Un movimiento le bastó a Lisandro López para exponer sobre el terreno de juego toda la jerarquía que tiene. Apenas dos minutos de partido iban en el clásico entre Racing y River cuando el capitán tuvo la lucidez mental de cederle el tanto que abrió el marcador a Augusto Solari.
Todo comenzó sobre el sector derecho con un insólito error de Gonzalo Montiel. El defensor demoró demasiado en ir a buscar una pelota sin dueño y le permitió a Alexis Soto llegar con comodidad a la presión. El ex Banfield le robó el balón y se ubicó con panorama para hallar a sus compañeros dentro del área.
De tres dedos, sacó un centro rasante que tuvo como principal objetivo localizar a "Licha". Sin embargo, el goleador de 36 años tuvo la picardía de advertir el ingreso a toda velocidad de Solari por la medialuna del área, abrió las piernas y terminó realizando una magnífica asistencia sin tocar la pelota.
El ex River dominó, dejó en el camino a su sorprendido marcador y colocó el balón para definir con su pierna hábil bien lejos de la resistencia de Franco Armani.
Cabe destacar que durante los minutos iniciales el "Millonario" también tuvo varias chances de celebrar su tanto. Antes del gol local, Matías Suárez le pegó desde afuera del área y casi vence a una endeble resistencia del arquero Gabriel Arias. Minutos más tarde de la anotación de Solari, Ignacio Fernández ejecutó con precisión un tiro libre por afuera de la barrera que encontró bien posicionado al actual portero de la selección de Chile.
Sobre el cierre de la primera etapa el local viviría un momento de confusión absoluta: River revirtió el marcador con tres anotaciones en cuatro minutos.
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