"Ustedes saben que hay una yunta enfrente que me tiró de los huevos para abajo y esa no se la perdono a nadie". El mensaje de Diego Maradona a los hinchas de Gimnasia de La Plata, club con el que acaba de firmar su contrato, tuvo un destinatario: Juan Sebastián Verón, con quien está enemistado.
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Dentro de las conversaciones por el desembarco del Pelusa al Lobo obviamente se puso sobre la mesa una cuestión: la rivalidad con el Pincha. Gimnasia se halla en una situación deportiva crítica y, si bien a Estudiantes no le sobran tantos puntos en el promedio, atraviesa una actualidad más saludable con la expectativa a cuestas de la inauguración de su cancha.
¿Estrategia política? Decenas de simpatizantes triperos formaron largas filas en la sede para asociarse a la institución alertados por el arribo de uno de los futbolistas más grandes de la historia como DT. Su excelsa presencia significó un impacto mediático a nivel nacional e internacional, situando a Gimnasia en la vidriera del mundo.
Pero al margen de intentar dar un vuelco en el plano futbolístico, la noticia que recorrió todos los rincones del planeta le sirve al Tripero como fuerza para el brazo que define una pulseada diaria con los eternos rivales. El Pincha inaugurará su flamante estadio en noviembre, una empresa que fue liderada desde hace mucho tiempo por Verón. El golpe de efecto producido por Maradona también le sirve al Lobo para eclipsar ese hecho.
En el año 96 Maradona y Verón compartieron vestuario de Boca. Era el epílogo de la carrera de Diego y los primeros pasos de la Brujita, que al poco tiempo se marcharía a Europa. El Diez era una especie de padrino de aquel plantel que contaba con otras figuras jóvenes como el Kily González, Nelson Vivas y Rodolfo Arruabarrena. Con otros ya consagrados como Carlos Fernando Navarro Montoya, Claudio Paul Caniggia, Néstor Fabri y Carlos Mac Allister, entre otros.
El gran reencuentro entre Diego y Verón se produjo en vísperas del Mundial de Sudáfrica 2010, cuando Maradona era entrenador. La Brujita fue convocado con 35 años (el más experimentado de la lista detrás de Martín Palermo). El técnico lo definió como el "Xavi de la Selección" en tiempos en los que Lionel Messi brillaba con el volante español y Andrés Iniesta con la camiseta del Barcelona. Lo puso como titular contra Nigeria y Grecia en la fase de grupos (suplente con Corea del Sur). Ingresó ante México en octavos de final y no tuvo minutos durante la eliminación en cuartos con Alemania. "Es contradictorio, primero quería que fuera Xavi y después no jugué", declaró el emblema pincha.
Y el cortocircuito se acentuó en 2016 durante la etapa de transición de la Comisión Normalizadora en la AFA. La Asociación estaba en plena reconstrucción tras la partida de Julio Humberto Grondona y Maradona, desde Dubai, pedía poner una bomba en calle Viamonte para "hacerla toda nueva".
Verón figuraba como impulsor de un proyecto en las Selecciones Nacionales (desde las juveniles) y Diego, después de reunirse con un emisario de la FIFA para tratar de quitarles respaldo a las nuevas autoridades de la AFA, disparó: "Con Verón no quiero saber nada, me traicionó".
La discusión entre Verón y Maradona durante el partido por la paz en Italia (2016)
Durante un partido por la Paz disputado en el estadio Olímpico de Roma, tuvieron un entredicho que casi pasa a mayores. Fue justo en el entretiempo, cuando Maradona increpó a la Brujita camino a los vestuarios.
"De él queda lo que fue como jugador y lo que representó, es difícil de negar y es inolvidable para aquellos que estuvimos en esta profesión. Después, repite siempre lo mismo, no es algo que me moleste. Lo otro, me lo reservo", respondió el presidente de Estudiantes, que tildó de "poco serios" los dichos del Diez e intentó poner fin al debate.
Ahora estarán enfrentados por los colores y probablemente se vean cara a cara en el Bosque el sábado 2 de noviembre, cuando Gimnasia reciba al León en una nueva edición del clásico platense.
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