La frase fue pronunciada por Rodolfo D’Onofrio en medio de los festejos por el primer aniversario de la victoria de River ante Boca en Madrid, en la final de la Copa Libertadores 2018: “Con la venta de Exequiel Palacios, no tendríamos la necesidad de negociar a otro jugador”. Así, el deseo de Marcelo Gallardo de conservar a la casi totalidad del plantel no corre riesgos, pero tampoco hay que descartar la posibilidad de que en los próximos días sea vendido algún otro jugador. ¿Por qué? Porque el interés desde el exterior por Ignacio Fernández y por Lucas Martínez Quarta es muy fuerte y en breve habrá novedades por ellos.
Pretendido por Eduardo Coudet para Inter de Porto Alegre, Nacho Fernández quiere hacer la diferencia económica que a sus casi 30 años (los cumplirá el 12 de enero) aún no pudo concretar, según sus propias palabras. El club brasileño le hará una oferta a River en los próximos días, pero desde Núñez contestarán que solo lo dejarán ir si pagan el monto de la cláusula de rescisión de su contrato (15.000.000 de dólares) y le ofrecerán al ex Gimnasia y Esgrima La Plata una importante mejora en su contrato, que vence en junio de 2021. Con el aumento de su salario, River además le propondrá a Nacho renovar su contrato por otros dos o tres años.
Desde la cúpula dirigencial de River reconocieron a Infobae que “no hay que descartar” la posibilidad de que Martínez Quarta sea vendido al Inter de Milán ahora pero que recién se vaya al club italiano a mitad de año. El Inter estaría dispuesto a pagar una suma cercana a los 18.000.000 de euros limpios por su pase y, en ese caso, River no pondría reparos en negociarlo a futuro, porque para esa posición tiene como alternativas al chileno Paulo Díaz y al paraguayo Robert Rojas.
En principio, Nacho Fernández y Martínez Quarta son los nombres más seriamente buscados del plantel, más allá de que desde diferentes clubes del mundo realizan sondeos por futbolistas como Gonzalo Montiel (Inter de Italia), Enzo Pérez (Gremio), Juan Fernando Quintero (Chicago Fire de Estados Unidos), Nicolás De La Cruz (Manchester City), Lucas Pratto (clubes brasileños y chinos) y Rafael Borré (Everton de Inglaterra).
En consecuencia, la idea de River en general y de Gallardo en particular es que ahora no se vaya ningún otro futbolista más que Palacios, por cuyo pase a Bayer Leverkusen, al club de Núñez le entrarán unos 18.000.000 de dólares. Según D’Onofrio, con esa venta sería suficiente para que la tesorería del club consiga el aire económico-financiero que necesita al tener un pasivo cercano a los 4.000.000.000 de pesos.
Si las bajas en el plantel serán más bien escasas o solo la de Palacios directamente, las altas tampoco serán muchas sino todo lo contrario. Ante la ida de Palacios, Gallardo tratará de que los dirigentes le consigan un mediocampista, seguramente no de sus mismas características porque la sensación es que no lo hay, sino alguno para contar como una alternativa en ese sector. ¿Será Damián Batallini, el volante ofensivo de Argentinos Juniors al que el Muñeco viene siguiendo de cerca desde hace unos meses? Por ahora, tanto Gallardo como los dirigentes prefieren guardar los nombres de los posibles refuerzos con total hermetismo.
River no cuenta con demasiado dinero para reforzarse, de manera que lo más probable es que lleguen uno o dos futbolistas nuevos como máximo y ninguno de nombres rutilantes. “No estamos para contratar figuras y además el plantel está muy bien conformado”, aseguró a Infobae uno de los dirigentes de primera línea.
En enero deberán regresar al club de sus préstamos cuatro futbolistas: Augusto Batalla, Marcelo Larrondo (ambos están en Unión La Calera de Chile), Iván Rossi (Colo Colo) y Tomás Andrade (Atlético Paranaense). ¿Qué pasará con ellos? “Gallardo ya nos dijo que no los tendrá en cuenta”, agregó la misma fuente dirigencial.
Por otro lado, Jorge Moreira se quedará en Portland Timbers, de la MLS, al menos hasta junio del año próximo ya que River aceptó extender el préstamo por seis meses (finalizaba el 31 de diciembre) a cambio de que el equipo estadounidense se haga cargo de su contrato (ya había pagado 100.000 dólares por la cesión). A mitad de 2020, los Timbers tendrán la chance de comprar la mitad de su pase en 1.500.000 dólares.
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