La intimidad del primer contacto de Maradona con el capitán de Gimnasia: la frase que terminó con los dos entre lágrimas

Lucas Licht fue el primero que disfrutó del inflador anímico del astro, antes de que saltara al campo de juego para su presentación. Los detalles de la charla inaugural con el plantel en el vestuario

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Exclusivo: el momento de la
Exclusivo: el momento de la charla entre Licht y Maradona, antes de la conversación colectiva en el vestuario

El inflador anímico de Diego Maradona comenzó a trabajar en Gimnasia antes de que su imagen irrumpiera en el césped del Bosque, para que los más de 20.000 hinchas vibraran con sus palabras y su llanto genuino, contagioso. Antes de que las cámaras reprodujeran su discurso-presentación, se reunió primero con Lucas Licht, el capitán (que lo acompañó en el discurso ante el público) y luego le dio una charla en el plantel en el vestuario. Pastillas de un Maradona auténtico que ya comenzó a tocar la fibra íntima de sus pupilos.

Rodeado por otros jugadores, como el paraguayo Víctor Ayala, Maradona primero encaró al Bochi (38 años), gran referente del plantel que necesita de su impronta para salir del sótano de la tabla de los promedios. Y la primera frase que le dedicó resultó un anticipo de la profunda emoción que viviría el pueblo tripero en la presentación.

"Yo los quiero ayudar. Ustedes me ayudaron a mí y yo los quiero ayudar", le dijo y rompió en llanto, situación que se coronó en un abrazo. Maradona está muy agradecido con el Lobo por haberle permitido regresar al fútbol argentino, algo que no sucedía desde su paso por el banco de la Selección en 2010. Por eso, el concepto se repite, como en loop. Cuando Diego se alejó de la escena, Licht quedó visiblemente conmocionado. "Lloro", le dijo el lateral izquierdo a uno de sus acompañantes. Un momento de clímax dentro de todo lo que generó el Diez.

En el trayecto y en camarines, recibió un par de llamados telefónicos que lo movilizaron. Uno, de Claudio Paul Caniggia, su ex socio en la Selección. Vale recordarlo: en el Lobo tiene a su Claudio Paul… Spinelli, el atacante. También se contactó Enzo Francescoli, para desearle buena suerte.

"Saludó a cada uno de los jugadores, de los utileros, de los masajistas. Y esto lo hace todos los días", contó el presidente Gabriel Pellegrino de ese primer acercamiento al plantel. "Dijo que viene a ayudar y que va a trabajar todos los días", agregó.

Un flash de la primera
Un flash de la primera charla con el plantel (Foto: Twitter @prensariestra)

La arenga íntima fue más profunda. "El que conmigo se mata, juega", bramó, elevando la voz, lo que generó aplausos y gritos del grupo. Hasta a su cuerpo técnico se lo notó extasiado. Al Gallego Méndez, su ayudante de campo principal, no se le podía borrar la sonrisa. Lo mismo a Mariano Messera, coach de la Reserva, con quien ya había hablado por teléfono el jueves. Diego se estrechó en un abrazo que duró varios segundos. Y, ante las cámaras de TV, lo señaló varias veces, dibujando el N° 10 con sus manos; un homenaje tremendo. El inflador anímico del astro ya funciona en plenitud. Y los ejemplos, en el estadio Juan Carmelo Zerillo, sobraron…

Matías Morla, su apoderado, trata
Matías Morla, su apoderado, trata de contenerlo durante la explosión de emoción en la salida al campo de juego

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