Una de las primeras cosas que se me vienen a la cabeza al ver los partidos de esta selección argentina de básquet es que si Facundo Campazzo no está en la NBA es porque la NBA no es tan perfecta. Es, por lejos, un jugador NBA con todas las letras. Y el Real Madrid lo sabe, por eso lo aseguró (el conjunto español le mejoró el contrato y se lo extendió hasta 2024).
En lo que respecta al partido. Argentina, salvo en momentos clave, como el segundo cuarto o parte del tercero, jugó el partido que quería Rusia: bajo goleo, friccionado y con una defensa muy cerrada.
Enfrentamos a un rival que no tiene un gran armador. Extrañan a Alexei Shved -se lesionó a poco del inicio del Mundial de China-, un distinto dentro de un equipo robótico, duro, que juega desde el poste bajo ante la falta de un creador o generador de juego.
Las mejores jugadas de la victoria de Argentina por 69 a 61 ante Rusia, en el marco de la última fecha del Grupo B
Al inicio del partido fuimos un equipo lento, sin dinámica. Nos encontrábamos con una pared continuamente. Definitivamente jugamos al juego que ellos querían.
En el segundo cuarto Facundo cambió el ritmo del partido totalmente. Fue él el que hizo que se sacara una diferencia, que el equipo jugara bien. También es para destacar la labor de Máximo Fjellerup -tiene apenas 21 años-, ayudando mucho en la faceta defensiva, y Marcos Delía.
Aunque el trabajo que hace no se note a simple vista, Delía tapa muchos agujeros. Fue excepcional en defensa y, en esta oportunidad, aportó goleo (13 puntos). Es un pivot que pocas veces tuvo la selección argentina.
Facundo Campazzo fue clave para cerrar el partido a favor de Argentina
La tercera parte continuó de la misma manera; pero lo que preocupa es la falta de control en el último cuarto. Se perdió nuevamente el control de juego, hubo nerviosismo. Se dependió demasiado de la figura de Campazzo. En ese momento me hubiese gustado que se apostara más al juego en el poste bajo de Gabriel Deck o de Luis Scola. Abusamos de Facundo, hasta que finalmente levantó y rompió el partido. No hay que abusar de este camino porque nos volvemos predecibles.
El planteo final de Sergio Hernández fue muy acertado, al tomar la opción de los 14 segundos para tener la última posesión. Si bien finalmente no hizo falta, fue una gran decisión.
En Segunda Fase el primer escollo será Venezuela (el viernes 6 de septiembre), que es un equipo clásico americano. Son aguerridos, luchadores. Son pasionales, como nosotros. En esa guerra de igual a igual será un rival complicado. Es un conjunto luchador, que hoy le ganó a una China muy inocente, que juega de manera displicente.
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