“Todo el amor que me demostraron en las urnas, se lo vamos a devolver con trabajo y sacrificio en la cancha. Quiero agradecerle al hincha de Gimnasia por apoyar la reelección del presidente Gabriel Pellegrino. Y por confiar en mí, en el Gallego Méndez y en mi cuerpo técnico, para seguir luchando y sacar a Gimnasia adelante. Este equipo va a pelear hasta el final, para dejar al club en Primera, donde merece estar”.
Transcurrida la zozobra que causó la inestabilidad por los comicios en el Lobo, al punto que Maradona renunció y 48 horas después dio marcha atrás con la decisión, Diego está 100% enfocado en intentar la epopeya de mantener al Tripero en la Superliga, tal como lo prometió a través de las redes sociales. Con ese objetivo, tomó la determinación de mudarse a La Plata (todo indica que hará base en Haras del Sur) y se mantiene en Buenos Aires para monitorear de cerca el mercado de pases, además de palpitar la cumbre en la Casa Rosada con el presidente Alberto Fernández (de todos modos, seguramente se irá unos días de vacaciones a pescar).
El astro, de 59 años, ya le dejó a la Comisión Directiva entrante el listado de puestos a reforzar. El entrenador entiende que en algunos sectores del campo le urgen piezas de fuste para que su equipo dé un salto de calidad: por el momento, el récord de su era es de cuatro victorias, un empate y seis derrotas. Pero en la intimidad Diego cree que la batalla por no descender será con Aldosivi, Patronato y Central Córdoba de Santiago del Estero, y cree que el Lobo puede superar a sus adversarios en la tabla de promedios. Es más, no descarta que algún otro equipo pueda derrumbarse y se sume a la batalla.
Maradona quiere un arquero (Alexis Martín Arias emigraría; Deportivo Cali es un posible destino), un marcador central, un mediocampista de marca (Víctor Ayala tiene una oferta de Olimpia de Paraguay), un organizador de juego (allí hizo florecer a dos juveniles; José Paradela y Matías Miranda) y uno o dos delanteros. En la valla, el favorito tiene nombre y apellido: Gaspar Servio, figura y capitán en el Dorados de Sinaloa que con el Diez llegó a dos finales por el ascenso a la Liga de México. El ex River, Banfield y Arsenal, de 27 años, hoy está en libertad de acción. En la zaga suena Paolo Goltz, zaguero que pertenece a Boca y no tuvo mucha acción bajo la tutela de Gustavo Alfaro, pero ya demostró su valía en Huracán y Lanús.
Y en ofensiva... Diego sueña con una delantera de lujo, con potencia, experiencia y desparpajo. Se trata de un sector en el que le costó encontrar gol (Pablo Velázquez y Claudio Paul Spinelli no rindieron; Horacio Tijanovich sí aportó desequilibrio) y recién con la apuesta por Nicolás Contín (24 años) empezó a tocar más la red. Por eso es ahí donde más énfasis puso en sus pedidos. Uno de los nombres que subrayó con resaltador es el de Santiago García, atacante de Godoy Cruz, de 29 años.
El Morro acumula cinco goles en la Superliga, a pesar de que lo persiguieron los problemas físicos y que no es la mejor temporada del Tomba (está último, con tres victorias y 13 derrotas). Fue dirigido por Sebastián Méndez, asistente de Maradona, en Mendoza, donde congeniaron y el uruguayo explotó. Para el DT es prioridad y el agente Christian Bragarnik está trabajando al respecto. El Lobo tendrá competencia: también lo pretenden Argentinos Juniors y Central Córdoba de Santiago del Estero.
El otro que delantero que aparece en la carpeta es Luis Miguel Rodríguez, de 34 años. El Pulga, estrella del Colón finalista de la Copa Sudamericana, advirtió que aún no sabe si seguirá o no en Santa Fe. Es ídolo en Atlético Tucumán, pero se marchó en un pico de rendimiento en medio de algunas diferencias con la dirigencia. “Le gustó toda la vida”, avisan desde el entorno de Diego. Es más: fue quien lo hizo debutar con la camiseta de Argentina en 2010, cuando lo citó para la Selección local. ¿Se reencontrarán en La Plata?
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