San Lorenzo, tetracampeón de la Liga Nacional de básquet, volvió a hacer historia. Como en 2016 ante Toronto Raptors, llegó a la NBA: visitó a Cleveland Cavaliers, franquicia que supo ganar el anillo de la mano de Lebron James. El duelo se disputó en el flamante estadio Rocket Morgage, que tuvo una inversión de 185 millones de dólares. El conjunto dirigido por Facundo Müller cayó 120-89 ante la plantilla en la que brillan Kevin Love y Tristán Thompson, pero el resultado ofició de anécdota. Los azulgranas se mostraron a la altura de las circunstancias; el partido recién se quebró en el segundo cuarto. Y el duelo, además de mostrar el potencial del básquet subcampeón del mundo, dejó varias perlitas.
Fueron locales otra vez
El equipo argentino logró irse en ventaja al final del primer cuarto (24-21), con buena defensa y usufructuando las pérdidas rivales. Luego, su rival fue imponiendo condiciones desde la jerarquía. Antes y después, los hinchas del Ciclón dieron la nota, alentando como si estuvieran en el polideportivo Roberto Pando, o en el Nuevo Gasómetro, y sorprendiendo a los fanáticos locales, poco acostumbrados a las formas.
Entre ellos se mezcló Marcelo Tinelli, vicepresidente azulgrana y directivo a cargo del básquet, que viajó acompañado de su pareja Guillermina Valdés y Lorenzo, su hijo menor.
Jugadas en azulgrana con nivel NBA
No es un secreto que San Lorenzo posee uno de los planteles más ricos del plano local. Y sus hombres buscaron el lucimiento ante los ojos de la liga más competitiva del mundo. Por ejemplo, la penetración con definición volada del Penka Aguirre, que despertó los aplausos de todos los presentes. O una corrida de costa a costa de José Vildoza. O la tapa del extranjero Justin Williams, todas ellas destacadas por las cuentas de redes sociales de la NBA en latinoamérica.
San Lorenzo de Almagro. ¿O San Lorenzo Ravens?
El Ciclón fue presentado en tanto en la transmisión oficial como por su adversario como... San Lorenzo Ravens. Traducción, los Cuervos de San Lorenzo. El hecho generó un sinfín de memes y bromas en las redes sociales.
“Yo era Raven desde que estaba en la cuna”, escribió un fanático, emulando el cantito. “Ravens, sos mi alegría, mi locura, vos sos mi vida, to Boedo we wil return”, escribió Cristian del Carril, modificando el tema que los Santos entonan por la vuelta a su hogar, Boedo. Y Ravens, claro, se transformó en tendencia. Como San Lorenzo, que volvió a poner otro mojón en la historia del básquet argentino.
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