Los penales que le permitieron al "Tricolor" avanzar en la Copa Argentina
"Ingresé a Infantiles en el 2000, llegué a Cuarta y me fui en 2010. Pasé 10 años de muy buenas experiencias, aprendí muchas cosas y me educaron futbolísticamente. Te enseñan que no existe otro resultado que no sea ganar".
La frase pertenece a Christian Limousin, en diálogo con el sitio Sólo Ascenso, en la previa del duelo que lo convirtió en héroe. El arquero de Almagro y verdugo de Boca en los penales que dejaron al "Xeneize" afuera de los 16avos. de final de la Copa Argentina pudo haber ocupado la valla que defendió Marcos Díaz. Es que el portero, de 27 años, hizo todas las divisiones inferiores en el club de la ribera, pero quedó libre en el umbral de la Reserva. Respetuoso de la institución que lo formó, "Limu" no le guarda rencor y valora lo que allí vivió. Pero la realidad es que no tenía continuidad por… su talla baja para un arquero. "Vi que no iba a tener lugar, entonces decidí buscar otro rumbo", planteó.
El guardameta mide 182 centímetros, es un poco más baja que la media de los porteros. Ante el traspié, no se amilanó: se mudó a Ferro, club en el que debutó a los 19 años. Allí consiguió continuidad y fue gran figura del equipo que llegó a la semifinal del Reducido por el ascenso a Primera en 2015. Luego pasó a Almagro, donde también se destacó y estuvo a un paso del salto a la Superliga. Tras un semestre en Técnico Universitario de Ecuador, regresó al "Tricolor" para volver a dar batalla. Y en su primera presentación oficial de la temporada, brilló ante su ex hogar.
Ya en los 90 minutos había exhibido sus virtudes, sobre todo, ante un intento de Fabra y un mano a mano frente a Mauro Zárate, a los 15 minutos del segundo tiempo, en el que se desgarró. Pero no quiso salir. Sabía que el destino le tenía reservado un momento especial.
Usufructuó la lesión bajándole el ritmo al encuentro tras el 1-1. Se marchó al vestuario antes de los penales para que lo masajearan… ¿Para poner nervioso a Boca? "Buscaba eso, es parte del folclore del fútbol", lo señaló Gustavo Alfaro.
En el arco la rompió: atajó dos remates. Uno, a Alexis Mac Allister, a media altura, arrojándose sobre su izquierda. El otro, contra Jan Hurtado, que intentó tocar con sutileza al mismo palo, pero Limousin adivinó la intención. Luego, Eduardo Salvio desvió su tiro y Almagro festejó el sorpresivo 3-1.0
"Estoy todo desgarrado, me lesioné en una pelota que tapé. Tengo varios penales atajados, lo más importante es que pasamos, tenemos que festejar hoy, mañana y empezar a pensar la Primera Nacional", declaró.
"Hicimos un partido muy bueno, ellos nos golpearon por la pelota parada, en un un córner, pero tuvimos situaciones. Y conseguimos empatar", analizó. Sobre su aptitud en los penales, no pecó de soberbio: "Hay que resolver las situaciones en el momento. Estoy muy contento en lo personal, es un partido importante, pero no deja de ser un partido más, hicimos las cosas bien y dejamos bien parado al club".
"Un resultado desfavorable podría afectar mucho a Boca", había advertido. En la jornada del debut de Daniele De Rossi (que le anotó un gol), la figura fue Limousin… El que hace nueve años debió dejar Boca por la puerta de atrás.
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