Todo ocurrió entre el 26 de julio y el 1° de agosto, hace apenas unos días.
El primer envío epistolar desde el Tribunal de Disciplina de la AFA hacia la FIFA fue un oficio con un fallo absolutorio en favor de Argentinos Juniors en contra de uno condenatorio por la misma causa por parte del Tribunal de Disciplina de la Superliga. En síntesis, el Tribunal de AFA con la firma de Fernando Mitjans, Sergio Fernández y Eduardo Bozzi absolvió allí donde había condenado el Tribunal de la Superliga al club de La Paternal.
Frente a la duplicidad de tribunales juzgando al mismo actor dos veces por el mismo hecho y con diferentes jueces ("non bis in idem"), el Tribunal de Disciplina de la AFA le pidió a la FIFA que dictamine, recomiende o resuelva esa coexistencia de múltiples organismos con competencias potencialmente superpuestas . O sea para que la FIFA naturalice o legitime al tribunal de la Superliga; el mismo que quitó y devolvió puntos a San Lorenzo y Huracán y sancionó a Argentinos. Sobre este tema, abundaremos en más detalles sobre el final de este artículo.
La sanción que la Conmebol le impusiera a Lionel Messi el viernes por la noche se vincula más con el oprobio de una dictadura que con la ecuanimidad de una institución. Unas horas antes, Gianni Infantino había recibido de parte del Tribunal de Disciplina de la AFA una misiva en la que el cuerpo disciplinario le anticipaba su preocupación por la aplicación de medidas con las cuales la Conmebol generaba peligrosas dudas de interpretación reglamentaria.
Casi en coincidencia con tales denuncias sobrevino la suspensión por tres meses más 50.000 dólares de multa que serán cobrados compulsivamente con el descuento de aquello que percibió o percibirá la AFA por sus actuaciones en partidos organizados por la confederación regional.
Este fallo dictaminado por un juez único –la señora Amarilis Belisario – está plagado de ilegalidades. Veamos:
1.- Hay dos formas universales pacíficamente aceptadas para suspender a un jugador : por tiempo determinado o por partidos.
a) Tiempo determinado es para faltas gravísimas como agredir a un árbitro, por doping, por soborno o incentivación, apuestas, etc.;
b) Partidos, hasta treinta, por faltas graves en un campo de juego.
2.- A Messi una jueza única –rentada y "reincidente"- le dio el máximo al que la faculta ser miembro de un tribunal único: tres meses.
3.-Pero estos tres meses más la multa, se suman a una sanción anterior de una fecha aplicada el 23 de julio de 2019 – mismo tribunal de uno, misma jueza- a raíz de la expulsión de la que fuera objeto el 6 de julio en oportunidad del partido frente a Chile por el tercer puesto de la Copa América (junto con Gary Medel);
4.- Claramente a Messi lo juzgan dos veces por la misma infracción, elemento que sus defensores harán valer ante el Tribunal de Apelaciones de la Conmebol o ante el TAS, si fuere necesario, en clara violación al principio de "in dubio pro jugador" (en caso de duda otorgarle la razón al actor).
Pero lo más grave de la intencionalidad maliciosa del fallo se da en el siguiente hecho: un juez único puede sancionar con una pena máxima de hasta tres meses; si fueran tres meses y un día, se requeriría de un tribunal con quorum pleno.
Tan calculado periodo permite pensar que la sanción no obedeció a la gravedad de la palabra corrupción pronunciada por Lionel, sino suspenderlo hasta el límite que impone la fama y el prestigio del actor, permitiendo que vuelva a jugar en los tiempos requeridos por la selección nacional.
Cabe interpretar que este fallo pudo ser direccionado por Alejandro Domínguez –presidente de la Conmebol- pues siempre es más fácil "convencer" a uno que a cinco, tal el número de miembros de un Tribunal de Disciplina generalmente ocioso con muy pocas sesiones en Asunción, Paraguay.
Antes que este desdoroso caso sucediera El Tribunal de Disciplina de la AFA –estamento de indiscutible independencia- tomó la iniciativa de poner ante la FIFA situaciones de peligrosa conducta institucional por medidas tomadas por la Conmebol en los últimos tiempos.
El documento enviado por el Tribunal de Disciplina de la AFA fue derivado de inmediato por Gianni Infantino a la División de Servicios Jurídicos e Integridad de la FIFA. Lo que aquel estamento de la AFA plantea es una irregular conducta de la Conmebol en la recurrencia a las sanciones de un Tribunal Único integrado por un solo miembro para decidir de manera urgente. Y toma como ejemplo el "Caso Dedé".
Tal como se recordará Dedé fracturó con un golpe temerario la mandíbula de Esteban Andrada en el partido de ida Boca-Cruzeiro por los cuartos de final de la Copa Libertadores el 12 de Septiembre de 2018 en la Bombonera. El árbitro tras consultar a los jueces del VAR lo expulsó del campo con tarjeta roja.
Sin embargo la Unidad Disciplinaria de la Conmebol fue convocada emergentemente a pedido de Cruzeiro y con el veredicto de un único miembro, la inefable señora Amarilis Belisario, habilitó de urgencia en un inédito y sorpresivo "fallo exprés" al jugador para el partido desquite que habría de disputarse dos semanas después.
La FIFA ya sabe oficialmente que en este caso ( así como también en el de Messi) se cometieron graves irregularidades como tratar de urgencia un tema que no lo era, habilitar contraculturalmente a las reglas FIFA a un jugador expulsado del campo por roja directa y no ratificar luego el fallo con un quórum respaldatorio suscripto al menos por tres miembros del tribunal.
Este "caso testigo" vulnera el artículo 27 del Reglamento Disciplinario de la Conmebol toda vez que el trámite de urgencia sólo es aplicable cuando la sucesión de encuentros a disputar por un actor sancionado tengan la dinámica de los partidos sucesorios inmediatos. Por ejemplo, en una Copa del Mundo con encuentros cada 72 horas que justificaren la "excepcional inmediatez" de la sanción . En el caso de referencia, la revancha sería dos semanas después, no había urgencia y más grave aún se vulneró el principio FIFA que establece que "jugador expulsado, jugador sancionado" por lo menos por una fecha como establece el artículo 23.
Lo expresa claramente la misiva del Tribunal de Disciplina de la AFA firmada por su vicepresidente, Sergio Fernández y su presidente, escribano Fernando Mitjans (ex vicepresidente del Tribunal de Apelaciones de la FIFA y miembro de la Junta Electoral), después de recorrer el circuito de irregularidades al decirle a la FIFA: "…toda vez que el jugador no sancionado pudo participar en el match desquite, mientras que su víctima estaba hospitalizado".
Veamos como la Conmebol demuestra el poder omnímodo de su presidente, Alejandro Domínguez:
1.- Convoca la formación de una Unidad Disciplinaria que no es otra cosa que un solo juez y rentado,
2.- Pide despacho urgente y entonces ese único miembro, por lo general la venezolana Amarilis Belisario se expide casi siempre en concordancia con la voluntad del presidente, como acaba de ocurrir con el caso Messi,
3.- Los fallos no son ratificados con el mínimo quórum de tres miembros y aún así quedan firmes.
Es aquí donde pareciera que para la Conmebol la excepcionalidad se está convirtiendo en regla y son éstos los excesos que terminan vulnerando los principios de la equidad, la justicia, los reglamentos y la ética a un paso de cruzar la peligrosa frontera tan cara a la doctrina de la FIFA cual es la de no caer en atisbo alguno de discriminación.
Sin embargo mientras a Messi lo castigaron duramente al jugador Gabriel Jesús de Brasil, aún no se lo sancionó. Este integrante de la selección brasileña fue expulsado y al retirarse del campo hizo inequívocos gestos de robo al conjuro de los movimientos de sus dedos de la mano derecha al tiempo que pateaba la estructura donde se apoya el televisor que utiliza el árbitro para el VAR. Este grave hecho disciplinario pudo ser visto por el público presente en el Maracaná y por miles de millones de personas por televisión. No obstante, el caso aún no fue sancionado. Messi (argentino, sí; De Jesús, brasileño, no). Inevitable caso de discriminación.
Lo de la Conmebol, su falta de ecuanimidad, sus decisiones inconsultas van generando un clima de irritabilidad y enfrentamiento entre sus propias federaciones afiliadas.
El último ejemplo es el cambio de fechas en la Copas Sudamericana y Libertadores con marcado perjuicio, especialmente para Independiente, River y Colón de Santa Fe que obligan a la Superliga a cambiar fechas de su torneo local y dejan expresamente señalado la prioridad que la Conmebol le confiere a los equipos brasileños quienes están definiendo uno de sus torneos nacionales.
Volviendo al tema doméstico, tenemos dos tribunales de disciplina. Uno que es el natural, histórico, irreprochable –el de la AFA – y otro impuesto por la Superliga.
El presidente de la Asociación Atlética Argentinos Juniors, Crisitian A. Malaspina tuvo el coraje de ir al de la AFA -18 de Julio de 2019- y decir: "Señores, un Tribunal de la Superliga me sanciona con 200.000 pesos de multa por no tener la indumentaria adecuada para el partido frente a San Lorenzo" por razones de fuerza mayor" (Argentinos fue a Venezuela para jugar el 2 de Mayo y la situación social se lo impidió, regresó al país y dejó la utilería en Ezeiza). La Superliga lo sancionó por el valor a 200 entradas generales; el Tribunal de Disciplina de la AFA, en cambio, lo amonestó entendiendo sus razones.
En cambio cuando ese mismo tribunal de la Superliga le descontó 6 puntos a San Lorenzo por "irregularidades en la Declaración Jurada", Matías Lammens prefirió negociar políticamente a efectos de disminuir, cuanto menos, los puntos a quitar por el Tribunal ahora cuestionado. Más aún, trascendió por entonces que el vice de San Lorenzo, Marcelo Tinelli, habló el 20 de Mayo con el presidente de la Nación, Mauricio Macri para que interceda ante la Superliga.
Fue así que Macri le encomendó a Daniel Angelici para que ayudara a resolver esta situación. Por cierto que el presidente de Boca Juniors se abocó al tema planteando que se trataba del mismo caso de Huracán. Había pues que resolver ambos casos. Y finalmente el 10 de Junio de 2019 las sanciones quedaron en suspenso tanto para San Lorenzo cuanto para Huracán, club cuyo presidente Alejandro Nadur es a la vez Tesorero de la AFA.
Luego de resuelto el tema nadie de la AFA se hizo cargo del convenio marco que habían firmado y donde se aceptaba tal tribunal.
No pareciera posible que dirigentes de la estatura de Angelici y la mayoría de sus pares hayan firmado un convenio sin un previo traslado a los asesores letrados de sus respectivas instituciones. Peor aún que la propia AFA a través de sus abogados no hubiese visado el texto para circularlo luego entre sus clubes con las observaciones del caso.
El fútbol argentino de primera división tiene dos tribunales que juzgan a los mismos actores por los mismos hechos. " Non bis in idem" ( "Nadie puede ser juzgado dos veces por el mismo hecho")
El de la Superliga funciona desde hace dos años, es rentado y atiende sólo a la primera división.
El de la AFA tiene 85 años, es "ad-honorem" y atiende a todas las categorías: infantiles, juveniles, la D, la C, la B, la B Nacional, la A, Femenino, Playa y Futsal, unos 300 expedientes por semana.
Uno sobra.
La FIFA deberá decidirlo