Cuando Eduardo Coudet protagonizó la extensa novela que demoró la renovación de su contrato, ni el más pesimista de los hinchas de Racing se imaginó un inicio de temporada tan pobre. La escasa cosecha de 3 puntos sobre 12 en juego, la prematura eliminación en la Copa Argentina ante Boca Unidos de Corrientes y el histórico 1-6 contra River en el Cilindro encendieron las alarmas en una Academia que todavía no apeló a su memoria.
El Chacho perdió 6 de las 7 vidas que le dio Racing. Sus malos antecedentes en Avellaneda fueron olvidados y opacados por el título adquirido en la cancha de Tigre, cuando Lisandro López y compañía cerraron una campaña casi perfecta. Una estrella que demandó varios sacrificios en los últimos tiempos.
Desde su llegada al club en diciembre de 2017, Coudet se propuso conformar un equipo dinámico, competitivo y protagonista. Se esforzó para convencer a jugadores como Donatti, Sigali, Nery Domínguez, Marcelo Díaz, Cvitanich, Montoya, Reniero y tantos otros para que se sumen a su proyecto. Y la mayoría rindió. Sin embargo, el técnico falló en más de una ocasión con sus planteos durante momentos decisivos.
El primer golpe se produjo el 14 de mayo de 2017, cuando Racing organizó una fiesta en su casa para celebrar la clasificación a la Copa Libertadores del año siguiente. La promoción para los invitados al socio hizo que el estadio desborde para ver a Racing en la última fecha del campeonato. Un empate ante Colón le era suficiente para asegurarse un lugar en el certamen más codiciado del continente y el gol en contra de Guillermo Ortíz a los 2 minutos de juego suponía la satisfacción de todos los presentes. Sin embargo, Marcelo Estigarribia, Javier Correa y Meli, en contra, sellaron el 3 a 1 a favor del Sabalero que enmudeció al Presidente Perón. Un accidente que dejó como consuelo la participación en la Sudamericana.
Tres días más tarde tuvo la oportunidad de reivindicarse en la Copa Argentina en un duelo accesible frente a Sarmiento de Resistencia. A pesar de contar con figuras de la talla de Lautaro Martínez, Centurión y Nery Cardozo, Racing no pudo con el combinado chaqueño y se despidió en su debut. Un cierre de temporada preocupante que fue acompañado de otra derrota contra el Cruzeiro. Una caída que derivó a la Academia al segundo puesto de su zona en la Libertadores y cambió el destino de su rival en los octavos de final.
En la instancia de los 16 mejores de América el Chacho perdió su tercera vida. Su pesadilla llamada River terminó con el sueño albiceleste después de una goleada aplastante en el Monumental (3-0). "Hay que pedirle perdón a la gente", "Fue una vergüenza" y "No estuvimos a la altura", fueron algunas frases que reflejaron el delicado momento que fue acompañado con una promesa de campaña: "Ahora tenemos que salir campeones en el torneo".
Como si se tratara de un político en vísperas de elecciones, el Chacho cumplió. Aunque continuó perdiendo vidas en su camino al título. La eliminación en la primera fase de la Sudamericana frente al Corinthians fue otra derrota amortiguada por la etapa final de la Superliga. A Coudet le seguían perdonando fracasos por la ansiedad que generaba la nueva estrella nacional.
Dos triunfos (ante Estudiantes y Belgrano) y dos empates (con Colón y Tigre) fueron necesarios para concretar la hazaña con una fecha de antelación. En Victoria Racing tocó su techo y perdió su esencia para lo que vendría después. Una producción floja en la Copa de la Superliga (despedida en cuartos de final frente al Matador), otra eliminación en primera ronda contra un rival de menor jerarquía en la Copa Argentina (Boca Unidos de Corrientes), el 6-1 con River, el empate sin goles ante Central Córdoba de Santiago del Estero, la igualdad con Unión de local y la preocupación constante por la falta de actitud en un plantel cargado de talento ubican al Chacho contra las cuerdas. El escudo que le dio el campeonato tiene un límite. Es hora de que el equipo reaccione para que Coudet no pierda la última vida que le queda. En un semestre sin compromisos internacionales, Racing deberá empezar con la cosecha de puntos para formar el colchón que le permita centrarse en el deseo más esperado de los hinchas: la Libertadores 2020.
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