-¿Por qué la decisión de lanzarte por la presidencia de San Lorenzo después de siete años y medio como vicepresidente?
-Lo pensé en 2012, cuando se dio la posibilidad, y no lo pude resolver por un tema laboral. Se complicaba, todo el mundo sabe que trabajo en la tele, trabajo hasta tarde, con un programa todos los días. Era difícil, hay un tema familiar también en el medio. A mis hijos les gustaría más la cosa del papá hincha, poder ir a ver el partido a la tribuna, sin estar mirado como el dirigente, puteado alguna vez. Cuando pude hablar con mis hijos, les dije sobre la decisión, que estaba convencido. Entendí que delegando en mi productora podía hacer las cosas perfectamente. Más allá del pedido de todos los compañeros de agrupación, sentía que en este momento, con la vuelta a Boedo, era el momento. Estaba bueno que lo hiciera, poder encabezar la fórmula.
-¿Qué cosas les faltan hacer, qué objetivos te movilizaron?
-El balance en 7 años y medio es positivo, hicimos muchas cosas excelentes. Como en todo, hay cosas que no hacés bien, en las que te equivocás. Hubo errores, pero la gran mayoría son aciertos. Ganamos la Copa Libertadores, se logró la vuelta a Boedo. Hemos ganado campeonatos, los deportes federados son parte del club, ha mejorado la actividad social. Hicimos un montón de cosas muy bien. Siempre San Lorenzo fue protagonista. Estamos entre los mejores tres equipos de la Argentina. El plan estratégico requiere de mucha gestión, mucho trabajo, me caracterizo por delegar, de confiar en el otro. Quiero recuperar el protagonismo, lo más importante es volver a estar en lo futbolístico en lo más alto a partir de los resultados. Llegar a los 100.000 socios, mejorar la calidad interna de los procesos, y la vuelta a Boedo es clave, se mete con la relación con la comunidad. Va a ser de mucha valorización para la ciudad, el barrio, la Argentina. Va a ser mejor para todos. Hay que explicarlo bien, amigarse con el entorno. Son los cuatro ítems clave. Con la vuelta a Boedo hay que armar un grupo importante para trabajar con la ley de rezonificación, buscar inversores también; voy a viajar a China, la semana que viene me voy a juntar con el embajador de Qatar, tenemos que tener una proyección nacional e internacional. Ojalá podamos construir el estadio en esta gestión, sería un sueño.
-Construir un estadio en un país con un dólar en 60 y pico se ve difícil. ¿Cómo se arma un proyecto sustentable en el tiempo?
-Hay que dividir a San Lorenzo en dos clubes. Uno, el que tenemos, el que hay que tratar de mejorar. El segundo es el estadio en Boedo, porque cuando vos le saques recursos al otro, podemos chocar. Son dos economías diferentes. Obvio que es difícil construir un estadio en Argentina, pero San Lorenzo marketineramente es mucho más importante que cualquier estadio que se pueda hacer. Le va a aportar a la ciudad. Va a traer espacios verdes, iluminación, va a mejorar el tránsito. Necesitás patas financieras. Con el estadio que tenemos hay que ver qué hacemos; si llegamos a un acuerdo con la ciudad, puede ser la primera fuente de ingreso para el nuevo estadio. Estamos trabajando con dos bancos de China. Esperemos que podamos viajar con el nuevo Ministro de Turismo y Deportes, con Matías Lammens. Estamos dentro de la Argentina, no prometo una lluvia de inversiones, pero podemos hacer cosas lógicas.
-Hace poco dijiste que el Tinelli de la tele le sirve a San Lorenzo. ¿Cómo repercute el Tinelli dirigente en el día a día cuando las cosas no se dan?
-Estoy acostumbrado, mis cosas son públicas desde hace más de 35 años. El fútbol tiene otra dinámica, hay que ser más cuidadoso, hay un tema de energías, pero soy una persona que trabajó en política, en lo social, sé lo que es la crítica, o el elogio, me he bancado actitudes a favor y en contra. He sabido crecer en la crítica, he sabido explicarle a mi familia por qué una persona de la tele tiene tanta exposición. Uno convive con eso. El Tinelli de la tele le sirve mucho a San Lorenzo, como sucede con otras figuras. Lo vive mi familia, como también vive mi trabajo en el Consejo del Hambre. Tenemos el cuero curtido.
-Hasta 2015 consiguieron que San Lorenzo cosechara varios títulos en el fútbol, incluida la Copa Libertadores. ¿Qué pasó después?
-Las cosas no son de un solo lado. Hay cosas que no salieron como pensamos. La elección del cuerpo técnico, por ejemplo. Como el caso de Almirón, un técnico del carajo, no sé lo que pasó. Era el técnico que querían Boca o la Selección, incluso hasta la noche anterior a que firmara. A nosotros no nos funcionó. Pizzi, que era la novia que un día se te fue y nos volvimos a reencontrar, arrancó bien y luego perdió la sintonía fina del equipo. También pasaron cosas en el país. Pasó de todo después del fatídico 2015 para mí, cuando fui candidato a presidente de AFA. En lo particular sufrí mucho por eso, me costó encontrar mi lugar. Y siento que hubo una intromisión muy grande del poder político. Todos los organismos de la Superliga los maneja una misma institución. Entonces, se lo dije a Mariano Elizondo (presidente de la Superliga), voy a ocupar la vicepresidencia segunda, el lugar que le corresponde a San Lorenzo; voy a estar ahí. Vuelvo con muchas más ganas. Después de eso, de 2015, quedamos rengos en algunos aspectos, en lugares que ocupábamos y dejamos de ocupar. No nos metimos tan de lleno en Superliga; también lo hablé con Chiqui (Tapia), estoy dispuesto a aportar, en Selecciones, donde digan. Hay que ocupar ese lugar. Además, va a haber una presidencia en Argentina, la de Alberto Fernández, que más allá del respeto mutuo y la cercanía que tenemos, ya dijo que no se va a meter en el fútbol. Ahora sí hubo un presidente que se metió mucho. Me alienta más lo que viene.
-¿En qué puntos creés que se metió el presidente Macri?
-Escuché a Riquelme, que habló con Macri el otro día en la previa de las elecciones de Boca... El presidente estuvo mucho tiempo metido, hasta cosas que logró Boca en lo comercial tuvieron la gestión del presidente; tuvo mucha injerencia en estos cuatro años. Y San Lorenzo fue un club incómodo, empezando desde el no apoyo en la AFA, de parte de una persona que pensé que tenía los mismos ideales en cuanto al cambio que era necesario en el fútbol. Jugó en contra de eso; te la tomo, pero San Lorenzo fue el incómodo. Si hacía una crítica al aire era tomado como un castigo por lo que pasaba en San Lorenzo...
-Hablando de Boca, ¿indirectamente hoy te toca ver más a Boca?
-Sí, a veces llego a casa y mi hija (Micaela, pareja del zaguero Lisandro López) está mirando a Boca. Es raro, lo mismo que vaya a la cancha. Se saca fotos con la mujer de Salvio. Es raro.
-¿Y cómo te pega eso?
-Primero, Licha es un divino. Y todo lo que haga feliz a mi hija, a mí me hace feliz. Si me lo decías antes... Yo decía al aire en los 90: ‘No permitiré que mi hija tenga novio’, me mostraba celoso con los novios. Y hoy que me digan que sale con un jugador de Boca... Se da y está todo bien.
-¿Hablan de fútbol con él?
-Poco, pero cuando tengo que decirle algo, se lo digo. Sobre todo si hace un gol en la cancha de San Lorenzo y se besa el escudo y mira a la tribuna (ocurrió en la victoria 2-0 del Xeneize por la Superliga). No hacía falta. Hacés el gol y como en un punto de vóley, girás y te abrazás con tus compañeros. El Gordo Larry me había dicho en la semana: ‘Te va a hacer un gol Lisandro’. Cuando llovían los centros en la semana decía, ya veo que la va a meter...
-Volvamos a San Lorenzo, ¿cuál es el proyecto de fútbol?
-Continuar con (Diego) Monarriz, rodearlo de un gran cuerpo técnico, darle la infraestructura de trabajo al plantel de figuras junto a los juveniles, a los que queremos darles más participación. Hicimos una inversión de cinco años en Inferiores, y cuando a los chicos les dan continuidad lo hacen muy bien. Vamos a incorporar a la Secretaría Técnica al Beto Acosta, con Romagnoli, Hugo Tocalli; y estamos hablando con Mario Yepes, para que sean fuente de consulta para el presidente, así la responsabilidad no cae tanto sobre una persona.
-¿Por qué elegís que siga Monarriz?
-Siempre me gustó. Me encanta desde cuando lo veía en Reserva. Es como el Chacho Coudet, obsesivo, está muy metido. Tengo una relación cercana. Me gustaba cómo jugaba la Reserva bicampeona, era un placer verla.
-¿Te hubiera gustado que los juveniles tuvieran chances antes?
-Sí, después depende de los resultados. Hoy veo al equipo y que Julián Palacios sea el primer cambio es importante, que Gaich sea titular es importante, que Sequeira y Matías Palacios vayan al banco, o que Francisco Flores deje de ser un proyecto, es importante.
-Por la disparada del dólar, ¿hay riesgo de que Ángel y Oscar Romero se vayan?
-No, estuve hablando con ellos. Están muy contentos. Nosotros tenemos que trabajar en invertir en el armado del plantel, en sumar tecnología, no digo que se va a armar el equipo alrededor de ellos, pero son piezas importantes, son muy profesionales. Y es importante escuchar a los jugadores y que se sientan en casa.
-¿Y Luis Suárez cuándo se suma? Ya lo hiciste socio.
-A Suárez le entregué la camiseta y el carnet a través de Leo Messi, espero que se los haya dado a Luis. Charlé con él en la presentación de Cirque du Soleil de Messi, pero no me dio para decirle que lo queremos en San Lorenzo, sería un sueño que venga a jugar.
-Entonces Messi también tuvo la camiseta de San Lorenzo en la mano.
-Es otra cosa. Leo es más leproso, lo dice siempre, que le gustaría volver a Newell’s. Y lo entiendo, con esas cosas no juego, nunca le cambiaría esa convicción de volver a su club. Suárez sí, me gustaría que alguna vez se ponga la camiseta de San Lorenzo.
-¿Te vez otra vez cerca de Messi en la Selección?
-Me encantaría, sueño con que los dirigentes le demos un título para Argentina y para Leo. Que podamos hacer lo posible en un Mundial, en una Copa América, que se vaya de la Selección con un título. Qatar 2022 es una muy buena oportunidad.
-Desde lo que has hablado con él, ¿lo ves en el Mundial de Qatar?
-Sí, obvio, lo recontra veo. Sin ninguna duda.
-¿Y creés que va a jugar en Argentina?
-Lo veo, sí, lo veo, lo hemos hablado como 600 veces. Lo veo jugando en Argentina. Hay que ver si se dan algunas cosas, pero lo veo. Y me encantaría ayudar a que eso pase. Si preguntás cómo puede crecer la Superliga, cómo puede crecer el fútbol argentino; bueno, esa es una manera, que Messi cierre su carrera acá. Sería una acción de marketing importante para nuestro fútbol.
-¿Cómo planificás articular en 2020 con ShowMatch, tu participación en el Consejo contra el Hambre y la presidencia de San Lorenzo si te eligen los socios?
-Tengo una frase: los melones se van a ir acomodando. Ya cambié mis vacaciones por si se llega a dar la presidencia, para asumir rápidamente y ponerme a trabajar. Si me comprometo es porque voy ordenando y trabajando para poder estar con todo.
-¿Cómo se coordinan tantas personas con miradas diferentes en el Consejo del Hambre? ¿Creés que van a llegar al objetivo?
-Es un trabajo muy bueno que está haciendo Alberto Fernández, convocando a diferentes sectores, y eso es positivo. Hay diferentes miradas, sociales, privadas, estatales. Nucleás un montón de gente y escuchás diferentes miradas, te vas nutriendo. Acá el objetivo tiene que ser uno: que la gente pueda comer. Excede a lo político. Más allá de que Alberto esté cuatro años, es un proyecto de Estado. Estuve en Hurlingham, en un comedor comían 200 chicos y hoy van 7000. Hay que buscar las herramientas para que no pase más. Controlar la desnutrición. Se armó un buen equipo de trabajo con el ministro Daniel Arroyo. No hay que estigmatizar a la gente que no come. Te pone mal, agresivo no poderle dar alimento a tu familia; más que estigmatizar, hay que ayudar. Entendamos a esas personas. Hay que hacer una revolución de la ternura, del amor. No es abrir la ventanilla y te doy. Es estar con la gente, ver cómo la está pasando. Esa empatía. Empezamos a creer que desde adentro podemos, no necesitamos de una lluvia de inversiones para hacerlo. Mirar a los de abajo, porque son los verdaderos motores de Argentina, los que laburan. Tenemos esa capacidad de hacer valer lo más importante que es los argentinos, y que esa fortaleza sale de nosotros y podemos contribuir para tener la soberanía alimentaria, mas allá de la necesidad de las divisas de las exportaciones. Lo más importante es que la gente tenga su laburo, que pueda comer. Lo cognitivo en los chicos es fuerte si no comen. Los mayores también, si no comen toman malas decisiones, se complica la salud. Hay que poner el oído.
-¿Cuál es tu aporte?
-Trabajar con la gente, la figura pública va a colaborar a difundir el proceso. Y con mi fundación, vamos a estar en el control y desarrollo de las políticas, le vamos a aconsejar qué alimentos comprar y cuáles no, haremos el seguimiento a nivel nutricional, de talla, de peso. Ver cómo hacer con la tarjeta que se les va a dar en los lugares donde no hay posnet. Hay un observatorio que va a seguir esto, ahí va a estar mi fundación.
-¿Qué evaluación hacés de los cuatro años del gobierno de Mauricio Macri?
-No es buena mi evaluación. El espacio tiene líderes importantes, valoro lo de Horacio Rodríguez Larreta, lo de María Eugenia Vidal, lo de Emilio Monzó, lo de Rogelio Frigerio; lo del ala dialoguista. A mí el ala marketinera, lejana a las necesidades de la gente... No me gusta. No tengo una buena evaluación, no veo la vara tan alta como dicen que la dejan; hay gente que la está pasando mal. Hay que recorrer, yo voy mucho al Conurbano, San Lorenzo hace una contención grande en el barrio 1-11-14. Esto de mirar al país desde arriba para abajo no lo comparto. Todos los índices, la inflación, el dólar, los de pobreza, indigencia, hambre, son de un país complicado. Esa clase media está dejando de ser clase media.
-¿En qué creés que falló?
-En lo que iluminás. Iluminás abajo o arriba. Lo mejor que nos puede pasar es iluminar abajo, a partir de ahí se crece. La participación estatal... El Estado tiene que ser un estado presente, que marque las reglas, esta cosa de que el Estado tiene costo... El que labura en el estado tiene que esconderse porque piensan que es un ñoqui. El Estado tiene que contribuir para que tenga crecimiento. Fue violento la suba de las tarifas, entiendo que estaban atrasadas, pero no se podían pagar. Si tenés familiares que cobran 11.000 pesos de jubilaciones y sacan un préstamo en el banco para pagar las tarifas, algo no está bien.
-Participaste en Alternativa Federal en la previa de las elecciones presidenciales, hoy sos parte del Consejo contra el Hambre. ¿En qué rol te imaginás en la política en el futuro cercano?
-Me cuesta mucho imaginar, me gusta esto de no tener cargo, de trabajar sin sueldo, como un colaborador para el trabajo social, poner todo con lo que pueda trabajar con la Fundación. Para adelante, no sé qué será de mí en cuatro años. No lo estoy pensando, me gusta mucho lo que estoy haciendo. Vivo el hoy, tengo los pies sobre la tierra, ahí está el secreto. Hoy estoy contento.
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