Los estados de ánimo son cambiantes en River: euforia absoluta y desahogo bajo la lluvia tras la victoria ante Banfield; confianza pero sin alardes triunfalistas luego de la goleada de Boca ante Central Córdoba. En River esperaban que Boca dejara algún punto en el camino en Santiago del Estero, de manera que el 4 a 0 volvió a poner en alerta a los dirigidos por Marcelo Gallardo: saben que un descuido les puede costar caro en la recta final de la Superliga.
Afianzado en la punta luego de ganar los cinco partidos oficiales del año (Independiente, Godoy Cruz, Central Córdoba, Unión y Banfield), el Millonario sabe que necesita conseguir siete de los últimos nueve puntos para ganar el primer campeonato de liga en el ciclo de Gallardo, el más ganador de la historia del club.
En la intimidad del cuerpo técnico y del plantel reconocen que a Boca le queda un camino a priori mucho más accesible: River deberá visitar a Estudiantes en La Plata, recibirá a Defensa y Justicia y luego se las verá ante Atlético Tucumán en el norte del país; mientras que los Xeneizes serán locales frente a Godoy Cruz, irán a Santa Fe para medirse con Colón y chocarán en la Bombonera ante el Gimnasia de Maradona.
“Nosotros creemos que Boca va a ganar los tres que les quedan y por eso no nos queda otra que pensar en hacer lo mismo. La idea es ganar los tres y no depender de nadie”, dijo el lunes a Infobae un integrante del cuerpo técnico de River. El domingo, en el Monumental, Gallardo había dicho algo parecido: “Tenemos que forjar nuestro propio destino para no depender de nadie. El pensamiento es ganar los tres partidos que nos quedan y no dejarnos llevar por lo externo”.
En ese marco, en River entienden que el partido del próximo domingo a las 21.45, en el nuevo estadio de Estudiantes, será acaso el más exigente de los últimos tres. El conjunto de La Plata cuenta con nombres propios de mucha experiencia y peso propio: Mariano Andújar, Marcos Rojo, Javier Mascherano, Gastón Fernández y Martín Cauteruccio.
Si quiere, y eso es lo que seguramente ocurrirá, Gallardo podrá repetir a los once que salieron de entrada en los partidos ante Unión y Banfield. Ninguno de los cuatro futbolistas que están al límite con las tarjetas amarillas (Gonzalo Montiel, Milton Casco, Ignacio Fernández y Rafael Borré) fueron amonestados ante Banfield, lo cual no deja de ser una muy buena noticia para el técnico teniendo en cuenta la importancia de los cuatro para la estructura colectiva.
En el tramo final de los campeonatos, cada detalle puede llegar a ser decisivo. Y hoy River es un equipo que necesita dejar atrás una suerte de maleficio que tiene con los penales: erró los últimos cuatro que tuvo a favor en la Superliga. Ahora bien, ¿cuán preocupado está Gallardo por esta situación? Lo está en su justa medida, consciente de que no es común ni conveniente malograr tantos disparos desde los doce pasos, pero a su vez sabiendo que lo más importante es mantener un funcionamiento de juego confiable.
“La racha de los penales es circunstancial. Lo tomamos solo como una mala racha que hay que dejar atrás. No es algo que nos preocupa demasiado. En todo caso, lo que más tenemos que corregir es la definición, porque en varios partidos erramos muchos goles”, dijo a Infobae un integrante del plantel con muchísimos encuentros importantes sobre la espalda.
Nacho Fernández desperdició un penal sobre el final del partido que River perdió 2 a 1 como local ante Vélez, Rafael Borré y Juan Fernando Quintero fallaron desde los doce pasos frente a San Lorenzo, y Borré volvió a dilapidar uno el domingo ante Banfield que bien podría haberle dado al equipo la tranquilidad que le faltó en los últimos veinte minutos de juego.
La estadística es todavía más negativa si se repara en que River anotó apenas tres de los ocho penales que tuvo a su favor en el actual campeonato. El otro penal errado fue pateado por Nicolás De La Cruz, en la victoria por 3 a 0 de la segunda fecha ante Lanús. Borré anotó uno desde los doce pasos en ese mismo encuentro, y Nacho Fernández convirtió los otros dos de penal: en el 6 a 1 de la tercera fecha contra Racing y en el 4 a 0 ante Huracán de la quinta. Entre todas las competencias, el último penal que anotó River fue obra de Borré: el 1 de octubre contra Boca, por la semifinal de ida de la Copa Libertadores, en el Monumental.
Gallardo desdramatizó la mala puntería desde los doce pasos al afirmar: “Con los penales estamos pasando una racha muy adversa. Hay que seguir insistiendo con la idea de juego ya que nos cobran penales porque generamos”.
En suma, en River ya están enfocados en tratar de ganar los tres partidos que faltan porque creen que Boca no dejará puntos en el camino y le quitan dramatismo a los penales errados al entender que se trata de una racha circunstancial y que lo más relevante es encontrar la contundencia ofensiva que al equipo le está faltando para resolver con mayor comodidad partidos en los que es superior a sus rivales.
SEGUÍ LEYENDO: