Desde el entorno de Diego Armando Maradona ya habían anticipado la cumbre que esta mañana se dio en Casa Rosada. El Diez fue recibido por el flamante presidente Alberto Fernández, con el que mantuvo una charla de poco más de media hora en la que predominó el fútbol sobre la política y que culminó con el astro en el balcón que da a la plaza, con una réplica de la Copa del Mundo que alzó en 1986, saludando al público que se acercó a verlo.
Si bien Pelusa se presentó a las 12:30 con su gente más cercana (su apoderado Matías Morla, Víctor Stinfale y Maxi, su asistente personal) en las puertas del recinto ubicado en la calle Balcarce al 50, las redes sociales ya se hacían eco de la reunión debido a una foto del look del ex jugador. La consigna era clara: debía presentarse de saco y camisa. Y Maradona lo respetó, pero con su estilo: a la camisa blanca y saco azul les sumó unas bermudas del mismo tono y unas zapatillas deportivas. Claro que todo tiene su explicación: “Con el estado de su rodilla le cuesta ponerse pantalones de traje; la rodilla derecha se le hincha mucho y le molesta. Bermuda o jogging usa siempre. Y combinó así. Dijo ‘voy de bermudas, me pongo camisa y saco’”, le deslizaron a Infobae fuentes cercanas al campeón del Mundial de México.
Maradona fue recibido a puro abrazo y accedió a sacarse fotos con todas las personas que se cruzó desde la puerta hasta que ingresó al despacho de Fernández. Una vez allí, solo cuatro personas pudieron presenciar el diálogo entre Diego y Alberto: Matías Morla y Víctor Stinfale, ambos abogados del DT, Miguel Cuberos, integrante de la mesa chica del mandatario y gestor de este encuentro, y Juan Pablo Biondi, el secretario de Comunicación del Presidente. Luego se sumaron dos integrantes más del Gobierno, Wado de Pedro y Martín Guzmán. Este último muy hincha de Gimnasia y Esgrima La Plata y de gran devoción por el Diez, según informaron.
Regalos hubo de sobra, por supuesto. A la camiseta de Argentinos Juniors que le llevó Pelusa como presente al Presidente, se sumó una réplica de la casaca de la Selección de 1986 con el número diez en la espalda –obsequio que había recibido Fernández por parte de Andrés Manuel López Obrador en su visita a México y que casualmente se encontraba en el despacho–. A aquella prenda Maradona le estampó su autógrafo con una dedicatoria especial. “Para Alberto, con mi corazón de pueblo”, selló con su mano derecha. También hubo camisetas del Lobo, facilitadas por el mencionado Guzmán.
Los presentes quedaron impresionados por el conocimiento de Alberto acerca del deporte de la pelota. “Es muy futbolero”, aseguraron, y develaron que el Presidente le hizo un único pedido a Diego apenas lo vio: “Contame la anécdota con (Roberto) Perfumo”. Los allegados a quien encabezó la lista del Frente de Todos explicaron que alguna vez el Mariscal le había relatado a Fernández una divertida situación entre el defensor y el por entonces juvenil del Bicho en sus épocas como profesionales y es una de las historias que más le gustan al Presidente. Fue así que Maradona hurgó en el cajón de los recuerdos y puso sobre la mesa aquel conocido acontecimiento que culminó con una patada descalificadora hacia su persona y una frase irónica por parte del ex defensor: "¿Verdad que no tenés nada, nene?”. Y Maradona rememoró que le dijo: “No, ¿usted tiene bien el pie, Roberto?”.
La charla se extendió durante 40 minutos aproximadamente. Entre los temas de política lo más destacado fue el compromiso que asumió Diego en ayudar en el plan del Gobierno en la lucha contra el hambre: “No quiero que ningún argentino pase hambre, porque yo sé lo que es pasar hambre”. Alberto se entusiasmó con las palabras del Diez y contactó a Morla con asesores de Guzmán; quedaron en preparar una nueva reunión para ver qué papel puede cumplir el astro en esa mesa, para recaudar fondos, acercar empresas que puedan hacer aportes, poner a disposición su imagen y demás. Mientras que de fútbol lo más resonante fue el deseo de Pelusa de que el equipo de Fernández salga campeón de esta Superliga –marcha primero en la tabla– y le contó que sus dos goles más significativos fueron el segundo contra Inglaterra y frente a Bélgica, ambos en la Copa del Mundo que lo terminaría consagrando.
Con Wado de Pedro (estuvo en el entierro de Don Diego, el papá de Maradona, y a partir de allí forjaron una buena relación) habló sobre el plan “potreros comunitarios” que promociona el Diez. “Hay muchos chicos como lo fui yo, que con el fútbol pueden salir de situaciones difíciles. Y no tienen acceso a los clubes”, señaló. Por eso quiere generar lugares donde los pibes puedan jugar y ahí también recibir contención. Quedaron en seguir avanzando, buscando terrenos estatales en desuso en todo el país para incorporarlos al programa en proyección.
Una vez finalizado el encuentro, Maradona aprovechó para darle un beso al busto de Juan Domingo Perón y fotografiarse con el de Néstor Kirchner, antes de salir hacia el balcón y brindar las imágenes que ya dieron la vuelta al mundo. En tanto, Alberto les expresó su alegría a sus colaboradores por recibir al ex jugador y estratega de 59 años. “Dijo que su invitación no fue como Presidente, sino como futbolero. Fue un sueño para él”, confirmaron desde Casa Rosada.
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