Los puños apretados, la sonrisa de felicidad, el grito triunfal a modo de desahogo. Desde que comenzó el año, River se acostumbró a terminar cada partido con una mueca de alegría. Ganó los seis encuentros que jugó, y cuatro de ellos fueron en condición de visitante, lo que robustece los méritos del equipo de Marcelo Gallardo. Apenas dos escalones (Defensa y Justicia y Atlético Tucumán) separan a River de la obtención de la primera Superliga en el ciclo del Muñeco, el más exitoso en la historia del club de Núñez. La campaña, a juzgar por algunos números que la enmarcan, está a tono con muchas de las más importantes desde que en 1931 se instauró el profesionalismo en el fútbol argentino.
1 En lo que va de 2020, River jugó seis partidos oficiales y en todos sumó de a tres: Independiente, Godoy Cruz, Central Córdoba de Santiago del Estero, Unión, Banfield y Estudiantes. Celebró en Avellaneda, en Mendoza, en Santa Fe y en La Plata. Y en el Monumental, ante Central Córdoba y Banfield, enderezó un andar errático, ya que al terminar 2019 la estadística marcaba cuatro caídas, tres victorias y un empate en su cancha. A paso firme y ganador, este comienzo del año ya igualó el mejor inicio de año de la historia del club, en 1963 con José María Minella como técnico. Lo curioso es que aquella vez el campeón fue Independiente y River finalizó en la segunda posición.
2 Con el triunfo frente a Estudiantes, River estiró a 17 la cantidad de partidos invicto de visitante en el marco de la Superliga y quedó a dos de igualar su mayor racha histórica, de 19 encuentros, alcanzada entre 1999 y 2000 con Américo Gallego de entrenador. La última vez que perdió por el campeonato local fuera del Monumental fue el 3 de noviembre de 2018, justamente frente al conjunto de La Plata: 1 a 0 en la cancha de Quilmes, con un tiro libre de Gastón Fernández que se desvió en la barrera. Ocurrió en la previa de la final de la Copa Libertadores 2018 que River le ganó a Boca en Madrid. Desde entonces, ganó trece partidos e igualó los otros cuatro. Es, qué duda cabe, un equipo que juega sin inhibiciones ni temores incluso cuando sale de su estadio.
3 La llegada de Franco Armani, en enero de 2018, dotó a River de muchísima seguridad debajo de los tres palos. El arquero se volvió esencial para el equipo con sus grandes actuaciones no solo en las dos finales jugadas ese año ante Boca (la Supercopa Argentina en Mendoza y la Libertadores que se definió en el Santiago Bernabéu), sino también en la mayoría de las series coperas. Armani jugó 94 partidos oficiales con la camiseta de River y mantuvo el arco invicto en 47, exactamente la mitad de las veces. En esos 94 encuentros, le anotaron 60 goles. Aunque ese dato frío esté lejos de reflejar la real importancia que adquirió el arquero para el andar del puntero de la Superliga.
River tendrá el próximo fin de semana la chance de conseguir el duodécimo título en el ciclo de Gallardo: hasta ahora ganó siete a nivel internacional y cuatro copas nacionales. Para eso, necesita que Boca no le gane el viernes a Colón. Si los dirigidos por Miguel Angel Russo llegaran a caer en Santa Fe, a River le alcanzará con un empate el sábado frente a Defensa y Justicia para ser campeón. En cambio, una igualdad de Boca lo obligará a vencer al conjunto de Florencio Varela para conseguir su título local número 36 en la era profesional.
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