Toda la verdad detrás de la misteriosa lesión de Wanchope Ábila en Boca: ¿podrá jugar ante River?

¿Desgarro? ¿Sensación? ¿Sobrecarga muscular? Sin parte médico oficial, en el Xeneize trabajan para contar con el delantero para la revancha del 22 de octubre

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Ábila, en plena discusión con Raphael Claus, árbitro en el partido de ida de las semifinales de la Copa Libertadores ante River. En el Monumental completó los 90 minutos y, según Alfaro, allí fue donde sintió la primera molestia  (Alejandro PAGNI / AFP)
Ábila, en plena discusión con Raphael Claus, árbitro en el partido de ida de las semifinales de la Copa Libertadores ante River. En el Monumental completó los 90 minutos y, según Alfaro, allí fue donde sintió la primera molestia (Alejandro PAGNI / AFP)

No hay parte médico oficial. Y no está previsto que lo haya. Carlos Tevez, su amigo y uno de los que más fuerza hicieron para que llegara a Boca, se hizo el desentendido cuando le preguntaron sobre su estado de salud: “Sé que se fue al mediodía del hotel, nada más, pregúntenle al cuerpo médico”. Gustavo Alfaro, entrenador del Xeneize, habló de una “sensación” cuando fue consultado en la conferencia de prensa post victoria frente a Defensa y Justicia. Todos factores que abonan el halo de misterio que lleva la lesión que tiene Ramón Ábila, y que pone en riesgo su presencia en la revancha de la semifinal de la Copa Libertadores frente a River, pautada para el martes 22 de octubre en la Bombonera.

El delantero surgido en Instituto de Córdoba se realizó estudios el domingo por la mañana: fue en el entrenamiento del sábado cuando sintió que la molestia en el gemelo izquierdo se potenciaba. Estaba previsto que fuera al banco de suplentes en Florencio Varela, con chances concretas de ingresar en el segundo tiempo, pero terminó abandonando la concentración. Alfaro, igual que con el caso Salvio en la previa del duelo de ida –terminó ingresando en el segundo tiempo cuando se lo creía desgarrado–, habló de “sensación” en un músculo. “Wanchope tiene una molestia en el gemelo desde que terminó el partido con River, tuvo una sensación que arrastró toda la semana y está en situación de ver cómo evoluciona. Es una situación parecida a lo de Salvio antes de la ida; yo lo quería usar más tiempo y lo tuvimos 20 minutos. Tenemos dos semanas por delante para preparar el partido. Yo voy trabajando con los jugadores que tengo, en la medida en que aparezcan los que están aptos, los tenés en cuenta o no. Si el partido fuera mañana, no estaría para jugar, pero no es mañana”, subrayó el entrenador, sin dar un diagnóstico preciso.

Fuera de micrófono, en Boca hablan de “carga fuerte” o de “sobrecarga” en el sóleo. Vale recordar que Mauro Zárate, por un desgarro en la misma zona, estuvo un mes fuera de acción. Pero el caso Ábila, advierten, es más parecido al de Salvio. Incluso, en la ausencia de un parte médico. El hermetismo se mantendrá a lo largo de la semana, dado que Boca se concentrará de martes a viernes en el hotel Madero, para enfocarse en los desafíos venideros, que comenzarán con el cruce ante Racing por la Superliga, antes del Superclásico, remarcado con fibrón flúo en el almanaque.

¿Llegará Wanchope a la segunda final ante River? La incógnita se sostendrá hasta último momento. Ábila se entrenará diferenciado y lo irán evaluando. Confían en que se recuperará y tanto el futbolista como el cuerpo técnico, aunque llegue justo, están dispuestos a arriesgar. En Boca saben que la revancha ante el Millonario es la gran cita. Ahí no hay ningún misterio.

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