Los ecos del triunfo de Argentina sobre Serbia siguen resonando en el ambiente. Si bien la excitación bajó, la alegría se mantiene. En Dongguan, todos los que muestran interés por el Mundial hablan del rotundo éxito argentino. Uno de los abanderados del equipo, Gabriel Deck, se acerca después de una breve siesta y se acomoda para un diálogo distendido.
-El día después, ya con más calma, ¿qué pensás de lo que lograron?
-Todavía es algo muy reciente. Quizás cuando pase el tiempo uno va a mirar para atrás, va a analizar y va a dimensionar que lo que hicimos es increíble. Estamos contentísimos y emocionados por lo que se vivió acá y en Argentina. Ahora tenemos que bajar las revoluciones y dejar de pensar en eso, porque lo que viene es importantísimo también.
-¿En qué momento del partido te diste cuenta de que estaban para ganarlo?
-Desde que llegamos al vestuario nosotros estuvimos convencidos de que podíamos ganarle a Serbia. Sabíamos que debíamos hacer un partido diferente a los que veníamos teniendo, estar concentrados los 40 minutos. En ningún momento dudamos de que podíamos ganar y así lo sentimos durante todo el juego. Cerca del final, cuando conseguimos esa brecha de 10 puntos, ya supimos que habíamos ganado. Ahí notamos que todo lo que habíamos pensado era real.
-¿Por qué estaban tan convencidos de que podían ganarle a un gran candidato al título?
-Por el trabajo que venimos haciendo desde que inició este proceso, incluidos los Juegos Panamericanos. Este equipo venía mostrando cosas muy buenas, con algunos baches, y sabíamos que en el momento de jugar un partido de más alto nivel estaríamos todos unidos y concentrados. Y así fue.
El video motivacional que preparó el cuerpo técnico de argentina
-¿Cuánto los tocó el video que les mostraron antes del partido?
-Sirvió, sumó muchísimo para ese momento previo. Nos hizo entrar con más emoción. Todos los integrantes del plantel teníamos la idea de que podíamos ganar, estábamos convencidos. Desde la noche anterior nos decíamos entre nosotros que lo conseguiríamos y hacíamos bromas con la chance de tener un postre permitido.
-En los últimos partidos jugaste con dolor en una costilla, pero no se te pasó por la cabeza la posibilidad de no jugar. ¿De dónde sacás la energía?
-La energía me la da el día a día con mis compañeros. Estamos viviendo un momento hermoso y no me quiero perder nada de esta experiencia. Por cómo nos está yendo quiero estar en cancha siempre que el equipo me necesite. Cuando entro a jugar se me pasa el dolor y me olvido de ese tema, aunque después sufra.
-Por momentos te tocó defender a Nikola Jokic, una estrella de la NBA. ¿Cómo fue eso para vos?
-Durísimo. Serbia tiene jugadores de alto nivel físico y basquetbolístico como él, pero de alguna forma teníamos que contrarrestar ese poderío. En algunos momentos los cortamos con faltas para que no se sintieran cómodos. También usamos nuestra velocidad y los hicimos correr mucho. El plan de juego funcionó excelente y por eso los pudimos dominar.
-¿Qué sentiste cuando metiste esa volcada cerca del final del partido?
-Meter esa volcada después de ese doble de Facu, cuando ellos se venían, fue sellar un triunfo soñado por nosotros e increíble. Se me vinieron muchas emociones juntas, por eso ese grito del final con el que pude descargar la tensión del juego
-¿Viste la foto de ese festejo?
-Sí, me agarraron justo. No suelo festejar mucho. En la mayoría de los partidos no grito así, pero hay momento puntuales en los que sí lo hice. Me pasó con San Lorenzo en la final de la Liga de las Américas, el otro día contra Venezuela porque era un partido clave y también ayer.
-Como musicalizador de este seleccionado, ¿qué tema elegís para el triunfo contra Serbia?
-Una cumbia, porque los hicimos bailar. Puede ser "Conmigo te gustó", de Leo Mattioli, el león santafesino. Suena un poco fuerte, pero es un tema que escuchamos siempre con el utilero Facu Vartanián en el colectivo. Les gusta a todos, y a los que no, me mienten y me dicen que sí porque venimos ganando.
La dinámica del Mundial no deja mucho tiempo para disfrutar de las alegrías. En el día libre que tuvo el seleccionado argentino, Francia derrotó a Estados Unidos 89-79 y será el rival de Argentina en semifinales.
-¿Cómo encaran lo que viene ahora?
-De la misma forma y con más concentración y responsabilidad, porque no nos tenemos que quedar con lo que hicimos sino ir por una medalla y tratar de ganar los dos partidos que quedan. Sabemos que es muy difícil, pero para adentro del grupo estamos convencidos de que somos un muy buen equipo, que jugamos muy bien y que no le tenemos miedo a nada. Creo que podemos terminar en el podio, después veremos con qué color de medalla, por supuesto que esperamos que sea lo más alto posible. Nos lo merecemos por las ganas que le estamos poniendo. Mucha gente no creía en nosotros. Decían que solo habíamos jugado contra equipos fáciles y eso es totalmente mentira. Todos los equipos a los que tuvimos que enfrentar fueron duros y tuvimos que jugar bien para ganarles. Ahora, los que no creían nos están apoyando y les hicimos abrir los ojos.
-¿Qué pensás de Francia como rival?
-Es un rival durísimo que tiene un gran juego de equipo y mucho físico en los jugadores de todas las posiciones. Debemos estar concentrados y confiar en nuestro juego.
-¿Influye el amistoso que jugaron contra ellos en la preparación y que Francia les ganó con comodidad 77-58?
-No, en nada. El Mundial es otra cosa y vamos a estar a la altura porque ya tenemos una idea de juego, mientras que en los amistosos buscábamos probar distintas cosas para encontrar nuestro camino.
Deck es uno de los jugadores que suele mostrarse en el lobby de los hoteles. Siempre con su parlante portátil a mano y con su celular con el que está en contacto permanente con su familia. "Hablo con toda mi gente y mis seres queridos. Son todos los que están pendientes, los que se levantan tempranísimo para vernos y apoyarnos. Es increíble el esfuerzo que también hacen ellos y cómo sufren. Ayer me contaban que estaban todos llorando, emocionados al igual que nosotros. Para cada jugador es impagable el apoyo de la familia", cuenta Gaby.
Antes del inicio de la Copa del Mundo, el alero santiagueño compartió a través de sus redes sociales una imagen del proyecto del comedor infantil que tendrá a su cargo en su pueblo natal, Colonia Dora.
-Durante el Mundial, ¿seguís atento al avance de la construcción y la concreción del proyecto?
-Junto a mi amiga Gabriela, que se está encargando de todo allá, seguimos pendientes. Casi todos los días hablo con ella del tema y buscando cosas para crecer y mejorar. Aunque esté jugando el Mundial, no dejo de tener esa responsabilidad. Tengo la energía concentrada en el torneo pero le presto atención a lo que pasa allá. La semana que viene tenemos que comprar algunas cosas para la cocina y dentro de un mes y medio, si todo va bien, ya deberíamos estar funcionando. Cuando termine el Mundial voy a poner un poco más de atención en el comedor.
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