“Buenas noches”. Bastó que Marcelo Gallardo pronunciara esas dos palabras, apenas un saludo protocolar; una introducción, para que el Monumental estallara en una ovación ensordecedora, que contuvo un mensaje teledirigido hacia su corazón: "Gallardo es de River, de River no se va”.
Acompañado del presidente Rodolfo D’Onofrio y del capitán Leonardo Ponzio, a un año de la gesta en la Copa Libertadores 2018, el Muñeco fue el orador elegido para evocar el título que el Millonario obtuvo ante Boca en el estadio Santiago Bernabéu de Madrid. Y su discurso emocionó a los fanáticos que vibraron con los diez títulos que acumula en sus cinco años y medio de gestión (a los que se puede agregar uno más el próximo 13/12, cuando la Banda se mida ante Central Córdoba de Santiago del Estero por la final de la Copa Argentina).
“De todo corazón; de las tres partes, con el presidente, con el capitán, me toca hablar a mí. No me voy a extender demasiado, es difícil, queríamos que la fiesta fuera completa, pero ninguna derrota va a opacar la victoria y la conquista más hermosa del mundo. No la va a opacar en la vida”, prologó, en alusión al tropiezo por 1 a 0 ante San Lorenzo por la Superliga que precedió al evento. “Seguiremos perdiendo algunos partidos, pero esa final no la va a borrar nadie”, subrayó.
“Principalmente quiero agradecerle a este grupo de jugadores, me siento muy, muy orgulloso. Nos han hecho vivir el año más lindo y feliz de mi vida. Le quiero agradecer de todo corazón, gracias por compartir esto con nosotros, por seguir trabajando con humildad, con sacrificio, con dedicación. Eso es lo que somos, mismo perdiendo, vamos para adelante, y seguimos insistiendo. Y yo sé que ustedes lo valoran, yo me siento identificado con ellos, yo sé que ustedes también se sienten identificados con el equipo. Gracias por el año más lindo, a esta gente hermosa que nos acompañó, muchas gracias por vivir momentos inolvidables y seguir estando, en las buenas y las malas, en las malas mucho más, como dice la canción”, agregó, y volvió a despertar la ovación.
Desde las tribunas bajó el cantito característico que acompaña a River desde hace un año. Y como si fuera un habitante más de la popular, el Muñeco se prendió, micrófono en mano, en un gesto que generó el asombro de sus dirigidos, que seguían sus palabras desde una tarima especial con espacio para 36 personas. “Gracias por esa alegría, de ganarle a Boca, de salir campeón”, entonó el director técnico de 43 años; con la sonrisa indeleble.
“No quiero aburrirlos mucho más. Disfruten esta fiesta. Disfruten este día. Salgamos a la calle orgullosos de este 9 de diciembre, como todos los 9 de diciembre de toda nuestra vida. Muchas gracias. Es su día, va a ser un día eterno, orgullosos de ser de esta gran familia. Gracias River, gracias”, concluyó.
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