Diego Maradona condujo su primer entrenamiento a puertas cerradas como director técnico de Gimnasia La Plata. Acompañado por el Gallego Méndez, Adrián González y el preparador físico Hernán Castex, encabezó un trabajo táctico para empezar a bajar línea de su estrategia. Luego, dio su primera entrevista en el programa 90 minutos de fútbol, por Fox Sports, donde mantuvo casi una charla mano a mano con su amigo Oscar Ruggeri, panelista del show. Allí, habló de su presente en el Lobo, club que le permitió volver al banco de suplentes en Argentina luego de su experiencia al frente de la Selección en 2010. Y abrió el baúl de las anécdotas, con el Mundial de México 1986 en el foco.
"Me trataron como a un rey y las instalaciones del club son espectaculares.
Hemos muchas veces hablado de ser alegres. Hoy, que fue mi primer entrenamiento, tenía como el pecho cerrado; después cuando fui hablando con el Gallego, le fui diciendo jugala para allá o para acá, se me pasó. Fue un entrenamiento fantástico, sabemos lo que nos jugamos, lo hablamos mucho, incluso más de lo que entrenamos", prologó. Enseguida, con la primera pregunta del Cabezón, se emocionó, como sucedió el domingo en varios tramos de su presentación. "En la manga, cuando entré a la cancha, se me apareció mamá", dijo, y la voz se le entrecortó. "Estoy llorón", aceptó.
"Nos tenía cagando, la Tota", lo pinchó Ruggeri. "Si no ganan, no aparezcan, nos decía", agregó el ex zaguero. "No les hago de comer, nos decía. Y mi papá, qué crack, era un santo", respondió el Diez, que le dedicó a su amigo un piropo inmenso: "Cabezón, quiero decirte gracias de tu amistad. A mí me dicen: 'Vos, Diego, te reinventás'. Y yo respondo: 'No, yo tomé clases con Ruggeri'".
"Armando –tanto en la Albiceleste como en Boca, a Diego lo llamaban por el segundo nombre–, ¿tenés estirada la cara? ¿Te pusiste bótox?", lo sorprendió el Cabezón. "No empecemos con eso de los bótox, que hay un par de revistas con caras infladas, parece que van en helicóptero. Yo te juro por mi viejita que no me retoqué la cara. Sí la pierna", refutó. "Estoy bien. Es una pelota que yo tiro por derecha y vos venís a barrer, es lo que quedó de mí después de operado", bromeó sobre la rehabilitación por la intervención que sufrió en su rodilla derecha (le colocaron una prótesis el pasado 24 de julio). A partir de allí, el ida y vuelta de anécdotas se hizo imperdible.
El momento emotivo de Diego en la nota con Fox Sports
LAS PRINCIPALES HISTORIAS Y DEFINICIONES DE MARADONA
El día que se quedó dormido y le sacaron la Copa del Mundo en el 86
"No me enteré, tendría un par de copas de más, había tomado con el profe Echeverría, al que el otro día el Cabezón lo recordaba. Él hizo que nosotros fuéramos campeones en México en un 70%. Con Cuciuffo y Brown".
Las patadas que le pegaban en la Selección
"Hoy Benjamín –su nieto– me dice: 'Pero Babu, a vos te pegaban y no te caías'. ¡Qué no me iba a caer! Me tenía que levantar porque no cobraban nada".
¿Qué pasa si le anulan un gol por el VAR?
"Si me anulan un gol con el VAR, se arma un quilombo… Un quilombo para 49".
El día que perpetraron el "gran robo" del Mundial 86
"No nos daban indumentaria durante el Mundial. Entonces metíamos la ropa en los cosos que traían los soldados, con botines, camisetas, pantaloncitos. Fui un ladrón. Pero también estaban el Checho, Pasculli. Metíamos la pilcha abajo de la cama. Y las camas casi llegaban al techo. Poníamos piedra y goma espuma arriba, para que no se notara".
"A uno le daba bronca, porque uno se rompía todo para entrenar y no nos daban ni la mitad de lo que habían traído de Alemania. La gente que nos venía a ver tenía los buzos nuevos y nosotros, nada. Ahí fue que planificamos el choreo. Puede entrar entre los choreos más grandes de la historia, eh. Entonces dijimos con Checho: 'Vamos por los bolsos, los celestes'. Y fue maravilloso".
El cariño mutuo con Ruggeri
"Es una gran felicidad hablar con vos, te invito a que vengas a saludar. Yo cuando fui a a Barcelona estaba Guardiola y me presentó como uno de los capitanes del mundo. Y yo quisiera presentarte a vos como el campeón del mundo que sos".
Sus primeros días en Gimnasia
"Yo llegué acá, me tiraron la gorra y me vine a Estancia Chica. Los conocía al Pelado Méndez y a Adrián (González), que le pegaba con un fierro, estamos descubriéndonos entre nosotros".
"Ahora sí van a correr, papi. Pero no sólo como dicen los de 100, 200 y 5.000 metros, con una pelota".
"Gimnasia necesita ganar, ganar y ganar. Respeto a todos los clubes del fútbol argentino y del mundo. Pero soy muy tozudo. Hay que acelerar a fondo a Gimnasia. No saben qué lindo es este club".
El fixture que tiene por delante, con el debut ante Racing el sábado
"¿Con quién querés que juegue si salió un fixture así? Lo que llevamos en el pecho es una pelota, que nos dio de comer toda la vida. Y no le podemos fallar.
La oportunidad de dirigir en Gimnasia
"En un país en el que el trabajo no abunda, yo no me arrodillé ante nadie, vine, me gustó la idea de Gimnasia y agarré enseguida la oportunidad. Si me quedo en casa, todo recauchutado, iba a tener que comprar una casa por mes".
¿Van a incorporar un refuerzo por la lesión de Lautaro Chávez?
"Sí, vamos a traer un jugador; quería traer a Usain Bolt, pero no me lo venden. Estamos trabajando con el Pelado Méndez para ver lo mejor que podamos traer. Lo traemos nosotros y sale como Roger Federer; lo pide otro y es Wawrinka".
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