Gonzalo Martínez terminó de convertirse en prócer de River con aquel gol solitario en el epílogo del tiempo extra de la Superfinal de la Copa Libertadores 2018 en Madrid, que el Millonario le ganó 3-1 a Boca. El “Pity Martínez, qué loco que está” se transformó en un himno para los fanáticos del club de Núñez en la era encabezada por Marcelo Gallardo, que acumula 11 títulos y puede sumar uno más si finalmente se queda con la Superliga que, una vez más, pelea con el Xeneize.
El mediocampista ofensivo, de 26 años, hoy brilla en el Atlanta United de la Major League Soccer. De hecho, ayer fue la figura del triunfo 3-0 ante el Motagua de Honduras, por la Concachampions (la Liga de Campeones de la Concacaf): convirtió dos goles y resultó elogiado por Frank de Boer, el entrenador del equipo. “Está muy comprometido. Por cómo entrena, es importante para el equipo, también ayuda a los más jóvenes... Está demostrando su calidad. Y todavía no llegó a su mejor nivel, puede hacerlo aun mejor. Si este es un comienzo, ya estoy feliz”, señaló.
“A la exigencia del fútbol argentino es imposible compararla. Pasé de un 110% de presión a menos diez. El fútbol es más dinámico, fluido, en Argentina no te dejan jugar. Pero en lo que es la exigencia y en lo que es el técnico, que por ahí acá sin más fríos, es diferente”, explicó el fantasista, en diálogo con el programa 90 minutos, de Fox Sports.
Pues bien, siempre vinculado al Millonario, Pity habló sobre su relación indeleble con la institución: “Si es por mí estaría en River, para querer seguir ganando cosas y seguir en lo más alto del club, pero esto es corto, es fútbol y no se sabe qué puede pasar mañana. Voy a cumplir 27 años y se te pasa por la cabeza la familia, el bienestar para el día de mañana. Si no estaría en River todavía”.
En medio de la nota, el Pity soltó una inesperada chicana hacia Boca por su intervención en aquella histórica final en el estadio Santiago Bernabéu. “En River me tocó hacer los goles más fáciles, los difíciles se los dejamos a Juanfer (Quintero) o a otro. Yo tuve que hacer un gol de penal y otro sin arquero”, apuntó entre risas, en relación a la conquista postrera desde los 12 pasos ante Gremio en Porto Alegre (que decretó el pasaje de la Banda a la final) y al citado grito contra el Xeneize, que hasta fue replicado por el protagonista en ocasión de los festejos por el título.
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