Su otro apodo, el polémico tatuaje y por qué come poco asado: las tres perlitas del raíd mediático de De Rossi

El italiano atendió a varios medios durante su estadía en Quito, donde Boca disputará la ida de los cuartos de final de la Libertadores. Algunos interesantes conceptos aportados

Guardar
De Rossi realizó sus primeras entrevistas extraoficiales en Ecuador (Foto Baires)
De Rossi realizó sus primeras entrevistas extraoficiales en Ecuador (Foto Baires)

El grupo de WhatsApp que comparte con amigos y tiene una imagen de Juan Román Riquelme de perfil fue uno de los temas más llamativos dentro de las entrevistas que Daniele De Rossi brindó a diferentes medios en Quito. A pocas horas del encuentro por la ida de los cuartos de final de la Copa Libertadores, el italiano se refirió a algunos aspectos de su vida personal.

SEGUÍ LEYENDO: Daniele De Rossi contó el extraño grupo de WhatsApp que tiene con sus amigos y por qué Juan Román Riquelme es el gran protagonista

EL OTRO APODO

"Me gusta que me digan Tano, una vez hablando me dijeron Tano por italiano y después dijeron que era por napolitano. Yo sólo dije que no soy napolitano, que soy romano, entonces tendrían que llamarme Mano. Pero no pasa nada, no tengo problemas con los napolitanos y con este sobrenombre. La gente en el vestuario se preocupó por cómo llamarme. Tano me gusta, algunos me llaman Lele porque me preguntaron cómo me decían en Roma. A los Gabriele, Daniele, Emanuele los llaman Lele en Italia. Pero no pasa nada, me recibieron con mucho cariño y eso no lo voy a olvidar"

SU POLÉMICO TATUAJE

"Fue hace muchos años, no me acuerdo. Un amigo hizo la misma acción pero de rugby, porque jugaba al rugby. Yo lo cambié con esta patada pero no es una amenaza, no es nada. Son tatuajes, no es importante. Cuando uno es joven hace cosas así"

LA PASTA Y LOS ASADOS

"Con la pasta no hay problema, el problema es el ajo. Se pone ajo en todos los lugares, eso es lo uqe tengo para decir. El asado tengo que aprenderlo. Acá se come mucho asado, mucha carne, pero comí pocos, no me lo puedo permitir. Si llegaba con 23 ó 24 años, cuando tenía un metabolismo distinto, podría haber aprovechado. Pero a los 36 tengo que estar muy atento a lo que se come. Me siento bien con la comida, cambian algunas cosas, en Italia se come muy bien pero acá aestoy cómodo".

SEGUÍ LEYENDO

Guardar