A los 28 minutos del segundo tiempo, Daniel Osvaldo volvió oficialmente al fútbol. Tras cuatro años de retiro, luego de aquel partido con la camiseta de Boca en el que se peleó con Guillermo Barros Schelotto en el vestuario porque lo encontró fumando, el delantero, de 34 años, puso en pausa su carrera como músico (es el frontman de la banda Barrio Viejo) para darle un buen cierre a su carrera con la pelota. Y el regreso se dio ni más ni menos que en el Monumental, ante River, clásico rival del Xeneize, el club de su corazón.
El Millonario derrotó 1-0 a Banfield, pero Dani Stone dejó una interesante imagen. En el momento de su ingreso al campo, en reemplazo de Jesús Dátolo, los hinchas de River le recordaron su pasado con un cantito hiriente, “el que no salta, murió en Madrid”, recordando la Superfinal de la Copa Libertadores que la Banda le ganó al Xeneize en 2018 en el Santiago Bernabéu.
Cuando entró en ritmo, pivoteó con criterio. Y a cuatro minutos del epílogo casi empata el partido. El ex Juventus e Inter recibió de espaldas, gambeteó en un movimiento a Robert Rojas y le picó la pelota a Franco Armani, que estaba adelantado: el balón cayó en el techo del arco, provocando un susto masivo en el Monumental.
La conquista hubiera representado el cumplimiento de su anhelo. “Me encantaría darle una mano a Boquita”, había declarado en la previa, atizando el fuego de la rivalidad. “Faltó poquito, por unos centímetros, pero jugamos contra un gran equipo”, reconoció Dani Stone, quien se saludó afectuosamente con Marcelo Gallardo.
Para su segundo debut apeló a sugestivas canilleras, cuya imagen se viralizó en las redes sociales. En una, aparece con la indumentaria de Banfield. En la otra, cantando en Barrio Viejo y el número 12, vinculado a su pasión por Boca.
“Me sentí bien, soy un agradecido a la vida y al fútbol”, dijo, todavía agitado por sus primeros minutos oficiales en el Taladro. Mientras declaraba apenas terminado el encuentro ante la transmisión oficial, muchos hinchas lo identificaron y le pusieron una cortina musical a la entrevista, con cargadas hacia el delantero. Consultado sobre la bienvenida de los fanáticos de River, al hombre surgido en Huracán se le escapó un exabrupto: “Es obvio el recibimiento, me chupa un huevo".
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