Si en 2012, cuando pisó por primera vez en su vida suelo argentino, aquellos días de Roger Federer en el país fueron agitados y con un itinerario cargado, esta visita promete ser aún más fugaz. El tenista suizo volvió al país para disputar una exhibición ante Alexander Zverev y si bien su tiempo de estadía será menor que hace siete años, hay un factor que creció enormemente: la emotividad de su presencia.
En aquel entonces, con 31 años, su Majestad decidió empeñar un par de días de su minucioso calendario para conocer Argentina. Aparte de los dos partidos disputados ante su amigo Juan Martín del Potro en el Estadio de Pipa de Tigre, con una clínica de tenis para niños y un inconveniente en la organización el primer día, Roger se movió por todo el territorio nacional. Un tour por la Bombonera, una cena con Gabriela Sabatini, una reunión con la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner y hasta un recorrido por las Cataratas de Iguazú fueron parte de su viaje.
Esta vez, al mejor estilo rockstar, el actual número tres del mundo aterrizó en un avión privado esta mañana en el aeropuerto de Ezeiza junto con Alexander Zverev (séptimo en el ranking ATP). No tendrá tanto tiempo de paseo y ocio ya que en apenas una semana deberá cumplir con su tour por Latinoamérica en el que se medirá ante el alemán en Chile (19/11), en el Parque Roca de Buenos Aires (este miércoles desde las 16), Bogotá (22/11), México DF (23/11) y cerrará en Quito (24/11).
Claro que esos siete años no son el único factor que lo diferencian con aquel que vino en 2012. Durante este lapso de tiempo, Roger se adjudicó 27 torneos más -entre ellos tres Grand Slams- para acrecentar más su leyenda en el deporte de la raqueta y con 38 años y el retiro a la vuelta de la esquina, los fanáticos tomaron este acercamiento del suizo como su última oportunidad de verlo en vigencia.
Una vez instalado en el Hilton de Puerto Madero, Rog y Sascha accedieron a salir a la calle, a un sector vallado, para recibir el cariño del público, sacarse fotos y firmar autógrafos. Luego, almorzaron en Cabaña Las Lilas, una parrilla de la zona, donde disfrutaron de un clásico asado argentino para después dirigirse a la conferencia pautada ante los medios y así hacer su presentación oficial.
“Acabamos de volver de comer un asado, así que estamos con la panza llena”, fueron las primeras palabras de Federer ante los micrófonos, sonrisa mediante, no solo para romper el hielo y halagar la gastronomía argentina sino también para pedir disculpas por la demora.
Federer confesó que sintió al volver a Argentina y recordó su visita pasada: “Volver a Argentina y sentir al público es especial para mí. Cuando estuve hace unos años, fue muy especial. Recuerdo que había 20 mil personas coreando mi nombre. Espero que en esta ocasión ocurra lo mismo. Que el público cante mi nombre y el de Sascha y que salga un lindo espectáculo de tenis”.
Otra de las razones que hizo de su visita a Argentina inolvidable fue la oportunidad de apreciar las Cataratas de Iguazú con su padre: “Tuve suerte de poder ir, fue uno de los mejores días. Me parece un lugar fascinante. Mi papá también lo disfrutó mucho”.
Aún quedan entradas disponibles para el partido que será televisado en vivo por TyC Sports. Entre los distintos tickets y ubicaciones, se destacan los que están en primera fila al nivel de la cancha con un valor de 35 mil pesos y se pueden conseguir en la web www.topshow.com.ar.
Otras frases de Federer:
Por qué no volvió antes: “Quería volver antes, pero no fue posible. Es difícil organizar este tipo de eventos, porque siempre tengo muchos compromisos y tuve problemas con una rodilla. Hoy estoy contento de estar acá otra vez y sentir el cariño del público de Buenos Aires”.
Su preocupación por Del Potro: “Hablé con él. Necesita sentirse seguro de poder jugar en las mejores condiciones. Está lidiando con su lesión. Todos queremos que vuelva”.
Cuándo se retirará: “Dependerá de mi salud. En este momento no veo ninguna razón para detenerme”.
El duelo ante Zverev en Parque Roca: “El miércoles voy a salir a la cancha a jugar en serio y probar algunas cosas. Tenemos que terminar la gira siendo los mejores”.
Los argentinos que enfrentó: “La derecha de Delpo me causó problemas desde Junior. Si hubiese tenido su derecha, hubiese sido mejor. Me quedo también con el revés de Nalbandian”.
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