¡Acabamos de hacer historia, otra vez! Este equipo no se puede evaluar técnicamente. Es emocionante. Este triunfo está dentro del Top 3 de la historia argentina. Es increíble lo que acaba de lograr este equipo. Se descolocó a Serbia, se le pegó una trompada desde el arranque y nunca lograron recuperarse. No lograron reaccionar ante el espíritu, coraje y magnitud de este equipo. Esto es increíble.
Debo reconocer que después de dos años de retirarme, esta es la primera vez que me dieron ganas de volver a jugar.
En lo que respecta al juego, Argentina inició el partido al ritmo que más le convenía: friccionado y duro. Serbia nunca se sintió cómodo, pero logró mantenerse en partido gracias a los 7 rebotes ofensivos. Eso le dio una especie de respiro al conjunto europeo.
De la mano de Facundo Campazzo, brindando juego y controlando el ritmo, el equipo disputó un excelente cuarto. De sus acciones nos mantuvimos palo y palo con un rival durísimo, que es potencia mundial y que dentro de su plantel cuenta con jugadores de la talla de Bogdan Bogdanovic (Sacramento Kings), Nikola Jokic (Denver Nuggets) y Boban Marjanovic (Philadelphia 76ers).
El show de Facundo Campazzo en el primer cuarto
Los de Sergio Hernández contaron con un altísimo porcentaje de 2 y 3 puntos, pero la gran diferencia estuvo en el rebote. Se tuvo que jugar con mucha energía, fuerza y espíritu para jugarle de igual a igual a uno de los candidatos al título.
Una tremenda rotación, la clave en la defensa argentina
Argentina jugó un primer tiempo excelente, extraordinario, en el que se puso al rival donde se quiso. Los chicos que entraron en la rotación ingresaron al mismo ritmo que los titulares. Lo que hizo el equipo de Sergio sorprendió a Serbia y lo puso en una situación en la que no supo lo que estaba pasando.
Ellos encontraron solamente el rebote ofensivo -es durísimo de ver en las estadísticas-, pero nosotros tomamos muy buenos tiros. Se jugó un primer tiempo perfecto, el que se debía jugar para ganar este partido.
La victoria de Argentina sobre Serbia por 97 a 87
En el tercer cuarto se mantuvo nuestro juego. Argentina tuvo una defensa tremenda debajo del aro, con Marcos Delía y Gabriel Deck fajándose con los grandes. También es para destacar el aporte de Lucas Vildoza en ofensiva.
Y en el final aparecieron los grandes: Campazzo, Garino, Luis, Deck… Aparecieron los hombres, los distintos, los diferentes, los que hacen cosas extraordinarias como esta. El último cuarto fue increíble. Apareció la personalidad, el carácter… Argentina dio el golpe sobre la mesa, como hicimos nosotros en su momento en el Mundial de Indianápolis 2002.
Ahora hay que poner la cabeza fría, se vendrá Estados Unidos o Francia. Hay que pensar que se puede seguir soñando. No será fácil, pero esto sigue. Hay que preparar el partido y no conformarse con haber pasado a semifinales, ¡queremos jugar la final!
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