respaldo de la AFA, en lugar de hacerlo de manera independiente.
7-COMERCIALIZACIÓN EN CONJUNTO
La Superliga consiguió nuevos sponsors para el certamen de élite y parte del producido también fue repartido entre los clubes. Pero los representantes de los mismos subrayan que si la comercialización se realiza en conjunto con la AFA (que tiene a las selecciones nacionales como productos más atractivos) pueden sacar mejor provecho. Y accionan detrás de ese objetivo.
8-UN SOLO TRIBUNAL
La multiplicidad de Tribunales y sus diferencias fue, tal vez, la primera gran grieta entre AFA y Superliga. La AFA mantuvo su Tribunal de Disciplina, que por tratarse del designado por la entidad madre mantuvo sus funciones. Pero al mismo tiempo en Puerto Madero funcionó el Comité de Disciplina, que en base a “lo establecido en el Reglamento de Licencias” sancionó a San Lorenzo y Huracán con quita de puntos y prohibición de incorporar por “irregularidades en la presentación de las declaraciones juradas”. Tras el revuelo generado y el apoyo mayoritario de los demás clubes de Primera, el Tribunal de Apelaciones de la Superliga (otro organismo “paralelo” al que funciona en Viamonte) dejó en suspenso las sanciones, que partieron de una auditoría encargada a la consultora Ernst & Young.
Las autoridades de los clubes incluso llegaron a consensuar una modificación en el reglamento de licencias para “suavizarlo” y adaptarlo a la situación de las instituciones ante los vaivenes económicos que sufrió la Argentina. Pero el suceso marcó un mojón en la relación entre las partes, que escribe sus últimos capítulos, con final conocido.
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