La final de la Liga de Luján terminó en un escándalo a raíz de una verdadera batalla campal que se originó tras una violenta agresión a falta de pocos minutos para la finalización del encuentro entre Unión de El Jagüel y SAT. En ese momento el Sindicato Argentino de Televisión caía por 4 a 1.
Enojado por el resultado, el volante Lucas Torres reaccionó de mala manera y le propinó una brutal patada a uno de sus contrincantes. El mediocampista del conjunto campeón de la temporada 2017 se arrojó de manera vehemente con los dos pies para adelante, llevándose puesto a su contrincante, quien podría haber sufrido una grave lesión.
Esta acción provocó la barbarie y la definición del torneo terminó en un verdadero bochorno. Los jugadores de ambos equipos protagonizaron una importante pelea, donde se repartieron golpes de puños y patadas. Tras varios minutos lograron apaciguar los ánimos y ambos planteles se retiraron rumbo a los vestuarios.
Según explicó El Civismo, esta no es la primera vez que Torres se ve involucrado en este tipo de situaciones. En 2016, el mediocampista, cuando defendía la camiseta de Lugano, elenco que milita en la Primera D, golpeó a un árbitro y el Tribunal de Disciplina de la Asociación del Fútbol Argentino le propinó una sanción de 24 fechas.
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