“Creo que voy a morir”. Milagros Díaz bromea, pero la realidad es que su cuerpo denota el extremo cansancio. Es domingo por la noche y la futbolista de 19 años acaba de terminar de jugar el que fue su quinto partido en un lapso de siete días.
La seguidilla de Mili, a quien apodan La Maga, comenzó el lunes 16 de septiembre, cuando la selección argentina Sub 19 debutó en la Liga de Desarrollo de Conmebol con una aplastante victoria por 5-0 ante Bolivia en el estadio de Arsenal. En el marco del mismo torneo, fue titular un día después en el triunfo por 3-0 ante Chile. El miércoles descansó y el jueves estuvo de arranque, otra vez con la camiseta Albiceleste y la cinta de capitana, en el empate 1-1 ante Uruguay.
El viernes por la noche, la mediocampista obtuvo un permiso especial y se unió a sus compañeras de Gimnasia La Plata para el debut en el torneo profesional de Primera División. Allí, fue la autora del primer gol en la victoria de su equipo por 2-0 ante Huracán. El raid culminó el domingo por la tarde cuando Mili volvió a la Selección para ser titular en la derrota por 3-0 ante Brasil.
“Estoy muy feliz. Me siento bien, el cansancio está, pero no hay nada (de dolor) puntual. Ya alguna vez me tocó jugar cada 48 horas, pero nunca cinco partidos en una semana”, dijo Mili a Infobae.
La futbolista aseguró que nunca se le pasó por la cabeza pedirle a alguno de sus entrenadores, tanto de la Selección como de Gimnasia, no estar en algún compromiso para poder descansar. “Yo quería salir a jugar todos los partidos”, sostuvo, tajante.
Hasta hace algunos meses, Díaz estudiaba Nutrición, pero decidió dejar la carrera para enfocarse 100% en el fútbol. Con solo 19 años, su futuro en la disciplina es enorme: recientemente firmó su primer contrato profesional con Gimnasia La Plata, equipo del que es capitana y con el que acaba de hacer su debut en la Primera División luego de conseguir el ascenso desde la B en la temporada pasada. Además, lleva la cinta en la selección argentina Sub 20 y es parte de la Mayor, con la que hizo su presentación en una reciente gira por Brasil.
El viernes pasado, por la primera fecha del torneo, el conjunto platense se impuso ante Huracán por 2-0 en el Bosque y Mili fue una de las grandes protagonistas del partido. Hizo el primer gol y lo festejó con una reverencia hacia las tribunas, pagando así una deuda que tenía con Gonzalo Velazco, el encargado de las redes sociales de las Triperas. La joven jugadora generó también algo de preocupación cuando, promediando la primera parte, cayó sobre una de sus rodillas y quedó tendida en el suelo entre lágrimas.
La fuerza interna de la capitana no solo hizo que pudiera terminar el partido ante El Globo, sino que menos de 48 horas después ya estaba jugando otra vez un partido como titular con la Selección. “Fue solo un golpe”, explicó la jugadora, minimizando esa acción y dando una muestra de su temple.
La participación en la Zona Sur de la Liga de Desarrollo le sirvió a la selección argentina juvenil para ganar rodaje de cara al torneo Sudamericano que se jugará en el 2020 y que dará dos plazas al Mundial de la categoría. “Conseguimos cosas muy positivas”, destacó la capitana sobre la actuación del equipo que dirige Carlos Borrello.
Mili, que por estar afectada al elenco nacional no pudo estar presente el día que Diego Maradona fue a visitar a las jugadoras de Gimnasia, apuesta todo a su carrera futbolística. Sabe que el profesionalismo implica un gran compromiso y está dispuesta a hacer el esfuerzo. Con ese fin, va todos los días a la mañana a hacer trabajo físico en el gimnasio y luego entrena por las tardes.
En su club tiene descanso generalmente los miércoles y, además, el día del fin de semana en el que no juegan (sábado o domingo). Sin embargo, como ella también entrena con la Selección, los miércoles los tiene ocupados.
“Así que solo me queda un día libre y ahí me tengo que repartir para compartir momentos con la familia, amigos y demás”, comentó, con la mente ya puesta en el próximo desafío: el sábado, Gimnasia abrirá la segunda fecha del torneo con su vista a San Lorenzo. Será a las 15, en el Nuevo Gasómetro, y allí Mili -ya más relajada después de cinco días sin partidos- tendrá una nueva oportunidad de desplegar toda su magia dentro de un campo de juego.
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