En su segundo partido con la camiseta de Vélez (el primero como titular), Ricardo Centurión mostró todo lo que le puede aportar al equipo si se enfoca en su trabajo. El mediocampista ofensivo, de 27 años, fue el encargado de darle la victoria al Fortín por 1 a 0 ante Aucas, en su debut en la primera fase de la Copa Sudamericana. El ex Racing y Boca rompió a pura gambeta la barrera levantada por los ecuatorianos y definió ante la salida del arquero, para alegría de todos los hinchas y de Gabriel Heinze, quien apostó por él cuando las puertas se le cerraban.
A partir de destellos, el Wachiturro jugó un partido de menor a mayor. En el primer tiempo, dibujó una de esas pisadas-baile contra el córner derecho que despertó algunos aplausos de los Fortineros. Además, tuvo dos chances de gol: una mediavuelta que pasó cerca del palo (previo desvío en un rival) y una entrada en diagonal de izquierda a derecha que definió de manera rasante y también salió desviada. Pero resultó un buen augurio de lo que haría en el complemento.
A los 30 minutos de la etapa final se dio su obra cumbre. Recibió de Thiago Almada fuera de la medialuna del área y, aprovechando las presencias de los delanteros Tobías Zárate (el hijo de Rolando y sobrino de Mauro) y Maximiliano Romero, que se llevaron las marcas, se filtró a puro regate entre tres rivales. Ya en zona de riesgo, se sacó de encima un cuarto y resolvió con calidad ante la salida del arquero. Lo celebró señalando el césped del estadio José Amalfitani, como remarcando su compromiso con el club que volvió a confiar en él tras su controvertida salida de Racing (se peleó con el ex DT Eduardo Coudet) y su insípido paso por el San Luis de México.
Fue el séptimo gol de Centurión en competiciones organizadas por la Confederación Sudamericana de Fútbol: había marcado con San Pablo y Racing. “Cuando me habló mi representante y me dijo de la posibilidad de Vélez, lo vi con buenos ojos. Tenía el deseo, porque me gustaba cómo juega, cómo lo hace jugar el entrenador. Es el sello de él. Le gusta que haya mucha movilidad, se trabaja mucho todos los días. Y uno lo incorpora, está buenísimo. Hoy no podíamos irnos con el empate”, declaró tras el encuentro.
“El gol es un poquito para todos. Para el grupo, que se portó muy bien desde que llegué. Lo merecíamos, por nosotros, por la familia. Y para la gente, que hoy estaba acá, apoyando”, concluyó.
Luego, tiró un lujo cerca del área que le valió el reproche del guardameta adversario Damián Frascarelli (entendió que estaba sobrando) y buscó su segundo gol con un remate desde lejos que dio en un rival. "La contratación de Ricardo fue muy fácil porque resignó cosas para venir acá. Tenía otras oportunidades y el club económicamente no lo podía pagar. Eso me gustó. Y todo lo externo lo sabemos. Yo me voy a hacer responsable. Todo lo que pueda llegar a pasar externo con Centurión, seré yo: me tendré que ir ó me tendré que quedar”, dijo Heinze al sumarlo al plantel. Ante Aucas recibió el primer gesto de agradecimiento.
El Centurión que ganó dos títulos en Racing y uno en Boca; el que estuvo cerca de ir al Mundial de Rusia 2018 (y se mancó, justamente, por una inoportuna salida nocturna) apareció una noche en Liniers. Y tanto Vélez como el fútbol argentino lo estaban esperando.
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