Minutos antes de las 15, el Coliseo de Futsal del predio de Ezeiza de la AFA era un ir y venir de mujeres. Todas ellas jóvenes, en ropa deportiva y chequeando sus celulares con avidez. Todas sonrientes, conscientes de ser protagonistas de un día histórico: el de la presentación oficial del primer torneo de fútbol femenino profesional de la historia de Argentina.
El primer plantel en llegar fue el de Rosario Central. Cerca de las 13, "Las Canallas" -integrantes del único club del interior invitado para esta edición del certamen- llegaron desde su ciudad y ocuparon los espacios de césped al sol, a la espera del resto de sus colegas.
La ceremonia comenzó puntual, aún cuando las sillas preparadas para las invitadas estaban a medio ocuparse. Es que, cuando se dio el puntapié inicial del evento, los planteles de Boca, San Lorenzo, Racing y Villa San Carlos, no habían llegado. Tampoco estaba presente el presidente de la AFA, Claudio "Chiqui" Tapia, y se generó cierta incertidumbre cuando lo llamaron al escenario para dar su discurso. Sin embargo, minutos después apareció para dar la bienvenida a todas las presentes y pronunciar sus palabras.
El presidente de la AFA reiteró su compromiso con el impulso del fútbol femenino en la Argentina, anunció la creación de un torneo de Reserva en el que participarán juveniles de hasta 20 años y hasta nombró a Las Pioneras, aquellas mujeres que jugaron durante el siglo pasado y que nunca lograron el reconocimiento que merecían. Las semillas que ellas plantaron dieron los frutos que están cosechando las jugadoras de la actualidad.
Tapia dio lugar a la presentación de los sponsors del campeonato -entre los que se encuentra Infobae– y luego llegó el momento más esperado: el del sorteo del fixture para la competencia que comenzará el fin de semana del 21 de septiembre. Quiso el azar que en la primera fecha se de el cruce más esperado: el Superclásico entre Boca y River. El Xeneize había anunciado que el equipo femenino podía jugar como preliminar del conjunto masculino. Pero, teniendo en cuenta el calendario, el elenco conducido por Gustavo Alfaro será visitante ese fin de semana, por lo que el derby femenino no podrá funcionar como plato atractivo previo al duelo por Superliga.
De esta manera, el cruce de las mujeres funcionará como antesala y calentará la previa de los choques masculinos por las semifinales de la Copa Libertadores (a disputarse el 1! y 22 de octubre).
Una vez definido el cronograma de partidos, las protagonistas del juego subieron al escenario. Las capitanas de cada uno de los 17 clubes participantes dejaron en claro su ansiedad por empezar a competir (el torneo anterior terminó hace ya cuatro meses) y todo terminó con cánticos por parte de sus compañeras, que las alentaban desde sus sillas.
Cada uno de los planteles recibió de regalo una pelota muy especial: de color marrón, simulando ser antigua, como esas que se usaban en los potreros de antaño o que aún se pueden ver en las viejas portadas de El Gráfico con los futbolistas (varones) de la primera mitad del Siglo XX. El motivo detrás de la elección de este presente fue rendir una suerte de homenaje a las mujeres que también jugaron por esos tiempos y que nunca tuvieron visibilización.
En una sala repleta -con récord de acreditaciones para un evento de fútbol femenino de AFA- hubo varias presencias especiales: las árbitras del torneo, las jugadoras de la Selección Sub 20 (que están concentrando en el predio de cara a un torneo que disputarán la semana próxima en la cancha de Arsenal) e incluso estaba Macarena Sánchez, la futbolista que inició la lucha por la profesionalización del fútbol femenino en la Argentina -con una demanda a su ex club, la UAI Urquiza, y a la propia AFA– y que a partir de esta temporada cumplirá su sueño como integrante del plantel de San Lorenzo.
En Ezeiza se multiplican los saludos entre las futbolistas. Muchas de ellas se conocen por haber compartido equipo en el pasado o por su presencia en la Selección. Agustina Barroso, Mariana Larroquette, Milagros Menéndez, Lorena Benítez, Adriana Sachs, Miriam Mayorga, Virginia Gómez o Yamila Rodríguez fueron algunas de las actuales representantes "albicelestes" que se hicieron presentes con sus respectivos clubes.
Un grupo de jugadoras de la UAI charlan con algunas de Racing, las de Huracán se ríen junto a las de Defensores de Belgrano–UBA. La tarde se cierra con risas, mates y stories de Instagram. Están todas mezcladas, no hay diferencias entre clubes. Es un reflejo de esa unión y de ese empuje colectivo que las llevó a ser las caras de una historia que acaba de sumar uno de sus capítulos más importantes.
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