Blas Giunta es un referente histórico de Boca. Fue el mediocampista central y una figura fuerte entre 1989 y 1993, y 1995 y 1997. Hoy entrenador de Almirante Brown, el ex futbolista al que los hinchas le dedicaron un cantito propio (aquel del "huevo, huevo, huevo") se aventuró a hablar sin filtro sobre el presente del Xeneize, en diálogo con Fox Sports Radio. Y, en el umbral del Superclásico (y de un posible cruce en semifinales de Copa Libertadores ante River), no ahorró críticas hacia los referentes que se marcharon en el mercado de pases, y cuestionó la táctica y la actitud de algunos futbolistas en las final de la edición 2018 disputada en Madrid.
Darío Benedetto y Nahitan Nández, dos de las figuras del plantel auriazul, fueron vendidos al Olympique de Marsella y al Cagliari, respectivamente, luego de que ambos ejercieran cierta presión para salir. Y Giunta, de 55 años, no los perdonó: "Es la primera vez que lo escucho que los jugadores se quieren ir de Boca. Tanto yo como todos los compañeros que tuve, si podíamos, nos quedábamos para siempre en Boca. Únicamente te vas a Europa si te dicen de pasar al Manchester United, a Juventus, Real Madrid, Barcelona; después viene Boca, es lo más grande. Cuando Beto (Márcico) vino de Francia no se quiso ir nunca más. Hay gente a la que le da lo mismo. Usan a Boca como trampolín y se van. No me cierran que se hayan ido al Marsella y al Cagliari".
También fue lapidario con el plantel diseñado por Guillermo Barros Schelotto en el 1-3 en el Santiago Bernabéu. "¿Pavón de qué jugó, de 3? ¿De 3 bis? ¿O yo estoy equivocado? No le entro a Guillermo, le dio muchas cosas a Boca, ganó dos campeonatos, pero no teníamos un funcionamiento... Para poner a Pavón de 3, máquina… No sé si fue por miedo. Si lo podés presionar a River más adelante, podés sacar a la defensa y hacerlo 20 metros más adelante y no lo sufrís; ellos son desequilibrantes si los dejás jugando en tres cuartos de cancha en esa final. Si los presionabas en campo de ellos era diferente", sentenció.
Para Giunta, "lo primero es la cabeza, es lo que manda todo. Cuando jugaba contra River, yo me mentalizaba ganador". Por eso, le lanzó un dardo a la actitud de algunos jugadores en aquella Superfinal. "Veía muchos jugadores acalambrados, yo no sé, viste. Elongaban, elongaban, y digo, la puta madre, Latorre una vez se pudo haber desgarrado, un tirón, yo en 15 años no me desgarré nunca… A mí me sorprende. Nosotros jugábamos Copa y campeonato cada tres días y éramos los mismos. Por eso quedamos como quedamos, yo no puedo caminar, por infiltrarme en las rodillas, en los tobillos; quedamos todos destartalados. Miralo a Batistuta. Nosotros jugábamos, no le dábamos un metro a nadie para jugar", comparó, con evidente intención.
Sobre el Superclásico del domingo a las 17 en el Monumental, señaló: "El fuego sagrado hay que meterlo en estos partidos, poner los huevitos. Si metés fuego sagrado, no tenés problemas. Si no corrés y metés con la camiseta de Boca, no te pongas la camiseta. En los últimos partidos, River le ganó a Boca jugando a lo Boca. Es la realidad, cambiaron el chip. Nosotros éramos los que pegábamos patadas y ellos los que jugaban bonito. Pero ahora es una cosa nueva. Empieza otra etapa, es este año, este fin de semana, y en 15 días nos vemos de vuelta la cara", remarcó.
OTRAS DEFINICIONES DE BLAS GIUNTA
Su opinión sobre Daniele De Rossi
"Me gusta el Tano, le falta un poco más en lo físico, pero no se guarda nada y tiene 36 años. Nos puede dar mucha claridad en el juego, camina bien la cancha, la experiencia que tiene no la tiene ninguno. Yo lo metería en el Monumental, con otro volante que recupere al lado como Capaldo. Le puede dar una ayuda al equipo, siempre está ordenando, es como tener un técnico adentro del campo".
¿Puede incidir en River la derrota ante Talleres?
"No es cómo vienen ellos, es todo chamuyo lo de Talleres, les tocó perder, el 10 la rompió y nada más. Ellos, ¿sabés cómo están? Desesperados para recuperarse con nosotros".
Las claves para jugarle a River
"River hace lo que vos le dejás hacer. Hay que encontrarle la mano, sabés cómo se mueve River en la cancha".
"La mejor manera es neutralizar lo bueno que tiene River. Primero lo tenés que neutralizar, ganar los mano a mano, que es lo más importante en el fútbol, y después atacarlo".
"Ellos no defienden muy bien tampoco, quedó demostrado en el último partido, y con los paraguayos (por Cerro Porteño) no tuvieron tanta profundidad, no llegaron tanto. Les podés hacer bastante daño, tenés buenos jugadores".
"Gallardo maneja su equipo, sabe cómo lo maneja y sabe cuando las balas le duelen y cuándo no. Tenés que averiguar cómo le duelen a él los golpes".
El apodo oculto de Diego Latorre y cómo lo protegía en Boca
"Latorre era un crack, te la mandaba a guardar. Lo cuidábamos mucho a Dieguito, siempre jugaba los clásicos y siempre los ganábamos. Metía un gol de media chilena, un bombazo; nos estaban pegando un baile bárbaro y sacaba un zapatazo. Después teníamos muchos gladiadores, estaba el paraguayo (Cabañas) y era un animal. Era una motivación extra jugar contra River".
"A Diego le decíamos el muñeco maldito, lo dejábamos como mediapunta adelantado para que hiciera daño con la gambeta".
"Más de una vez encaré a dos o tres que les pegaban a Gambetita en los entrenamientos. Y yo lo veía a este enano con toda la pierna rayada, y no decía nada, le pegaban y no decía nada. Pero yo lo quería bien para el domingo, así me hacía ganar guita".
La difícil adaptación al mundo Boca
"Jugar en Boca cuesta; le costó a Palermo, a Guillermo… A los únicos que que no le costó fue a Riquelme, que lo ovacionaron en el primer partido, y al Beto Márcico".
Su entrenador ideal para dirigir al Xeneize
"Para mí el mejor técnico para Boca es Gabriel Heinze".
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