El viernes Aprevide informó que 89 barras de River iban a tener prohibido el acceso al Monumental para el partido de este domingo ante Vélez, correspondiente a la jornada 7 de la Superliga, luego de que la Policía desbaratase un plan que iba a enfrentar a dos fracciones de la barra en la previa del partido por Copa Argentina frente a Godoy Cruz.
Como si todo esto fuera poco, hoy por la mañana se realizaron 28 allanamientos que dejaron un saldo de 10 detenidos y el hallazgo de doce armas de fuego, además de cocaína y marihuana. Por ese motivo, el clima en la cancha fue diferente al habitual.
Para empezar, hubo un despliegue policial similar al de un Superclásico: fueron 950 los efectivos que trabajaron en los alrededores del estadio para evitar la violencia. Fue así que todos los que querían ingresar banderas, sobre todos las peñas, debieron pasar por un control especial. Los agentes revisaron uno a uno los trapos para evitar que dentro de los mismos se ingresasen armas o drogas.
Dentro del estadio Antonio Vespucio Liberti se destacó el hueco en el centro de la Centenario Alta, que suele estar copado por Los Borrachos del Tablón. Sin embargo, desde que 300 barras fueran proscritos en enero luego que se confirmó una investigación sobre reventa de entradas en los partidos de Copa Libertadores, este espacio se ha convertido en un habitué.
Además, varios socios colgaron sus banderas al revés, en señal de protesta a la represión policial sufrida en Lanús, antes del duelo frente a Godoy Cruz. Ese episodio estuvo marcado por un accionar innecesario y violento de los agentes que agredieron en uno de los controles de acceso a los hinchas que tenían enterada y que nada tenían que ver con la interna de la barra.
Por otra parte, el Monumental no estuvo colmado, debido a que varias familias decidieron ausentarse por el clima de violencia que se vivió estos últimos días. En cambio, otros hinchas prefirieron cambiar de sector y esto era visible ya que la tribuna centenario alta, donde suele ir la barra brava, tenía varios claros, mientras que la Sívori estaba repleta.
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